BAILAME

NO ES DEL CASO QUE QUIERES HABLAR...

- Pasa muchacho te estoy esperando – respondió- el señor pearce al escuchar como alessandro tocaba a su puerta. – dime en que te puedo ayudar

- Buena noche Héctor como estas.

- Bien muchacho notando que hace menos de dos minutos cenamos juntos.

- Señor quiero hablar con usted de algo muy importante.

- Por tu expresión y cara sé que no es del caso dime muchacho en que te puedo ayudar.

Esto hizo que el pobre joven sudara más de lo normal pero que le estaba pasando parecía un puberto pidiendo permiso para salir con su novia por primera vez.

- Bueno señor tiene toda la razón no es sobre el caso que quiero hablar con usted.

- Entonces de que se trata....

- Señor vengo a hablar sobre su hija...

Esto hizo que el señor pearce levantara leve mente sus cejas en una expresión de confusión

- Y dime que sucede con ella no está rindiendo en el trabajo; te dije que la presionaras lo más que pudieras que pasa no puedes.

- No, no, no, tranquilo señor ella es una excelente aprendiz créame todas las pruebas que le pongo las descifra sin ningún problema.

- Entonces qué pasa con ella...

Sin más que hacer trago fuerte para poder decir las siguientes palabras.

- Señor vengo a pedirle permiso para salir con su hija por este fin de semana.

- que... fue lo único que el señor pearce pudo decirle

- así como lo oye señor; su hija y yo estamos saliendo desde hace una semana y déjeme decirle que la quiero y no es ningún juego para mí. – esto último lo dijo con firmeza

El señor pearce lo miraba sin decir ninguna palabra estaba sorprendido por lo que acababa de escuchar él había contactado a alessandro para que guiara a su hija en todo el proceso de aprendizaje confiaba en el pues había trabajado con su padre y sabía que el carácter del muchacho era igual o mejor que el de su viejo amigo.

- Bien; fue lo único que respondió el señor pearce con calma. Pueden salir pero cuídala bueno.

- Enserio- respondió alessandro un poco aturdido había jurado que sería echado de esa casa a patadas.

- Claro – le dijo el señor pearce;-alessandro sé quién eres y te conozco desde chico conocí a tu padre y créeme que confió en ti muchacho por eso te escogí para que guiaras a kaea y que seas algo de mi hija y me hallas afirmado que no es un juego para ti me deja más que claro el gran hombre que eres.

- Bueno señor gracias por la confianza créame que no lo defraudare y gracias por entender lo que pasa entre su hija y yo créame que la quiero demasiado.

- Bueno ya; ya a hora déjame ir a dormir yo también tengo a alguien que cuidar y amar.

- Claro señor que pase buena noche. –respondió el joven levantándose de su silla y saliendo del despacho. Pero el señor pearce lo detuvo un momento y le dijo

- Alessandro – si señor – ahora te hablare como padre no como abogado ni como amigo; si la haces llorar espero que sea de felicidad porque si veo lágrimas de amargura en el rostro de kaea créeme cuando te digo que te buscare hasta encontrarte y castrarte con mis propias manos.

El joven no pudo más que tragar fuerte; esa si había sido una amenaza de padre sobre protector y sabía que no era una broma por su cara de seriedad.

El señor pearce pasó por su lado y le dijo palmeando su hombro

- Que tengas buenas noches hijo duerme bien.

- Cla...claro señor pearce que descanse.

Sin más que hacer se dirigió a su habitación a organizar todo para el viaje; pero antes paso por la habitación de kaea para decirle que ya todo estaba arreglado para partir mañana en la mañana estaba ansioso por pasar esos dos días con ella y tenerla solo para él ,

- Hola bonita- la saludo al entrar a su habitación-

- Hey – le respondió ella al verlo cruzar la puerta- como va todo que hablabas con papa que era tan importante.

- Nada especial solo que ya tenemos el permiso para irnos mañana solo nosotros dos y tenerte solo para mí. –esto lo dijo al momento en que la tomaba por el rostro y la besaba.

- Y eso que le dijiste a papa para que nos dejara sin problemas.

- Eso es un secreto bonita. A hora déjame decirte que este short que llevas por pijama me está calentando demasiado y tengo unas ganas de arrancártelo y hacerte gemir hasta que te corras en mi boca...

- Aless no; para estamos en mi casa y mis papas están nos pueden escuchar.

- Vale me detengo pero mañana amor no tendrás escusa te are sentir tanto placer que no te acordaras ni de tu nombre. – vale lo que digas pero vete ya; que de pronto pasa alguien y te ve salir de mi habitación y eso joderia todo.

- Bueno me voy pero dame un beso quiero soñar contigo bonita.

La pelirroja no tuvo más opción que besarlo. Cosa que le encantaba sentir sus labios carnosos en los de ella y pasearse por toda su boca con su lengua.

- Nos vemos mañana amor a las 5am vamos saliendo,

- Bueno descansa y sueña conmigo. – le respondió ella.

- Créeme que lo hago todas las noches. – le respondió el guiñándole un ojo antes de salir y cerrar la puerta para dirigirse a su habitación.