Habían pasado seis meses desde que Alex se había ido con aquella mujer abandonando a Lorena en el altar.
Las heridas no terminaban de sanar, los días ya no eran más que días sin la presencia del amor de Alex.
Lorena siempre despertaba con él a su lado, aunque pelearan y volvieran a reconciliarse, lo seguía amando, porque él fue su primer verdadero amor. El primer hombre que la hizo feliz y que jamás terminará de entender el porqué lo había hecho, si ella había dado todo su amor, lo había entregado todo por él y simplemente no lo aprovechó.
El vestido de bodas quedó en la basura junto a todas las cosas de Alex. A algunas de ellas las había vendido, donado y quemado, la otra parte solo en la basura, donde siempre debieron de estar.
En todo ese tiempo, Lorena jamás volvió a sentir amor por alguien más, no sentía ningún tipo de emoción más que enojo y tristeza.
Dejó muchas cosas atrás que amaba y que ahora odiaba.Se encontraba sentada en el sofá mirando fijamente al techo con un cuchillo en la mano.
Su mano temblaba al igual que todo su cuerpo. Tenía lágrimas cayendo por sus coloradas mejillas y un silencio abrasador y doloroso.La mano con el cuchillo fue alzándose poco a poco hasta llegar a la garganta de la chica, donde se detuvo por completo. Lorena cerró los ojos con fuerza hasta que el dolor apareciera. Soltó un grito desesperado y el cuchillo cayó en sus piernas.
Podía sentir el dolor punzante proveniente de su corazón aún sin una sola herida en su cuerpo.
Y fue ahí cuando comprobó que el dolor del alma era más fuerte que el físico, que siempre lo había sido, que siempre estuvo ciega en un amor que nunca la mereció.———
Alguien había tocado la puerta haciendo que Lorena despertara y se levantara del sofá.
Al abrir la puerta, ahí estaba su madre, con un delicioso pay de manzana entre sus manos.
Al entrar, lo dejó en la cocina y se dirigió hacia su hija.—¿Cómo estás, Lore? —le dió un cálido abrazo y ambas se sentaron en el sofá.
—Creo que es irónico preguntarlo, mamá.
—Hija, ya pasaron meses, ya medio año, necesitas superarlo de una vez por todas —al bajar la mirada, vio el cuchillo tirado en la alfombra de la sala— ¿Qué es esto? —dijo levantándolo.
—Um...una rata se coló y la maté —contestó Lorena rápidamente.
—¿Con esto? —alzó el cuchillo, Lorena asintió y se lo quitó de las manos.
—Sabes, no me es fácil olvidarlo —dió un giro al tema— De solo recordar a aquella mujer me dan ganas de ir a buscarla y... —su rostro mostró en exageración su furia e inmediatamente enterró el cuchillo en el sofá. Su madre quedó boquiabierta y ahora fue ella quien le arrebató el cuchillo.
—Hija, debes aprender a perdonar. Ese hombre jamás te mereció, se fue de tu vida porque tal vez te haría más daño. Recuerda que la venganza nunca es buena —dejó reposar el cuchillo detrás de ella.Lorena se había levantado desesperada en busca de más espacio.
—Prométeme que no buscarás venganza. Hazlo —su madre colocó su mano en el hombro de Lorena— Por mi.
Lorena tomó la mano de su madre y la miró a los ojos.
—Mamá...es mejor que te vayas —no tuvo que decirlo dos veces, porque su madre se había retirado con mala cara sin decirle palabra alguna.
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Dear [Terminada]
Short StoryDespués de un periodo largo de tiempo siendo pareja y viviendo juntos, Lorena y Alex decidieron casarse y formar una familia. Vivieron una feliz vida antes de su boda, pero un acontecimiento ocurrió aquel día que impidió la boda de ambos enamorados...