~Ximena:
El me ama y yo lo amo, ¿que más da lo demás?, pero nose como es el, lo conozco de muy poco, quizá me haya precipitado... Pero lo amo, quiero gritarlo desde la montaña más alta y que se enteré todo el mundo, ojala pudiera hacerlo. Ya tengo ganas de volver a verlo, tengo ganas de saberlo todo de el y que el sepa todo de mi. De repente noto algo agitado en el salón, quizá sea Santiago, quizá mi padre lo haya pillado. Salgo agitada de la habitación y me encuentro con tres hombres, me colocan un paño en la boca y caigo en un sueño profundo.
Abro los ojos, todo esta oscuro. Estoy en una especie de cuarto de madera mal construido, tengo mordaza en la boca que me impide gritar o hablar, las muñecas y los pies atados. ¿Donde estoy?, ¿que van a hacer conmigo?, ¿Santiago esta implicado en esto? No, no creo o más bien mi subconsciente evita esa idea, sólo espera que no le hagan nada a él también, quiero que este bien. Ohhh Santiago, necesito verlo. De repente se habré la puerta y entra un poco de luz.
~Santiago:
La amo, no cambiaría ninguna de las palabras que le e dicho porque todo es cierto. Voy caminando hacia mi casa para comer, pero lo hago pensando en ella, es tan maravillosa que en realidad no la merezco.
-Hola.-Digo.
-Hola Santiago, prepare pollo, tus hermanos están al llegar, la verdad que no te esperaba tan pronto en casa.
-Mamá, no había que hacer.
Ella asiente, aunque se que lo hace con desaprobación. Amo a mi madre, ¿pero tanto como a Ximena?. Al recordarla se me dibuja una sonrisa en el rostro y mi madre me mira con intriga, sabe que le ocultó algo, pero se que no me preguntará porque no se lo contaré. La verdad a veces siento que me e distanciado de mi familia por la banda, quizá la deje, a Ximena tampoco le gusta, ¿pero como hacerlo?. Mis hermanos llegaron de la escuela y comimos en silencio, no hablamos mucho, o al menos no hablan mucho cuando estoy en casa. Extraño esos momentos en los que realmente éramos una familia. Después de comer fui a la banda, quizá hayan notado mi ausencia. Al llegar esta todo algo revuelto, ¿que me habré perdido?
-Santi, tienes trabajo, lleva esto a la chica que esta en el caseto de madera.
No, no se han fijado en mi ausencia, tomó una bandeja con una comida que lleva agua, pan y algo con muy mala pinta, nose quien será la chica a la que habrán retenido pero no me gustaría estar en su lugar. Siento lástima, no comprendo a esta gente. Camino hacia el caseto y en cuanto abro la puerta se me hiela la sangre.
-¡Ximena!-Grito y me arrepiento por si me oyen. ¿Qué hace aquí?, ¿porque la han traído?, veo que tiene una mordaza en la boca y se la sacó con cuidado. Ella guarda silencio y sin poder
reprimirme
la abrazo, fuerte, como si así pudiera transportarla a otro lugar, a un lugar seguro.
-Santi, no te vayas de mi lado, no quiero, llévame a otro lugar.-Susurra a llanto vivo.
-No se porque te han traído, lo preguntaré y te sacaré de aquí te lo prometo, por favor no llores-Susurro y noto los ojos húmedos, agradezco la oscuridad.- come sino morirás, te prometo que te sacaré, debo irme.
Le doy un breve beso, ¿cuando volveré a besar esa boca?. Juro que como le hagan algo... ¿y si le hacen algo? No puedo con ellos, son miles. Salgo del caseto y me seco los ojos llenos de lágrimas. No puedo estar allí necesito respirar, me falta el aire.
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Un amor entre bandas.
De TodoXimena es la hija de un rico hombre jefe de una banda macabra que hacen daño a la gente del país en el que viven, su madre fue asesinada cuando ella tenía 14 años. Ella ya tiene los 15 años aunque aparenta mucho más, la vida la ha obligado a madurar...