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- ¿Si?

- Josh, por favor perdóname, te lo pido por favor no podría haberlo imaginado, lo siento- sentía que las lágrimas caían por sus mejillas.

- Espera, espera. Primero, ¿eres Tyler verdad?

- S-si.

- Vale, y ¿de qué hablas?

- Tenías razón, lo siento... Jenna le contó a mi madre todo. Incluso nos hizo fotos.

- ¿Fotos? ¿Qué tipo de fotos?- preguntó Josh alterándose.

- Tú... y yo... j-juntos.

- Yo... ¡yo la mato!

Tyler no contestó esperando a que Josh terminara de hablar y de insultar a Jenna, el castaño ya se había tomado mucho tiempo para ello así que no se unió a la conversación.

- ¿Y que te ha dicho tu madre?- dijo cuando ya paró

- Esa es la peor parte.- el llanto volvió, si es que en algún momento se había ido.

- Di, Tyler, qué dijo.

- Me ha prohibido que salgamos y dijo que era mejor que no nos viéramos en un tiempo.

- ¿Cómo? Pero es tu vida, no te lo puede prohibir.

- En realidad aún tengo 17 años.

- Me da igual. ¿No entiende que su hijo puede amar a alguien?

El castaño pensó en decir que no, que era la respuesta verdadera, pero no dijo nada.

- ¿Y cómo nos vamos a ver? Yo quiero verte, Josh...

- Lo sé, yo también, tenemos que encontrar la manera.- después de un rato- ¿Cómo de alta es tu ventana?

- Bastante. Eso no servirá.

- Pues... ¿puedes faltar un día a clase?

- Si.

- Vale pues- de pronto de calló.- luego te llamo que viene mi padre.

- Oye...- dijo evitando que el teñido colgara en ese mismo momento.

- ¿Qué?

- Lo siento.- sonaba muy arrepentido.

- Tyler, no te preocupes.- colgó.

El castaño dejó el móvil en su mesilla y se volvió a tumbar. Quería estar con Josh en ese mismo momento y llorar en su hombro hasta que se cansara o no le quedaran lágrimas. Necesitaba abrazarle.

Su madre le llamó desde la planta de abajo, y después de pensar decidió bajar. Cuando estuvo abajo la buscó y se encontraba en la cocina.

- Qué- dijo Tyler lo más borde que pudo.

- Oye, conmigo no te enfades, eres tú el que estás haciendo algo malo.

- No. Eso no es malo.

- Si que lo es.

- No.

- Si.- cuando Tyler iba a decir de nuevo "no" la madre habló de nuevo.- Ya vale.

- No, ya vale no. Estoy harto que de tú elijas todo de mi, por el amor de Dios, ¡si me elijes hasta la ropa! Ya basta mamá, tengo 17 años, no 5. Ya. Basta. Si quiero salir con mi hermanastro, lo hago, tú no me lo puedes impedir.

Pareció que la madre se había quedado sin palabras, pero después habló, o mejor dicho gritó.

JOSHLER - Hermanos sin sangre [en curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora