14

15 5 0
                                    

Josh se despertó dolorido, aquellas camas eran horrorosas. Pensó que estaba en su casa, pero se asustó al ver que no estaba en lo cierto. Miraba de un lado a otro sin poder recordar nada, ¿qué había pasado? Vio a Tyler a su lado, profundamente dormido. Recordó el vaso que se bebió el menor, por la dichosa Jenna, y más tarde recordó todo lo ocurrido. No tenía tiempo para enfadarse, solo quería despertarle y salir de allí.

- ¿Tyler?- le movió ligeramente el hombro, pero al ver que no reaccionaba lo hizo más fuerte.- Tyler, despierta.- el castaño entreabrió los ojos.
- ¿D-dónde estoy?- dijo casi sin vocalizar.
- Venga levanta, tenemos que irnos.
- Me duele la cabeza.- dijo tapándose los ojos.- ¿Qué pasó ayer? Solo recuerdo que entramos a la casa.
- Jenna te drogó.- fue bastante directo. Tyler dejó de frotarse los ojos y le miró.
- ¿Qué?
- Si, nos ofreció dos vasos y tú te lo bebiste. Llevaban algo.
- No, no puede ser. ¿Jenna? Es mi amiga, no puede haber hecho...- Josh le interrumpió.
    - Eso mismo dijiste anoche, pero tendrías que haberte visto... Te subiste a una silla con el propósito de decirle a todo el mundo que estamos juntos. Casi la lías.
    - N-no lo recuerdo.
    - Y también me hablaste mal.- dijo el mayor apartando la mirada.
    - ¿Yo? ¿Qué te dije?
    - Te intenté calmar y llevarte a casa, pero tú solo pensabas en que yo quería fastidiarte la noche. No pude llevarte ni si quiera al coche.
    - L-lo siento Josh... seguro que bebí de más...
    - Da igual.

Cuando salieron del cuarto la casa estaba destrozada, pero no había casi nadie. Dos o cuatro personas dormían en el suelo, y los hermanastros tuvieron que saltar vasos y ropa para llegar a la puerta. Entraron en el coche.
Algo hizo que el castaño se sobresaltara. Su teléfono sonó, y cuando lo sacó del bolsillo de su chaqueta pudo leer "Jenna". Miró a Josh, y este suspiró.
- Haz lo que quieras, si no me crees... es tu problema.- Este desvió su mirada a la ventanilla. Tyler cogió la llamada.
- ¿Diga?
- ¡Tyler!- Josh podía escucharla a pesar de que el móvil estuviera lejos.
- Si.- este intentaba parecer serio, aunque no creía lo que el mayor le había dicho no quería mostrarse muy receptivo con la chica.
- Te dejaste anoche la chaqueta en casa de Ryan, quería acercarme a tu casa a dártela, si quieres.
En ese momento el teñido le miró con expresión sorprendida, esperando la respuesta de Tyler. El menor se miró, descubriendo que no tenía puesta su chaqueta.
- No.- dijo recordando que estaba en casa de Josh.- Mejor dámela el lunes.
- ¿No la necesitaras el fin de semana?
- No, tengo más. Pero gracias.
- De nada.- cuando Tyler iba a colgar, la chica habló de nuevo.- Oye, ¿que pasó anoche? ¿Estabas mareado o algo?

Josh no pudo más, reventó de la rabia que tenía hacia Jenna. Cogió el móvil del menor y se lo puso en la oreja.
- No te hagas la tonta, tú le drogaste en la fiesta.- dijo el mayor sin pensar.
- ¿Qué? ¿Quién eres?
- Eso no te importa, deja ya a Tyler en paz, entiende que está con otra persona.- Jenna balbuceó algo que ninguno entendió porque ella se estaba poniendo algo nerviosa, y Josh desesperándose colgó.

Tyler cogió su móvil despacio, sin mirar al mayor. Este arrancó el coche.
Un rato después el castaño decidió hablar.
- ¿Por qué has hecho eso?
- Te estaba vacilando, ¿es que no lo notas?
- Lo que noto es que te estás creando en la cabeza una historia que no es real. Jenna no me drogó, solo bebí más de la cuenta. Ella solo intenta ser mi amiga, después de lo que la hice... lo entiendo.
- No, Tyler, ¿no ves que está consiguiendo lo que quiere? Te estás compadeciendo de ella, eso es lo que está intentando. Abre los ojos.
- Ábrelos tú. Si es por celos déjalo, sabes de sobra que solo te quiero a ti.
- ¿Qué va a ser por celos? ¿Qué dices? Solo intento que te des cuenta.- este tema estaba sacando a Josh de sus casillas.
- ¿Entonces por qué lo haces? ¿Qué tienes contra Jenna?- Tyler no entendía el comportamiento de su hermanastro.
- ¡Que no tengo nada contra ella! ¡Solo quiero que sepas sus intenciones!

Tyler giró la cara hacia el cristal. Era la primera vez que Josh se ponía así y le gritaba. Le había dolido mucho, se sentía fatal. No quería que el mayor le viera llorar, y cuando notó un nudo en la garganta se obligó a reprimir las lágrimas. A Josh le pasó igual, no sabía porqué Tyler estaba tan ciego ante el comportamiento de la rubia, en ese momento hizo lo que le pidió su subconsciente, no midió ni sus palabras ni su tono de voz. Quería pedir perdón al menor, pero no pudo ya que sus sentimientos se agazaparon en su interior y notó que si hablaba se le rompería la voz.

Llegaron a casa de Josh, y Tyler se bajó del coche sin decir nada. Esperó a que el mayor abriera con la llave la puerta principal, y cuando lo hizo subió las escaleras intentando no correr y se metió en el cuarto de Josh. No cerró la puerta porque no se sentía del todo seguro en aquella casa, le costaba acostumbrarse a los cambios. El mayor no sabía si subir o quedase abajo, pensó que tal vez el menor querría estar solo así que se quedó abajo viendo la tele.

Minutos después Tyler decidió bajar, no aguantaba más allí arriba, sin dejar de darle vueltas a la cabeza y sabiendo que Josh estaba abajo. Pisó los escalones despacio para no hacer ruido, y cuando llegó al salón vio al teñido tumbado. Se acercó y se percató de que estaba dormido. El castaño se quedó así, mirándole, como 2 minutos. Era adorable cuando dormía. Después fue a la cocina a comer algo y cuando volvió Josh estaba sentado en el sofá. Este ni si quiera le miró, pero Tyler sabía que el otro se había percatado de su presencia ya que estaba haciendo ruido con un envase de galletas. Se sentó en el sillón de al lado a comerlas.

    - ¿Me das una?- dijo Josh, con cara inexpresiva. Tyler no habló, solo le dio la galleta. Volvió la mirada a la televisión, y escuchó que el tintado dijo algo en bajo. Pensó que se lo había dicho a él.
    - ¿Qué?
    - Que... s-siento haberte hablado así.- Tyler notó que le había costado pedir disculpas. No respondió.- Es que... me da rabia que Jenna te trate así, después de todo lo que has hecho por ella.
    - ¿Y como me trata?- se dio cuenta de que estaban en las mismas. Las mismas preguntas, las mismas respuestas...
    - Con rencor.- suspiró para callarse, no quería liarla más.
    - ¿Qué más te da como me trate?
    - Porque sé que ella te importa. No quiero que lo pases mal.
    - Creo que sé cuidarme solo.- a Tyler le gustaba que le protegiera, pero ahora notaba que se estaba pasando.
    - Esto no lleva a ningún lado.
    - ¿El que?
    - Discutir- dijo con evidencia Josh.

Tyler cerró los ojos al escuchar esa palabra. Recordó cuando sus padres estaban juntos, ya los últimos meses, y discutían. Día y noche. A cada hora, por cualquier cosa, cualquier chorrada. Todo era motivo para enfrentarse, llegó un momento en que no estaban de acuerdo en nada. Al castaño no le gustaba llamarlo trauma, pero en el fondo lo era. Y ahora recordando todo eso, las imágenes que había en su cabeza de su madre discutiendo con su padre se apoderaron de él, notaba que le faltaba el aire. Como consecuencia de ello dejó que el nudo que tenía hace rato se deshiciera, dejando que algunas lagrimas mojaran su cara. Josh le abrazó.

    - No pasa nada, Ty.- no le gustaba verle mal.- No llores.
Cuando se separaron se miraron a los ojos, Josh le limpió una mejilla y posó sus labios en la contraria.
    - Me da igual Jenna. No me importa lo que piense de ti y de mi.- dijo el castaño cuando el otro aún no se había separado de su cara. Fue dando pequeños besos, aproximándose a sus labios. Tyler giró un poco para encontrarse con los de Josh, le cogió del mentón y lo besó. Poco a poco se fueron tumbando en el sillón, sin separarse. El teñido se puso a un lado del menor, y apoyó su codo en el sillón para sujetarse la cabeza con la mano, así poder observar a Tyler.- ¿Qué miras?- le dijo sonriendo.
    - A ti.- no pudo evitar sonreír también.- ¿Y tú?
    - A una persona muy, muy fea.- Josh le dio una pequeña patada en la pierna.- ¡Au!

Ya solo quedaba un día para que Kelly supiera la cosa tan horrible que su hijo estaba haciendo. Tenía todo listo para enseñárselo, fotos y conversaciones. La madre estaría tan alucinada que no se preguntaría de donde había sacado todo eso. Al fin Tyler sabría lo que es no poder estar con quien tú quieres.

JOSHLER - Hermanos sin sangre [en curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora