~Santiago:
Me desperté temprano, no tenía más sueño. Besé a mis hermanos en la frente, como de costumbre, y me dirijí al baño. Me me mire al espejo y descubrí que aparentaba la edad que tenía, me sentía nuevo. Ximena me estaba transformando, me estaba dando razones para vivir. Salí con una sonrisa en la cara y fui a la cocina.
-Santi te ves... diferente.-Dijo mi madre confusa.
-No es nada, tan sólo hoy dormí bien.-No quiero decirle nada de lo que me ha pasado en estas 24 horas a nadie, es mi mayor secreto, mi gran tesoro...-Bueno mamá me voy, tengo cosas que hacer.-La bese en la mejilla y salí en una dirección en concreto. Cuando llegue vi que estaba sola en casa. La suerte, al fin, me sonreía.
~Ximena:
Noté como alguien me daba besos por toda la cara y me desperté sobresaltada.
-Buenos días preciosa.-Susurro y me dio un cálido beso. Mmm sus besos son tan ricos..
-¡Mi padre, si te ve...
-Tu padre salió hace una media hora.-Dijo con tono tranquilizador.
-¿Y que haces aquí? Sólo son las 8 de la mañana.
-Lose, lo siento por despertarte, pero estaba ansioso por sentir tus labios -Y una vez más me da un largó beso, de esos a los que me estaba haciendo adicta.- ¿Sabes? Me encanta besarte.- Susurra sin apartar mucho los labios para volver a besarme.
Mire el reloj, las 8:30, que rápido pasaba el tiempo a su lado. Hice ademán de levantarme de la cama y entonces me acordé de que sólo llevaba puesta mi ropa interior y una blusa ancha.
-Emm...Santiago, podrías salir de la habitación... necesito vestirme.-Note como me ardían las mejillas.
El sonrió pícaro y salió de la habitación. Busque rápidamente unos vaqueros y una blusa más favorecedora y me vestí. Salí del cuarto y lo encontré apoyado a la pared. No le di tiempo a decirme nada y fui al baño a cepillarme él pelo. Cuando salí, sin esperarmelo, me agarró de la cintura y me besó, ¿alguna vez me cansaré de sus besos?
-¿Hoy no tienes que...andar por ahí?- Digo titubeante, me niego a decir la verdad, odio lo que hace, por sobrevivir o por lo que sea pero lo odio.
-No, encontré algo mejor que hacer.
-Vamos a mi cuarto mejor, podría aparecer mi padre.
Nos dirijimos a la habitación y el se paró en frente de mi estante lleno de libros.
-Woow, te gusta leer, ¿verdad?.-Dijo con orgullo en su voz, ¿de mi?.
-Si, es mi pasión, cuando sea más grande escribiré.
-¿Has escrito algo?-Dice intrigado.
-Si, pequeños relatos, nada importante, ¿Quieres tomar algo?- Digo rápidamente para cambiar de tema.
-No, gracias.
-Tengo una pregunta- nose si la pregunta es la más correcta...-¿que hay de diferente entre los dos bandos?.-Vi desvanecerse su sonrisa y cambiar su mirada, ya se tornaban de nuevo tristes. Al instante me lamente de haber hecho la pregunta.
-Ximena, tu padre no obliga a nadie, en ese bando hay gente rica, de dinero, que matan por placer. En cambio, en mi bando... quiero decir, donde estoy metido, no hay elección, si eres afortunado entras y proteges a tu familia y a ti mismo.
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Un amor entre bandas.
RandomXimena es la hija de un rico hombre jefe de una banda macabra que hacen daño a la gente del país en el que viven, su madre fue asesinada cuando ella tenía 14 años. Ella ya tiene los 15 años aunque aparenta mucho más, la vida la ha obligado a madurar...