JOSHLER - Hermanos sin sangre [en curso]

1

Otra vez, sin darse cuenta Tyler se despertó sudando y jadeando como si acabara de recorrer 200 metros. Le faltaba el aire, tenía que respirar fuerte y agitadamente para no desmayarse. Se preguntaba porque le ocurriría eso, ¿sería por los problemas con su novia o por sus problemas por estar confundido por su orientación sexual?, no lo sabía. Nunca se acordaba de qué soñaba, pero debía de ser horrible. Se atormentaba la cabeza pensando en ello, intentado responderse las preguntas que siempre tenía rondando por su pequeño cerebro, intentando dar una explicación a por qué le gustaba un chico. "¿en serio, Tyler? Eres heterosexual y tienes novia, ¡por el amor de Dios!" se decía.

Su respiración ya era normal, miró el reloj: 6:50, el despertador sonaría en 10 minutos. Decidió desactivarlo.
Se levantó, las sabanas y la almohada empapadas en sudor, el pijama pegado a su piel y el cabello húmedo. Entró en el baño y encendió el grifo dejando correr el agua hasta que se graduó, la puso templada, aunque más fría que caliente. Se quitó el pijama y su cuerpo desnudo poco a poco fue entrando en el chorro de agua, provocando que su piel se erizara. Dejó que el agua le cubriera por completo, intentando relajarse de aquel sofoco. Pronto se acordó de que tenía un examen nada más llegar y necesitaba estudiar, aceleró para que le diera tiempo.

Paso rápido, manos en las asas de la mochila, reloj: 8:50. Ese era Tyler intentando no llegar tarde al examen. Iba con la mirada fija en el suelo pero decidió levantarla; a punto de atravesar la fachada del edificio donde vivía Jenna. Se frenó y la buscó, no estaba. Avanzó. Prefería no cruzarse con ella y tener que darle a esas horas de la mañana la explicación que ésta llevaba esperando una semana. Tyler le ponía excusas como: he quedado para cenar con mi hermano, o tengo que estudiar... pero se le habían acabado. Jenna ya no le creería, de ese día no pasaba, pero prefería que fuera en el descanso de las 12, a las 8:50 no tenía ni ganas ni argumentos que dar. Ya pensaría más tarde en eso. Cuando menos se lo esperaba notó un tierno beso en su mejilla, Tyler no quiso mirar, ya sabía quién era. Una ola con olor a vainilla le inundó las fosas nasales, antes le gustaba y la abrazaba para buscarlo, podía estar así un día entero, rociándose de ese aroma. Ahora no, ahora lo odiaba, intentó no respirarlo.
   - Hola, Ty. ¿Habrás estudiado no?- dijo sonriendo. "Ya está con sus interrogatorios de madre", pensó. También odiaba eso. Intentó contestar bien.
    - Si, ¿y tú?
    - Claro- hubo unos segundos de un silencio bastante incómodo, hasta que ella dijo: -Ty, ¿que pasa? Llevo una semana intentando averiguar que te pasa pero no lo consigo, ¿por qué no me lo cuentas, ya no confías en mí?, ¿es por mi?, ¿es por tu familia?, ¿algo del instit...- no la dejó terminar
    - No, Jenna. Para.- los dos dejaron de andar. -La verdad es que si, me pasa algo, pero tranquila que no es por ti, es por mi. No es nada relacionado con mi familia, ni el instituto ni nada de eso. Es algo que debes saber, pero no es el momento. Perdona, pero quiero estar solo.- antes de irse.- Ah, y llámame Tyler por favor, no Ty.- anduvo más rápido hasta estar lo bastante lejos.
Todo lo que acababa de soltar le había dejado tranquilo pero a la vez angustiado, le daba pena Jenna, ella no tenía la culpa de sus vaivenes emocionales, pero debía saberlo, era su novia. De momento. Escuchó pasos de unos zapatos que se acercaban por detrás, Tyler giró la cabeza. Era Jenna, "¿pero no la he dicho que quiero estar solo?" pensó. Cuando se acercó y la imagen se aclaró vio su cara roja y ojos llorosos, lágrimas escurriéndose por sus mejillas y los labios apretados intentando no gritar. De inmediato Tyler frenó y no esperó a que llegara, se acercó para encontrarse con ella. Cuando ella vio que este andaba se paró para esperarle, se tapó las manos con las mangas del jersey que llevaba y se las echó a la cara, llorando completamente descompuesta.
    - Jenna, no. No llores por favor.- la abrazó y ella le rodeó el cuello con sus brazos. Se arrepintió de haberla dejado así allí atrás, sin dejarla responder y sin ni siquiera mirar su cara. Fue duro, no se dio cuenta.
    - Te quiero, Tyler.- dijo con voz temblorosa. Nunca la había visto así, tan destrozada.
    - Lo siento, no te tenía que haber dicho eso. Perdón de verdad.- le dijo a Jenna. Se separó de él. La miró a los ojos. Se la había hinchado la cara y la tenía llena de puntitos rojos. Sus ojos también rojos ya habían dejado de echar lágrimas, y se le quedaron más azules de lo que ya los tenía, como fosforescentes. Tyler siempre ha pensado que Jenna era muy guapa, y lo sigue pensando, pero el problema no era ese; era que ya no la quería como antes, ya no sentía esas mariposas en el estómago cuando se acercaba a ella, ya no deseaba estar con ella a cada segundo y ya no necesitaba escuchar su voz diciendo "te quiero, Ty" para dormir tranquilo. Ya no la amaba. La quería porque era muy importante para él, desde pequeños habían estado juntos y era su amiga, pero no estaba enamorado de Jenna.
    - Tienes razón no es el momento,- dijo ella con voz aún temblorosa. -luego hablamos.- agarró el asa de la mochila que iba colgando y se fue.
Tyler se sentía fatal, ¿que acababa de hacer?, había hablado mal a la chica por la que había babeado el instituto entero, la que había ocupado sus sueños hace dos años, y aunque ahora no sintiera lo mismo, seguía siendo importante para él. Volviendo a la realidad salió por patas cuando miró el reloj: 8:58, mitad de camino.

Cuando llegó a clase la profesora estaba entregando los exámenes, llegó a las 9:01 y le pareció raro que no le dijera nada.
Durante el examen, Brendon, quien se sentaba a su lado, hacía muecas y tiraba su bolígrafo a posta para que Tyler riera, y estuvieron a punto de pillarlos. Hubo una segunda vez que solo pillaron a Brendon, le quitaron medio punto.
    - ¿Qué tal te ha salido el examen de primera hora?- dijo Brendon una vez acabado el examen, en el descanso de las 12.
    - Bien. Dentro de lo que puede ser bien con tus tonterías.- los dos rieron. Tyler vio a Ryan acercarse, se puso nervioso, todavía no sabía qué era lo que sentía. ¿Le atraía? ¿le gustaba? ¿le ponía?
    - Hey, tíos, ¿que tal?- les dio una palmada en el hombro a cada uno.
    -Bien- respondieron.
    - Tyler, ¿que le pasa a Jenna? Tenías que haberla visto en clase, no ha hablado con nadie y estaba distante. Creo que ha llorado.- Ryan coincidía con Jenna en clases, y Tyler con Brendon.
    - Lo sé, está mañana hemos... discutido.
    -¿Por qué?- dijo Ryan. Tyler no hablaba. -Lo siento, no quería meterme...
    -No es eso. Es que... os va ha sorprender mucho. -Ryan y Brendon le miraban expectantes. -Ya no estoy enamorado de ella.
    -¿Qué? Pero si no la dejaste en paz hasta que no la enamoraste- dijo Brendon
    - Yo sé por qué... hay otra, ¿verdad?- dijo Ryan, riendo.
    - ¿Qué? ¡No, claro que no! yo la quiero mucho, pero no para ser novios, y además no hay otra.- ni se le pasó por la cabeza decir "no hay otra; hay otro"
    - Entonces... ¿me la dejas?- dijo Brendon vacilando. Ryan se rió, pero Tyler aunque lo pillo, no se rió, pero fingió una sonrisa.
Les contó lo que ocurrió en la mañana con Jenna.
    - Pero tío no te sientas mal, si ella te quiere entenderá que solo quieres ser su amigo, y por lo de esta mañana no te preocupes. Te has disculpado.- dijo Ryan.
    - Ya... la dije que hablaríamos en el descanso pero la he buscado hace un rato y no la encuentro.
    - Está ahí- Brendon señaló una parte del patio donde había porterías y canastas, Tyler se dio la vuelta. Jenna estaba en un banco sentada, comiéndose un bocadillo.
    - Ahora vengo.- Tyler se acercó a ella.

Si os gusta y queréis saber que pasará con Jenna y dónde está Josh, darle votos y subiré más partes.