Saltos entre sábanas y juegos de almohadas.
Naruto y Hinata comenzaron a disfrutar de una relación a escondidas, basada en el silencio de cada uno, la discreción y el hermetismo. Los días en la escuela se convirtieron en juegos de seducción entre líneas, bajo un código único y desconocido para el resto, que terminaban con sexo en la ventana del apartamento de Naruto.
—Hay algo que debes saber —dijo Hinata una tarde que apareció sin avisar por el piso del profesor.
Naruto nunca había preguntado por su familia. No tenía ningún interés en conocer a sus parientes. Vivía el momento, sin un futuro resuelto, pero ni él ni nadie podía hacerlo. Pensó que viviendo el presente era la única forma de llegar al mañana. Y así continuó durante días, evitando cualquier tipo de pregunta o tema que estuviese relacionado con la familia. Se sentía incómodo hablando de ello. No obstante, Hinata decidió confesarse. Había muchas cosas que Naruto ignoraba.
—Mi padre es una persona importante —dijo la joven sentada en el sofá mientras Naruto miraba por la ventana. Una situación similar a la que tuvo con Ino antes de que se fuera para siempre —: Será el próximo primer ministro de Japón.
Las palabras de la joven cayeron como un jarro de agua fría bajo el húmedo cuello de Naruto, que observaba la lluvia al otro lado del cristal. Abrió su portátil y cedió el ordenador a la chica.
—Escribe.
Ella tecleó el nombre. En el buscador aparecieron miles de imágenes de un rostro mordaz y frío que había visto anteriormente, que siempre había estado ahí, omnipresente, sin decir palabra. Era Hiashi Hyuga, el candidato a las elecciones nacionales del partido más conservador del país. Naruto se cuestionó cómo no se había dado cuenta antes de todo aquello.
Hyuga parecía una persona seria y rígida, con valores estrictos. El programa de su partido proponía una reforma rígida para paliar algunos problemas de inmigración que el país estaba sufriendo, las cuestiones morales relacionadas con las prácticas abortistas, la educación religiosa en las escuelas y soluciones a los problemas socioeconómicos que las políticas liberales centristas no habían logrado solucionar. Hyuga suponía un cambio que muchos países europeos apoyaban para restablecer el orden del continente. Padre de familia, Hinata era la hija única por la que Hyuga estaba dispuesto a todo, o así se lo contaba ella.
—No es tan duro como parece. Es un buen hombre —explicaba a Naruto que miraba sentado las fotografías del ordenador —. Sólo quiere hacer bien su trabajo. Es una responsabilidad muy grande.
Naruto contempló la situación desde la distancia. Sintió miedo, aunque no estaba atemorizado por lo que pudiera hacer un hombre que vivía de la política. Siempre pensó que los políticos que aún no habían llegado al poder eran los más susceptibles a la hora de tratar con ellos. Querían evitar a toda costa cualquier tipo de escándalo que derribara el trabajo ya hecho.
—Piensa que es un padre de familia más —dijo Hinata.
—No lo es —explicó el joven —. Arruinaría mi vida si supiera que estamos juntos.
—No tiene por qué enterarse...
—¿Bromeas?
—Sé cómo evitar a mi padre —dijo —. Soy su hija, es su sistema. Toda mi vida he convivido con ello.
—¿Y si se entera de que es el profesor de español el que duerme con su hija?
La chica entristeció y comenzó a recoger sus cosas
—Ahora entiendes por qué no puedo estar contigo.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?
—No me habrías besado —dijo ella.
—No tenía por qué ser así.
—Ser... ¿Cómo? —dijo la joven —. Nací en un mundo en el que las cosas suceden como deseo.
Naruto recordó de nuevo lo que le dijo Sasuke. Todo aquello de tirar la toalla, luchar por algo. Eso era lo que siempre había escaseado en su vida. Ella era la primera que arriesgaba su libertad por hacer lo que no estaba permitido, poniendo en peligro la carrera profesional de su padre.
Hinata estaba enamorada de Naruto y así lo confesó —: Sería capaz de hacer cualquier cosa.
Naruto la acarició y meció su cabeza contra el pecho.
Tan romántico, tan ensayado.
Días más tarde, Naruto suministró a Hinata un viejo teléfono con una tarjeta telefónica. Ambos utilizarían teléfonos diferentes para comunicarse. Naruto pidió a Hinata que tuviera el control del aparato cuando estuviese en su casa. Las citas se convirtieron en rutas de imposible acceso, citándose bajo un código secreto pactado por los dos. La primera letra de las cinco primeras palabras formaría el nombre de la calle. La sexta y séptima, el número. Las dos últimas palabras, la hora del encuentro. Un sistema complejo que torpemente dio resultados.
Se citaban en las esquinas, entre la gente. Frecuentaban la periferia de la ciudad, entre el peligro y la nada. Siempre con los relojes en hora y las baterías de los viejos teléfonos cargadas. Caminaban separados como dos desconocidos varias decenas de metros para terminar besándose en los callejones. En el High school Konoha nadie sospechó del Hiashice. A Naruto le excitaban sexualmente todos esos juegos inofensivos.
Por otro lado, Hinata sobornaba a algunas de sus amigas a cambio de silencio.
—Vámonos de viaje —dijo Naruto en una cafetería a las afueras de la ciudad —. Estoy cansado de esto, tú y yo, solos.
Ella dio un trago de su taza de té.
—No puedo.
—No sé, cualquier cosa —dijo Naruto.
—No olvides quién es mi padre —contestó Hinata —. No creo que sea buena idea.
—Algún día tendrá que enterarse, ¿no?
—Ahora no es el momento —rectificó la chica —. Todo está a punto de suceder.
—¿Cuánto va a durar? —preguntó Naruto compungido.
—Cuando terminen las elecciones —contestó Hinata.
Naruto se dio cuenta de que por mucho que ella lo amase, jamás sería capaz de traicionar a su padre. Ya había visto tal situación antes. Las relaciones entre hijas y padres, en muchas ocasiones, estaban por encima del propio cónyuge. Quizá por temor o simplemente respeto, Hinata asintió con la cabeza, aclarando que la conversación había terminado.
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Gakkō ai ( amor escolar) NaruHina
FanfictionNaruto es profesor en una escuela para señoritas y se enamora de Hinata una alumna de ultimo grado hija del secretario general, el cual se encargara de no dejarlo junto, pero ellos luchan por el amor que se tiene. Fin de publicación: 18/01/2019 3:4...