Capítulo 8

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~Ximena:

El me ama y yo lo amo, ¿que más da lo demás?, pero nose como es el, lo conozco de muy poco, quizá me haya precipitado... Pero lo amo, quiero gritarlo desde la montaña más alta y que se enteré todo el mundo, ojala pudiera hacerlo. Ya tengo ganas de volver a verlo, tengo ganas de saberlo todo de el y que el sepa todo de mi. De repente noto algo agitado en el salón, quizá sea Santiago, quizá mi padre lo haya pillado. Salgo agitada de la habitación y me encuentro con tres hombres, me colocan un paño en la boca y caigo en un sueño profundo.

Abro los ojos, todo esta oscuro. Estoy en una especie de cuarto de madera mal construido, tengo mordaza en la boca que me impide gritar o hablar, las muñecas y los pies atados. ¿Donde estoy?, ¿que van a hacer conmigo?, ¿Santiago esta implicado en esto? No, no creo o más bien mi subconsciente evita esa idea, sólo espera que no le hagan nada a él también, quiero que este bien. Ohhh Santiago, necesito verlo. De repente se habré la puerta y entra un poco de luz.

~Santiago:

La amo, no cambiaría ninguna de las palabras que le e dicho porque todo es cierto. Voy caminando hacia mi casa para comer, pero lo hago pensando en ella, es tan maravillosa que en realidad no la merezco.

-Hola.-Digo.

-Hola Santiago, prepare pollo, tus hermanos están al llegar, la verdad que no te esperaba tan pronto en casa.

-Mamá, no había que hacer.

Ella asiente, aunque se que lo hace con desaprobación. Amo a mi madre, ¿pero tanto como a Ximena?. Al recordarla se me dibuja una sonrisa en el rostro y mi madre me mira con intriga, sabe que le ocultó algo, pero se que no me preguntará porque no se lo contaré. La verdad a veces siento que me e distanciado de mi familia por la banda, quizá la deje, a Ximena tampoco le gusta, ¿pero como hacerlo?. Mis hermanos llegaron de la escuela y comimos en silencio, no hablamos mucho, o al menos no hablan mucho cuando estoy en casa. Extraño esos momentos en los que realmente éramos una familia. Después de comer fui a la banda, quizá hayan notado mi ausencia. Al llegar esta todo algo revuelto, ¿que me habré perdido?

-Santi, tienes trabajo, lleva esto a la chica que esta en el caseto de madera.

No, no se han fijado en mi ausencia, tomó una bandeja con una comida que lleva agua, pan y algo con muy mala pinta, nose quien será la chica a la que habrán retenido pero no me gustaría estar en su lugar. Siento lástima, no comprendo a esta gente. Camino hacia el caseto y en cuanto abro la puerta se me hiela la sangre.

-¡Ximena!-Grito y me arrepiento por si me oyen. ¿Qué hace aquí?, ¿porque la han traído?, veo que tiene una mordaza en la boca y se la sacó con cuidado. Ella guarda silencio y sin poder

reprimirme

la abrazo, fuerte, como si así pudiera transportarla a otro lugar, a un lugar seguro.

-Santi, no te vayas de mi lado, no quiero, llévame a otro lugar.-Susurra a llanto vivo.

-No se porque te han traído, lo preguntaré y te sacaré de aquí te lo prometo, por favor no llores-Susurro y noto los ojos húmedos, agradezco la oscuridad.- come sino morirás, te prometo que te sacaré, debo irme.

Le doy un breve beso, ¿cuando volveré a besar esa boca?. Juro que como le hagan algo... ¿y si le hacen algo? No puedo con ellos, son miles. Salgo del caseto y me seco los ojos llenos de lágrimas. No puedo estar allí necesito respirar, me falta el aire.

Un amor entre bandas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora