Capítulo 16.

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Co...como está?- Stiles se acercó al Doctor quien sostenía una carpeta.

El Joven está bien, solo tiene una costilla rota, y algunos moretones que por lo visto tardarán en quitarse, solo es cuestión de darle unos medicamentos para la recuperación de sus costillas.

Stiles suspiró sintiendo entonces como toda la tensión se dispersaba y la calma regresaba.

Caminó con el doctor para que le explicara el modo de cuidado de Jackson y la incapacidad que necesitaría llevar a la Institución.

Después de esto salió de allí para poder sacar su dinero ahorrado, el que estaba guardando para poder tener un pequeño departamento o irse a una casa de estudiantes, pero no había problema además de su sueldo tenía una beca lo que le ayudó a pagar lo del médico, los medicamentos y la atención.

Entonces eso sería todo, puede marcharse si lo gustan, siempre y cuando se mantenga en reposo y vengan en una semana para ver la evolución de la costilla y si es necesario cambiar los medicamentos por si eran rechazados o cualquier otra cosa- el doctor caminó junto a Stiles hasta la habitación del pelinegro- los dejo solos, si gustan algo o tienen alguna duda estaré en mi consultorio- dicho esto caminó hacia el otro lado. Se mordió el labio y la culpa cayó sobre él, si no se hubiera marchado de allí, si no hubiera conocido a Sara, si no hubiera abierto su mente nada de esto estaría pasando. Su mano estaba sobre la perilla, y la giró, adentrando medio cuerpo sonrió débilmente a lo que el otro joven le respondió con una misma sonrisa, donde no había rencores ni enojos, entonces quiso llorar.

-El doctor ha dicho que puedes marcharte si lo deseas- se sentó a su lado y Jackson puso los pies colgando. Los movió como un niño pequeño y lo miró, sus mejillas se tiñeron de rojo, se mordió el labio y quiso besarlo.

Si quieres saberlo... no estoy enojado- Stiles se giró confundido- Solo, no puedo estarlo, eres mi primer amigo sabes? La primer persona que no es mi madre que no me rechaza, contigo he mantenido una conversación de más de una hora- apretó los labios apenado- nunca he sido aceptado.

Stiles le seguía viendo, sin ninguna muestra de pena o tristeza al escucharlo decir eso, al contrario, le gustaba que él fuera la primer persona que se daba cuenta que valía mucho, que era maravilloso, que su voz era la más linda que jamás había escuchado, le encantaba ser el primero en hacerlo notar. Le encantaba él y simplemente él.

Con todos esos sentimientos se armó de valor y le abrazó, esperando un empujón de la parte del pelinegro o al menos una grosería, pero no fue así, unos brazos se enrollaron desde su pecho hasta su espalda, sintió que su piel calentaba el frío corazón que había sido rechazado millones de veces. Al fin comenzaba a comprender que era el amor.

Un sollozo le sacó de sus pensamientos y por un momento pensó que le había lastimado al abrazar, por lo que se alejó temeroso, pero al ver que las lágrimas cálidas salían por los ojos de Jackson se acercó de nuevo y subió su mano para limpiar ese rastro de lágrimas. Sus ojos se encontraron, eran de un tono grisáceo que nunca en la vida había visto, su pálida piel era tan suave como la de un bebé y tenía unas pecas que no se le hacían notar, al menos no desde cierta distancia, su nariz tan recta y perfecta, finalmente sus labios, rosados y carnosos, justo en ese momento se lamió los labios al sentir su corazón desbocado y palpitando a una velocidad increíble.

Fue allí sonde entendieron todo, comenzaron a amarse, a pesar de ser casi unos desconocidos y de no saber nada del amor, a pesar de millones de cosas que ocurrían a su alrededor ellos descubrirían que era la palabra amor en todas sus letras.

Y se besaron, un roce de labios tan suave y lleno de sentimientos que a pesar de que Jackson recién acababa de llorar frente a él lo miraba como si fuera la cosa más hermosa del mudo, lo era, tan simple y hermoso a sus ojos eso era lo que miraba.

El beso continuo hasta que ellos podían escuchar sus propios latidos que iban al compás de las manos temblorosas que se tomaban para acercarse más.

Al fin el tiempo que esperaron para que llegara ese momento había valido la pena.

Llegaron después de las ocho de la noche a la casa de Jackson, su madre preocupada los recibió en la entrada y los invadió de preguntas al verlos llegar en ese estado.

Al dejar a Jackson en su habitación, darle los medicamentos y dejarle dormir bajaron a la sala, donde Stiles esperaba ser corrido a patadas a lo que bajó la cabeza buscando la manera de decirle lo ocurrido y que a pesar de eso, él sentía algo hacia su hijo.

-No sé cómo decirlo... sé que quiere echarme de su casa y quiere maldecirme por traer a su hijo de esta forma, pero –suspiró- mi pasado me persigue y a pesar de haber intentado alejarme de él de muchas maneras siempre dañaré a alguien que amo, y yo...yo –su voz estaba ronca y las lágrimas borraban su vista- cuidaré de él, no importa si tengo que vender mi alma al diablo o dejar todo lo poco que tengo por él, porque así lo haré. Yo jamás me he sentido tan bien hasta que lo conocí, a pesar de que libros me cayeron encima puedo jurar que fue lo mejor que me ha pasado. Al fin puedo sentirme bien y completo a su lado. –se sonó la nariz y limpió las lágrimas con la manga de su sudadera- siento que lo amo.

La señora le abrazó y él solo pudo romper en llanto, no lo había corrido, lo estaba abrazando, apoyaba su decisión.

-Nunca había visto a Jackson feliz y animado, te tengo que agradecer yo a ti por no alejarte de él y no hay problema si él te gusta o te gustan las focas, yo los apoyaré si son felices.

-Gracias- dijo mientras Esther le sobaba la cabeza dándole palmaditas en la espalda.

-Gracias a ti -Respondió- Iré por una pomada paea que se te quite ese golpe, pareces media uva-tomate.

Stiles rió ante el comentario de la mujer.








Falta publicar el epílogo y doy por terminada esta pequeña novela :c

Cambio_y_Fuera CallMeJackson se despide. Bye bye.

Adiós Beacon HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora