– Luissss, estoy tomando prestado tu Jean ¿¿Okay?? Gracias.
– Pero ¿cómo gracias Andrés si tu hermano acaba de gritar que si lo tocas te va a cortar las manos? ajaj – Naah, no lo sabrá nunca... y ya que estamos me tomo esta remera, y este campera por si a caso hace frío, nunca se sabe ¿no? – le respondí haciendo compras en el armario de mi hermano contra su voluntad. – Y gracias por venir tan de prisa Joan. Era cuestión de vida o de muerte. – Sí claro, por que si te vas a esta cita y se acaba mal, acabas de vivir ¿verdad?
–Obvio che, soy muy sensible ajaj – y le hice la cara de “perrito triste”. – ¿Cómo has quedado con Clara entonces?
– A las siete voy a buscarla a su casa, osea ahí, mirá – y le indiqué la casa de al lado en donde vivía Clara, que cada tanto entreveía a través de sus ventanas. Incluso lograba verla sin ni siquera levantarme de la cama así que no pocas veces, en estos últimos tiempos, me entretenía distinguiendo su figura detrás de las cortinas. Y allá me perdía mirando fijo hacia el horizonte. En Italia mi padre me había enseñado un poema del escritor italiano Leopardi que decía
“Siempre querido me fue este solitario cerro y este seto que
tanta parte
del último horizonte la mirada excluye”Y enseguida me había atrapado. Pensaba que como el seto para él, estas cortinas mágicas que me impedían las vistas, fomentaban mi imaginación que se alejaba más allá de estas y me daba felicidad en imaginarla estudiando, tocando el violín, jugando con su gatito...
–Amigooo ¿Aún estás aqui? – Y a eso volví a la tierra.
– Sí Disculpame, ya estoy... estaba pensando.
– Lo había pillado... Debe gustarte mucho Clara para que te haga este efecto... – No sé amigo, antes quiero conocerla bien... Es muy buena onda, y me gusta tanto físicamente como su manera de pensar pero si lo pienso, siento que todavía hay algo que me bloquea. Y no sabiendo de qué se trata, no quiero ir tan de prisa, pero cuando la veo... no sé si lo entendés. – Por cierto es algo que tiene que ver con tu ex-novia. Gracias a la experiencia que tengo con las mujeres sé perfectamente el efecto que nos provocan.
– Me imagino – y ambos reímos – Pero si estás soltero ajaj, y además no tengo ex-novias. Fallaste esta vez, amigo. – Resultaba complicado estar serios durante mucho tiempo visto que cada frase preveía algo estúpido.
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Y así fue... que nos conocimos
Novela Juvenil•Aunque fuimos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacían más comprensibles, sino mas misteriosas• •Un encuentro fortuito hará que Andrés, un chico porteño que por fin siente haber encontrado su propio lugar en el mundo, en un nuevo país...