Capítulo 1. "Había una vez...una chica suicida"

230 24 4
                                    

Me despierta la alarma, estiro la mano y la apago, quedándose todo en silencio, me levanto de la cama y voy directo a mi armario en busca de algo que ponerme; encuentro un pantalón negro, una blusa morada y unos tenis, me visto y agarro mi pelo en forma de trenza; un segundo antes de salir

-¡Elizabeth baja a desayunar!

-¡Ya voy!- Le contesto.

Llego al comedor y ya están desayunando sin mí. Me siento y picoteo un poco la comida sin comerla realmente y me levanto; me cepillo los dientes y me voy con mochila en mano a la escuela.

                                                                                       ***

Me voy directo al salón en cuanto suena el timbre para la tercer hora, mientras voy caminando escucho unos pasos por detrás de mí, pasos que reconozco de inmediato, pesados, ágiles, son demasiados y me asusto, acelero el paso alejándome de ellos; oigo también como se ríen detrás de mi, de repente siento como golpeo a alguien y levanto la vista.

-¿De quién intentas escaparte?- Me dice. No respondo sorprendida de que no esté rodeado de todos sus estúpidos amigos.

Se vuelven a escuchar sus voces y Braulio comienza a sonreír burlonamente.

-¡Hey chicos! Miren quién se estaba escondiendo de ustedes.

Aceleran el paso al oír la voz de Braulio, cuando dan la vuelta, primero lo observan a él, su líder, como si fuera el tipo más apuesto de toda la escuela, después mueven su mirada hasta encontrarse conmigo y comienzan a reír.

-Hola, Elizabeth-. Me dice Sebastián.

Es el mejor amigo de Braulio, se acerca a mí y reacciono moviéndome hacia atrás, pero Braulio, que está detrás de mí, me detiene y ya no puedo moverme más, me empuja hacia enfrente y me golpeo contra el pecho de otro chico, el cual me vuelve a empujar y caigo en el suelo sin poder aguantar más tiempo parada, todos se empiezan a reír de mí, patean los libros, que salen de mi mochila, lejos de mí. Poco a poco se van alejando, yendo a donde quiera que van. Braulio, desde su altura, me ve burlándose con los ojos, sin decirme nada, sonríe y me da una patada con fuerza en las costillas dejándome sin aire, cierro los ojos y me quedo inmóvil tratando de respirar. Cuando abro los ojos de nuevo ellos ya están alejados de mi, me comienzo a levantar poco a poco y veo como uno de ellos voltea a verme, cuando ve que le estoy viendo, aparta la mirada y se queda allí, se topa con uno de mis libros, y lo observa detenidamente pensando en qué hacer con él, se agacha y lo lanza más cerca de mí, después, sin que me haya lanzado una mirada más, se va junto a su grupo de idiotas.

Recojo mis libros y trato de limpiar la suciedad de mi ropa, sin hacer caso de nada más, voy en dirección contraria en la que iba hace sólo unos minutos.

                                                                                            ***

Voy caminando por la calle mientras evito las ganas de llorar, veo un puente a lo lejos y voy hacia él, subo las escaleras pensando en todo lo que me pasa, sin saber por que me pasan estas cosas, estando en la mitad del puente; me siento en el suelo, sintiendo el calor del pavimento en mis piernas, en mis muslos; observo hacia abajo viendo como los autos pasan, un auto verde, una camioneta roja, todos esos conductores ocupados, sin darse cuenta que hay alguien que está llorando justo encima de ellos, despreocupados por todo lo demás, están sólo ellos y sus empleos, su familia, sus amigos, cada persona ocupada de su vida y yo, ocupada de la mía, a mi manera, aguantando todo lo que puedo aguantar.

Suspiro y cierro los ojos, saco del bolsillo de mi pantalón una hoja doblada y la abro, la leo en silencio mientras brotan lágrimas de mis ojos.

Ya no hay nada por lo que vivir.

Me he cansado de vivir, de luchar y de intentar que todo se arregle.

Ya no me queda nada, sólo quiero morir y dejar todo atrás.

Mi única forma de ser feliz es muriendo, llevándome conmigo unos pocos recuerdos "felices", si es que puedo llamarlos así, de la época en la que no sabía que existía un infierno.

Nadie me recordará eso es seguro.

Me dejaré caer en este pequeño infierno que me consume lentamente y susurrándome dulcemente al oído que la felicidad me aguarda al final del abismo.

Sólo un poco más y seré feliz.

Sólo un poco más y...

...estaré muerta.

Arranqué la hoja y la doble de nuevo, la puse en mi bolsillo, guardada donde estaba, siempre la cargaba conmigo por si alguna vez me atrevía a hacerlo de nuevo. La última vez no había terminado muy bien, siempre la guardaba en el mismo lugar "fácil de encontrar".

Me levanté y me senté encima de la barandilla viendo hacia abajo como los autos pasaban, despreocupados, por lo que podía ocurrir, inhalé y exhalé lentamente, cerré los ojos y me solté...

---------------------

BIEN, CHICOS, CHICAS, GRACIAS POR LEER EL CAPÍTULO, DEJÉNME EN LOS COMENTARIOS SI LES GUSTÓ, SÉ QUE EL CAPÍTULO ESTA CORTO, PERO VAN A IR AUMENTANDO LAS HOJAS xD Y UN SALUDO A Lizx15 POR ESCRIBIR YA QUE POR ELLA SUBÍ ESTE CAP :d BESOS :*

La Chica de las Mangas LargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora