Capitulo XVll

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POV Katniss:

Annie me tomó del brazo y me hizo caminar hacia la casa. Quería darle las gracias a Peeta, pero ella seguía insistiendo.

-A…Adiós, Peeta.- Dije rápidamente.

Él se despidió con la mano y luego ya estaba dentro de la casa. Annie soltó mi brazo y me miró con el ceño fruncido.

-Katniss, ¿En que estabas pensando?- Dijo en tono calmado pero claramente molesta.

-Sólo se me pasó la tarde y…

-¡¿Sólo se te pasó la tarde?! ¿Sabes lo preocupada que estaba?

-Sí, lo sé y lo siento, de verdad. Pero ya cálmate, estoy aquí sana y salva.

-Sí, gracias a Peeta.

Annie siguió hablando pero yo ya no la escuchaba. Miraba a un punto fijo y pensaba en él. Me acababa de dar cuenta que había pasado una tarde con Peeta y yo la desperdicié al completo.

“Dios, sí que eres estúpida”

Había tenido la posibilidad de volver a abrazarlo, a besarlo, a estar a su lado. Yo ya no podía con esto. Esto debía terminar antes de que terminara conmigo. Sentí como las lágrimas comenzaron a amenazar con salirse de mis ojos. Reaccioné, le asentí a Annie, sin siquiera saber de qué me estaba hablando y salí disparada a mi habitación.

-¡Katniss, lo siento, no quería hacerte sentir mal! Yo sólo quería…

-No es nada, Annie. Sólo necesito estar sola.

Cerré la puerta de un portazo. Me senté al borde de mi cama y comencé a llorar. No podía creer que a pesar de que Snow ya no estuviera en nuestras vidas siguiera haciéndonos daño a Peeta y a mí. Se nota que no tenía ni un pelo de tonto.

Me recosté lentamente, sintiendo el suave edredón. Cuando posé mi cabeza sobre la almohada sentí la esencia de Peeta. Su sutil olor a canela y eneldo hizo que se me estrujara el estómago. Él, él y sólo él podía hacerme pedir los estribos de esa manera. Me había dado cuenta que no podía vivir sin él en el peor momento, en el momento que estaba lejos de mí, en todos los sentidos.

Me aferré a las sábanas como si ellas pudieran traérmelo de vuelta. Todos los recuerdos invadieron mi mente; la primera arena, cuando lo vi con los profesionales y todo lo que desconfié de él en ese momento, cuando lo encontré junto al río, nuestros besos y caricias actuadas, cuando ganamos los juegos, el vasallaje, cuando chocó con el campo de fuerza, cuando me dio el medallón, cuando nos separamos y finalmente, cuando supe que lo habían secuestrado.

 Sin darme cuenta, estaba llorando descontroladamente, aún dolía tanto como cuando era un recuerdo fresco. Respiré profundamente y me limpié las lágrimas.

Me relajé y pronto ya estaba cayendo en un sueño profundo. Seguí reflexionando mientras cada vez me sentía más adormilada. Mi último pensamiento fue más como una orden.

“Voy a recuperarte”

Abrí los ojos de golpe. Me dolía la cabeza y el pecho y sentía la respiración pesada. Levanté la cabeza y vi la hora. Diez y media de la noche. Pretendía volver a dormir pero mi estómago rugió reclamando atención.

“Como no, si no he comido en horas”

Salí de la habitación mientras me arreglaba el abrigo. Bajé al primer piso y me dirigí hacia la cocina cuando una melodía me detiene. Seguí la melodía hasta la habitación que le había destinado a Annie y a Finnick. Miré por entre el espacio de la puerta y el marco de esta y me encuentro con Annie cantándole a Finnick para que se durmiera.

Cambiando Página (Katniss & Peeta) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora