Cuando fuimos nada

Vuelve, amame, hiereme, no te alejes

Te extraño desde aquel alejamiento, de ese adiós sin fundamento.
El alma se me hace mil pedazos y te extraño.
Tú fuiste mi alegría y ahora eres mi tormento.
Si pudiera encontrar la solución para olvidar que aún te quiero todo sería diferente.
Pero tu llamas y yo caigo rendida a tus pies. ¿Puede alguien pedir más?
Y si existiera algún tipo de fármaco o posima para olvidar ya te habría borrado por completo, pero aún no encuentro la solución.
Así que sólo trato de no amarte, aunque el el fondo sé que esto esta muy lejos.
Trato de no necesitarte, y esto me esta matando.
Y no puedo ver el lado positivo aquí abajo. Dónde no te tengo.
Aún así seguire intentando dejarte ir, aunque no sepa con que fin, porque tratando de no amarte, sólo me hace amarte más.
Se que esta clase de dolor sólo se cura con el tiempo y es por eso que no puedo dejarte ir.
Porque no es tan sencillo apartarte ni apartarme de ti; y porque todo lo que hago me recuerda a ti, no puedo hacer nada sin pensarte.
Lo único que hago es hablar conmigo misma y escribirte al aire. Aún sabiendo que quizás nunca sepas estas palabras.
¿Te has alejado de mi estos últimos días por algo que hice?
¿Era ese alguien más?
Esto suena complicado, pero voy a pasar un infierno sin ti. Por tus mentiras y demonios. Por tus arrepentimientos.
Vuelve y amame o hiereme, pero no te alejes...