Capítulo 10. "REVELACIONES"

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Pasé el fin de semana sola, saqué ese beso de mi cabeza hasta que llegó el lunes, iba ensimismada en mis pensamientos viendo a la nada cuando choqué con alguien, levanté la mirada y era Axel, él, al verme, me sonrió.

-Buenos días, señorita Elizabeth.

-Buenos días, profesor.

En un segundo Axel acarició mi cabeza y me despeinó, se dio la media vuelta y se fue a donde quiera que iba.

Seguí caminando, ahora fijándome por donde iba, esperando con no encontrarme con Braulio y ni siquiera con James, no quería verlo en un tiempo largo, estaba avergonzada por el pequeño beso que me había dado, llegué a mi casillero segura y luego corrí hasta el salón en el que me tocaba, llegando a el sana y salva, sin un vistazo de nadie.

***

Con cada clase que pasaba me ponía mas nerviosa, no quería encontrarme con James, quería golpearlo por eso, era un idiota, quería mantenerlo alejado de mí, yo no sentía nada por él y no quería que sintiera cosas por mi, es tan ridículo.

Moví la cabeza de un lado hacia el otro sacando esos pensamientos de mi cabeza, no iba a dejar que se acercara a mi de nuevo. Fui hasta el comedor y elegí sólo un agua, sin hambre me fui a sentar en la mesa mas alejada posible, quería estar alejada de todas las personas posibles, no volvería a encontrarme con James o con alguno de los amigos de Braulio jamás.

Los besos son muestras de cariño, lo cual James no puede tener conmigo, ni siquiera podía pensar en algo como eso, me siento confundida, y lo mejor era no averiguar nada sobre lo que James pensaba sobre mi, no quería mas personas tan cercanas a mi, no le convenía estar con alguien como yo, sólo podemos amar a las demás personas en la misma medida en la que nos amamos a nosotros mismos y yo odiaba mi cuerpo.

Suspiré y veía por toda la cafetería, buscando las personas de quien alejarme, Braulio y sus amigos, no estaban y sonreí aliviada, estaba a punto de volver a mi agua en cuanto vi a James entrar, iba con otras personas y no me vio, así que desesperada salí por la otra puerta y me dirigí a cualquier lugar que podría estar vacío.

Tararee en voz baja "Already gone" mientras pensaba en algún lugar tranquilo, dejando inmediatamente fuera ir hacia las gradas, por razones obvias, hablé para mi misma.

-¿A que lugar nunca iría un grupo de idiotas?-Se encendió mi mente y murmuré.-La biblioteca.

Corrí hasta el edificio correcto y me sentí segura al traspasar esas puertas, como siempre, el lugar vacío, o al menos vacío de personas que no quería encontrarme. Me pasee por los pasillos observando los géneros literarios, los títulos que contenían las mas grandiosas historias de aventura, de extraterrestres, magia, acción y amor.

Negué con la cabeza.-Amor-. No se como me podían gustar esas historias, quizás es porque sabía que nunca obtendría nada como eso, no soy como esas princesas que son salvadas por un príncipe azul y las convierten en sus esposas, yo era mas como Elsa, como Mérida, pero una versión mas barata, sin castillo, sólo era yo y el villano que buscaba como atacarme, como matarme y sin un príncipe que me salvara de ello, sólo me tenía a mi misma y trataría de no morir en mi vago intento de salvarme de los dragones.

Tomé un libro al azar y me senté sin ver a nadie mas, pasé las páginas pérdida en la historia de una chica llamada Jodie que había perdido la memoria después de engañar a su marido y el hombre descubre un diario donde Jodie escribía, suspiré y seguí leyendo, pasé todo el descanso a salvo y antes de irme decidí llevármelo, la bibliotecaria pidió el nombre y lo apuntó "Nuestra Defectuosa Forma de Amarnos", lo acomodé bajo mi brazo y busqué la clase siguiente.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2017 ⏰

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La Chica de las Mangas LargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora