Arrojémoslo al mar [KanTeuk]

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-----Tabla de Datos-----

•Título: Arrojemoslo al mar.

•Fic: One-Shot

•Fandom: ELF

•Pareja Principal: KanTeuk (Kangin y Leeteuk)

•Pov: General.

•Categoría: Romance.

•Sinopsis:
Botella, pétalos, cartas, ¿en conclusión? Una promesa...
-Vamos a verla desaparecer en el mar y cada vez que nos sentamos inseguros pensaremos en ella, así nada podrá separarnos.
-Y yo pensé que no eras nada romántico, mapache...
-Sera la última vez.
-Sí, claro...
-¿Vas a lanzarla o no?
La tinta de ambas cartas se desvanece conforme pasan los segundos...
Ahora, esta promesa, es irrompible.

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Arrojémoslo al mar...

Abrió los ojos lentamente cuando los rayos de sol comenzaron a molestarle. Una mano acariciaba lentamente su espalda desnuda y aquello provocaba que volviera a cerrar los ojos concentrándose en esa dulce caricia para volver a dormir.

-No te duermas -hablo el dueño de aquella caricia con la voz levemente cansada-. Ya son las once, hay que levantarse y dirigimos a...

-Cállate -le interrumpió una voz completamente adormilada-. Aquí el líder soy yo, recuérdalo.

Un gruñido bajo salió de sus labios para removerse entre las sabanas blancas, llegando con aquel acto hasta el pecho, también desnudo, de su acompañante. Lo abrazo con fuerza esperando a que el silencio reinara una vez más la habitación.

Nada y todo en ese tiempo había cambiado, ¿acaso eso era meramente posible? Qué más daba, en ese instante se encontraba en el cielo, le encantaba despertar a su lado y, por muchas obligaciones que le continuaran a ese día, aquel resplandeciente ángel no quería separarse del chico bajo sus brazos.

-No me lo hagas más difícil -volvió a decir aquella gruesa voz mientras seguía con aquella caricia a su espalda.

-Si continuas haciendo eso me volveré a dormir, Kangin -susurró arrepintiéndose al ínstate pues, aquella linda caricia se detuvo en seco.

Pestaño un par de veces antes de levantar la cabeza y mirarlo a la cara, específicamente, a ese par de ojos que le hacían sentir mil sensaciones diferentes a la vez. Con un movimiento rápido se coloco encima de él, importándole muy poco el hecho que ambos estuvieran completamente desnudos. ¿Por qué habría de incomodarle aquello? Aquel musculoso chico conocía su cuerpo a la perfección como él conocía el suyo.

-Buenos días, mapachito -el menor frunció el rostro listo para reclamar esa muestra de afecto tan cursi, pero su ángel no se lo permitió. Junto sus labios en un casto beso que lo saco de todo pensamiento existente.

-Buenos días -fue lo único que pudo responder antes de abrazarle por la cintura y profundizar un según beso. Ambos cerraron sus ojos para apreciar el bello palpitar de sus corazones, luchando cada vez más frenéticos para ir al unisonó.

-Me gustaría quedarme aquí, contigo, todo el día.

-Tenemos mucho que hacer.

-Pero si el que regreso fuiste tú, ¿nosotros que tenemos que ver en esto? -bromeo el menor dando un golpecito en el brazo del otro.

Susurros de la Luna 「One-Shot's」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora