Capitulo 34: Genial

4.5K 144 7
                                    

- ¿Pero que dices, tio? - preguntó Mikel, confundido.- ¿Pero qué dices, tío? - preguntó Mikel, confundido.

- Es él el de las cartas - dije sin quitar la mirada de sus ojos.

- Sobre eso quería hablarte - dijo - Me e pasado, lo siento. Quería explicártelo todo.

- Cuenta, va - dije desconfiada.

- Las cartas y todo lo hice yo, pero era una apuesta. Lo que con los peces me pasé, no pensé que explotarían. Sólo era una apuesta.

- ¿Qué apuesta? - le pregunté enfadada.

- Sergio me dijo que nunca dejarías a Jesús y yo le dije que no pierda la esperanza, pero él se rayaba mucho, entonces, sin decirle nada a Sergio, hice las cartas para que dejaras a Jesús. Soy tan tonto que no pensé en otra cosa. Ya sé, me he pasado tres pueblos o más, pero Sergio estaba mal, muy mal porque le gustas mucho. Él no sabe nada de las cartas...

- Sí, sí lo sabe. Le pille haciéndome una foto y se lo conté - le corté.

- ¿Le has dicho que era yo?

- No, no lo sabía cuando me lo encontré.

- No se lo digas, por favor.

- Vale.

- Lo siento, perdóname, por favor.

- ¿Que te perdone? Le enviaste el audio a Jesús y me dejó. Estuve saliendo con Dani y hoy le he dejado para que Jesús y él no se pelearan por mi culpa y todo gracias a ese audio - dije sarcásticamente y bastante enfadada.

- Lo... lo siento, no lo sabía. Me fui dos semanas a Barcelona.

- Ya - dije cortante.

- Perdóname por favor, se me fue de las manos.

- Vete.

- Pero...

- ¡QUE TE VALLAS! - grité y se fue sin decir nada.

- Estamos en el sofá, si nos necesitas, ya sabes - dijo Danuu calmado. 

Él ya me conocía, más que Mikel y sabía exactamente lo que tenía que hacer en todos los casos que pudiera pasar. Supongo que es por todos los años que nos conocemos. Fui a la habitación del saco de boxeo y estuve un buen rato pegándole mientras lloraba. Al rato picaron a la puerta de la habitación pero hice oídos sordos, así que abrió.

- Tere, Mikel y Dani me han dicho lo que te ha pasado. Lo... siento mucho.

Paré de golpe, me giré y abracé a Sergio.

- ¿Qué... qué haces aquí?

- No cogías el móvil ni respondías a mis mensajes, entonces vine a tu casa para haber si te había pasado algo y bueno, Mikel y Dani me han contado lo sucedido sobre los gemelos.

- Ah.

- Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿no?

- Sí - dije sonriendo tristemente.

- Pues vamos a comer helado, que estás triste y el helado es la solución a todos los problemas.

- ¡Cómo lo sabes, tú! - reí.

- Uno acaba aprendiendo - reímos.

Dicho eso, fuimos a dar una vuelta y nos paremos en una heladería. Yo cogí un helado de chocolate, el chocolate más negro que había, igual que Sergio.

- Bueno, estas desaparecido estas últimas semanas eh. Casi no hablamos últimamente, muy mal eh - me reí.

- TÚ estás desaparecida.

UN SUEÑO HECHO REALIDAD (GEMELIERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora