Capítulo 6

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~Santiago:

Me desperté temprano, no tenía más sueño. Besé a mis hermanos en la frente, como de costumbre, y me dirijí al baño. Me me mire al espejo y descubrí que aparentaba la edad que tenía, me sentía nuevo. Ximena me estaba transformando, me estaba dando razones para vivir. Salí con una sonrisa en la cara y fui a la cocina.

-Santi te ves... diferente.-Dijo mi madre confusa.

-No es nada, tan sólo hoy dormí bien.-No quiero decirle nada de lo que me ha pasado en estas 24 horas a nadie, es mi mayor secreto, mi gran tesoro...-Bueno mamá me voy, tengo cosas que hacer.-La bese en la mejilla y salí en una dirección en concreto. Cuando llegue vi que estaba sola en casa. La suerte, al fin, me sonreía.

~Ximena:

Noté como alguien me daba besos por toda la cara y me desperté sobresaltada.

-Buenos días preciosa.-Susurro y me dio un cálido beso. Mmm sus besos son tan ricos..

-¡Mi padre, si te ve...

-Tu padre salió hace una media hora.-Dijo con tono tranquilizador.

-¿Y que haces aquí? Sólo son las 8 de la mañana.

-Lose, lo siento por despertarte, pero estaba ansioso por sentir tus labios -Y una vez más me da un largó beso, de esos a los que me estaba haciendo adicta.- ¿Sabes? Me encanta besarte.- Susurra sin apartar mucho los labios para volver a besarme.

Mire el reloj, las 8:30, que rápido pasaba el tiempo a su lado. Hice ademán de levantarme de la cama y entonces me acordé de que sólo llevaba puesta mi ropa interior y una blusa ancha.

-Emm...Santiago, podrías salir de la habitación... necesito vestirme.-Note como me ardían las mejillas.

El sonrió pícaro y salió de la habitación. Busque rápidamente unos vaqueros y una blusa más favorecedora y me vestí. Salí del cuarto y lo encontré apoyado a la pared. No le di tiempo a decirme nada y fui al baño a cepillarme él pelo. Cuando salí, sin esperarmelo, me agarró de la cintura y me besó, ¿alguna vez me cansaré de sus besos?

-¿Hoy no tienes que...andar por ahí?- Digo titubeante, me niego a decir la verdad, odio lo que hace, por sobrevivir o por lo que sea pero lo odio.

-No, encontré algo mejor que hacer.

-Vamos a mi cuarto mejor, podría aparecer mi padre.

Nos dirijimos a la habitación y el se paró en frente de mi estante lleno de libros.

-Woow, te gusta leer, ¿verdad?.-Dijo con orgullo en su voz, ¿de mi?.

-Si, es mi pasión, cuando sea más grande escribiré.

-¿Has escrito algo?-Dice intrigado.

-Si, pequeños relatos, nada importante, ¿Quieres tomar algo?- Digo rápidamente para cambiar de tema.

-No, gracias.

-Tengo una pregunta- nose si la pregunta es la más correcta...-¿que hay de diferente entre los dos bandos?.-Vi desvanecerse su sonrisa y cambiar su mirada, ya se tornaban de nuevo tristes. Al instante me lamente de haber hecho la pregunta.

-Ximena, tu padre no obliga a nadie, en ese bando hay gente rica, de dinero, que matan por placer. En cambio, en mi bando... quiero decir, donde estoy metido, no hay elección, si eres afortunado entras y proteges a tu familia y a ti mismo.

Un amor entre bandas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora