CAPÍTULO V. "RAVEN"

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La abres despacio y con cuidado,  como si cuando la abras fuese a saltar un monstruo de su interior.

La carpeta contiene imagen e información. Te quedas más tiempo de lo que quieres mirando la foto.  Una foto en la que Rachel sonríe indiferente a la cámara.  Una sonrisa que parece una máscara.
Es innegable decir que no es bonita.

Despegas los ojos de la foto con esfuerzo y empiezas a leer el informe en voz baja.

-"Nombre: Rachel Roth,  Edad: 14, Tutores: desconocidos"...¿desconocidos?
Haces una pausa para analizar lo que acabas de leer.

-¿Es huérfana...? - susurras - "Madre asesinada,  padre desaparecido.  Enviada al orfanato de Sacramento hace dos años y recién trasladada a Gotham City..." Vaya expediente... 
Lees el informe unas cuatro veces más para que te quepa en la cabeza.

Aparte de que es la chica de tu recurrente sueño,  podría ser sospechosa de la misión.

Estas cansado para seguir con esto,  incluso se ha hecho de noche.
Te levantas intentando no hacer ruido, pones las carpetas en una pila y sales de la biblioteca.

No sabes por qué,  pero estás molesto y algo furioso.
Abres la puerta de tu habitación más fuerte de lo que pretendes.

-¡Ah!  Uff... eres tú... Me has asustado- grita Carl desde su escritorio con las manos en el teclado.

Te acercas a tu cama escondiendo las carpetas disimuladamente tras el brazo y te agachas.
-Losiento- te disculpas fríamente.
Cuando ves por el rabillo del ojo que Carl se encoge de hombros y vuelve su atención a la pantalla,  estiras el brazo por debajo de la cama y sacas una caja de metal sin hacer ruido.  Metes las carpetas con cuidado y la empujas hasta dejarla en su sitio.

Quieres hacer patrulla para relajarte un poco. 
Pero no puedes hacerlo si Carl está aquí metido. 
Esperas un buen rato a que Carl se canse o haga una pausa,  pero nada,  este chico no para.
Estas tumbado en tu cama,  boca arriba,  intentando leer un poco de Macbeth,  pero no dejas de pensar en ella y gritarte por dentro: "¿¡PORQUÉ?!"

Al cabo de media hora impaciente,  Carl te dice que va a salir a la biblioteca para fotocopiar no sé qué.  Te tragas tu felicidad y asientes con la cabeza sin apartar la vista del libro.
Pero en cuanto se cierra la puertade la habitación sales disparado hacia el armario.

El aire de la noche te agrada de verdad.  Ese aire frío que te penetra fuertemente en los pulmones.
Tomas una bocanada de aire disfrutando de él.
Las vistas desde ese ático son espectaculares.  Con todas las luces de los altos edificios encendidas y el cielo oscuro limpio de nubes. 
A lo lejos,  como de fondo,  se oyen sirenas de ambulancias o policías.  En fin, en Gotham City eso es normal.

No sabes por qué piensas que estaría bien que el chico de los ojos verdes estuviese aquí.  Apartas esos pensamientos con una sacudida de la cabeza.

Vuelves a la realidad y te dispones a saltar a otro edificio en cuanto oyes unas alarmas muy cerca de allí.


Al cabo de unos minutos escuchas unas alarmas de robos muy cerca de dónde estás.

No puedes evitar esbozar una gran sonrisa de complacidad y apretar el gatillo del gancho para buscar el lugar.

Es una joyería.  Te sientes un poco decepcionado. La puerta de cristal está hecha pedazos y puedes ver un gran agujero en el techo desde donde estás.
Bajas del edificio a regañadientes.
Solo son dos tíos, uno muy flaco y otro como el cuádruple más grande qué tú.

"Esto va a ser divertido... "-sonríes acercando la mano a la baina que llevas en la espalda.

De pronto la alarma deja de sonar y ya no ves a los hombres.
Te acercas con sigilo mientras te pones la capucha de la capa.

DEFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora