~Ximena:
Me desperté, el aun dormía. Me gusta observarlo, parece que el mundo se pare y estemos solo el y yo. Ese pensamiento me saca una sonrisa boba y el abre los ojos, los tiene hinchados de tanto llorar, entonces me acuerdo de todo y no puedo evitar pensar en que tendría que estar en mi casa hace mucho.
-Santi debo irme a prisa, ya llevo mucho rato fuera.
-¿Tan rápido? Quiero estar eternamente contigo.
-Venga vamos.-Digo a la vez que me levanto.
Me pongo nerviosa de camino a casa, no quiero ni pensar que pasaría si descubren que no estuve en casa. Cuando llegue le di un rápido beso a la persona que más amaba y escale hasta mi balcón. Cuando entre todo parecía en orden y decidí bajar al la sala para rectificar.
-¿Mi padre aun no regreso?
-¿Donde estabas?-Dijo y observe que estaba tomando alguna bebida alcohólica trasparente.
-Estuve en mi cuarto, me quedé dormida con los auriculares puestos.
-No mientas, se que te escapaste- Se levanta y se pega lentamente a mi, hasta que queda cerca, tan cerca que puedo notar el hedor a tequila que desprende su boca.- no se lo diré a tu padre, esto puede ser un secreto entre nosotros.
Me puse pálida y sentí pánico.
-Dije que estuve en mi cuarto.- Sentencie y di media vuelta para subir las escaleras lo más rápido que pude. El me siguió pero su embriaguez lo hizo tropezar y lo ralentizo. Me encerré en mi cuarto lo más rápido que pude, pero me alcanzó y metió la mano entre la puerta para evitar que la cerrará. Empuje con todas mis fuerzas y pero al final consiguió abrirla. Mi cara era de puro horror, no sabía que seria de mi en los próximos minutos. Grite y le rogué que no me hiciera daño.
-No te voy a lastimar, lo vas a disfrutar, te lo aseguro.-Dijo con una mirada encendida que me recorría el cuerpo mientras me agarraba las manos muy fuerte.
-Por favor, sueltame.
Entonces entro alguien por el balcón y yo me desmaye. Abrí los ojos, estaba en mi cama, ¿Qué había ocurrido? Los recuerdos eran muy borrosos y no me aclaraban. Marco entro con un vaso de agua y el labio hinchado.
-¿Estas bien?-Entonces lo recordé.
-Sí le dices a mi padre que me fui en la mañana, le diré lo que me querías hacer, ten por seguro que te dará a los perros.
El trago saliva, asintió y salio de mi cuarto. Alguien me salvo, ¿pero quien?. Mi mente se perdió intentando adivinarlo sin éxito y acabe pensando en Santi.
~Santiago:
Me dio un dulce pero corto beso en los labios y se aligero a subir a su cuarto. Me apoye en una farola y mire embobado la entrada de su cuarto. Es tan perfecta que no la merezco, yo al lado de ella no soy nadie. Ella lo es todo, es mi todo. Soy tan feliz de tenerla a mi lado que me olvido de que estoy observando a su balcón como loco y tan solo pienso en Ximena. Hoy estuvo genial, nunca dormí tan bien desde que ingrese en la banda. Ella hace que me tranquilice, mi mundo se pare y me haga creer que estoy seguro, ella es mi talismán estoy seguro que con ella a mi lado nada me pasara, es mi Dios. En cambio yo para ella soy de mal agüero, la estoy metiendo en problemas. Sólo recordar que la raptaron por mi culpa, si yo no hubiera estado en el mercado...
-Por favor sueltame. -Escuche gritar a Ximena desde el balcón de su habitación.
Algo pasaba, así que escale corriendo hasta llegar a su dormitorio. La escena me heló la sangre y una onda de rabia me recorrió el cuerpo. Marco tenia agarrada a Ximena por detrás y agarraba sus manos con fuerza dejando marca, ella lloraba y , le rogaba pero el no cesaba. La mirada de el se poso en mi mientras Ximena se desplomaba en el piso. Rápido cerré mi puño y golpee con fuerza la boca de el, haciendo que se le quebrará el labio. Acosté a Ximena en su cama mientras Marco salia de mal humor hacia el baño para limpiarse el labio, si querías hacerle algo a ella y te interrumpi, lo siento, pero te va a ser difícil. Al cabo de un rato me dirijo hacia donde Marco que ahora está en la sala.
-Ella es mía, ¿entiendes?. Si le vuelves a tocar...-Lo agarre por el cuello de la camisa que llevaba y deje sin terminar la frase porque sabía que ya lo había dicho todo.
Di media vuelta y salí a la calle pasando por el cuarto antes y dándole un beso en la frente a Ximena, como suelo hacer con mis hermanos. Cuando estoy abajo observó para ver que Marco no vuelve atacar. Me quedé allí una media hora hasta que la vi salír al balcón. Mientras la observe se me dibujo una tonta sonrisa en la cara que afirmaba lo enamorado que estaba de ella.
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Un amor entre bandas.
RandomXimena es la hija de un rico hombre jefe de una banda macabra que hacen daño a la gente del país en el que viven, su madre fue asesinada cuando ella tenía 14 años. Ella ya tiene los 15 años aunque aparenta mucho más, la vida la ha obligado a madurar...