- Para un momento - dije intentando sonar seria, a pesar de las cosquillas y él paró.
- ¿Me besarás?
- No, pero quiero que sepas que no quiero que por mi culpa, tu hermano y tú os peleéis por mi culpa, como pasó ayer.
- ¿Cómo lo sabes?
- Se oye todo desde aquí.
- Bueno, igualmente... nos tendremos que pelear, por que no voy a dejar de luchar para tenerte de nuevo junto a mí. Lo siento por mi hermano, pero no puedo dejarte ir, a ti no.
- Dime una cosa ¿Si yo digo que estoy con Dani y no contigo, te pelearías con él?
- Sí, no sería la primera vez que nos peleamos por ti...
- ¿Y si sucede al revés?
- Lo mismo, supongo - suspiré sabiendo que sería lo correcto y por una vez, pensaría con la cabeza y no con el corazón.
- Bueno, vamos a salir de aquí.
- ¿Cómo?
- Cómo en las pelis ¿Hay cuadros, no? Pues descuélgalos todos y los pones en el sofá negro este de cuero.
- Vale - lo hizo y yo también. Sólo faltaba uno, el más alto que, ni Jesús llegaba, menos yo.
- Ese es muy alto...
- Ya, yo no llego... Ah, ya sé - me cogió de las piernas y me subió a la altura del cuadro pequeño. Entonces me bajó y me dio un beso en la frente mientras me quitaba el cuadro.
- ¡Eh! - reí y él corrió a la otra punta de la sala.
- ¿Quieres el cuadro?
- ¡Sí!
- Pues ven a buscarlo - dijo divertido riéndose.
- ¡Jesús! - me reí.
- ¿Qué? - rió.
- ¡Eres imposible!
- Lo sé - emitió una carcajada ¿Y sabes qué?
- ¿Qué? - pregunté mientras corría hacia él, aun que él estaba parado y no se movía, pero cómo iba deprisa, por mala suerte, me paré justamente a centímetros de él.
- Que no soy el único - dijo mirándome los labios, pero no se movió.
- Jesús, no.
- ¿No? No me he movido - sonrió.
- Emmmm... ya... - dije nerviosa y algo avergonzada, así que me sonrojé.
- ¿Sabías que cuando te sonrojas estás más hermosa? - dijo mirándome a los ojos.
- Mentiroso - me sonrojé más.
- No te sueles sonrojar mucho ¿no?
- No, la verdad.
- ¿Y cómo que ahora estás así?
- No lo sé - mentí, cómo no iba a estar así con lo cerca que estábamos.
- Sí, sí lo sabes.
- Según tú ¿Por qué?
- Porque te gusto. Te vuelvo loquita y lo sabes. Porque me echabas de menos.
- Yo... yo...
- El vecino de la princesa te da permiso para que le beses como solo ella sabe hacer - me sonrió.
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UN SUEÑO HECHO REALIDAD (GEMELIERS)
Romantizm¿Nunca has tenido ganas de hacer realidad un sueño? ¿Un sueño posible y no poder hacerlo realidad? Pues yo estuve apunto de conseguir uno de mis sueños. Todo empezó con una despedida, tuve que irme a Sevilla. Pude realizar uno de mis sueños, pero in...