Capítulo 14.Albus-Mi hermana

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Llegamos el lunes siguiente, justo después de que lleguen Vic, Teddy, tía Fleur y tío Bill.

-Bien-ha dicho mi tia en la puerta, emocionada- Ha habido algo nuevo. Muy muy nuevo.

Entonces James ha gritado antes de que entraran Victoire y Teddy... con dos niñas y un niño.

-Si-ha asentido la abuela- esta familia tiende a tener muchos hijos.

-Mamá, tú nos diste ejemplo-ha reido tío Fred.

-Familia- ha interrumpido Vic- estos son Nymphadora-ha dicho señalando con la cabeza a la niña con un mechón de pelo rosa- Valerie- ha señalado a la otra niña, la más pequeña, con una fina capa de cabello rubio más parecido a la plata- y el pequeño Rem- ha continuado mirando al niño con mechas azules que llevaba Teddy.

TRILLIZOS. ERAN TRILLIZOS.

Se sienta Rose en la ventana, como siempre, y Scorpius en el del medio del banco de delante. Nadie dice nada. Ni se saludan. Ni siquiera se miran. Yo me siento enfrente de mi prima e intento romper el hielo.

-¿Qué tal os lo habéis pasado?

Rose no contesta.

-Mi hermana está ingresada en San Mungo. Mi madre no ha pasado las Navidades con nosotros. ¿Tú que crees?-me dice mi amigo, que parece deprimido.

Está hundido en el asiento, con la vista fija en la puerta, con los ojos enrojecidos. No es el Scorpius de siempre. Ni el Scorpius de antes. Parece que no le conozca.

Antes de que Rose dejara de temer a las riñas de su padre por acercarse a un Malfoy, era muy agresivo, siempre estaba en alguna que otra pelea.

Cuando llegó mi prima... combió. Estaba más alegre, más feliz, más cordial.

Pero ahora... el nuevo Scorpius no me gusta. Para nada.

-¿Me vais a decir qué pasa?- pregunto tras un silencio de casi una hora después de que salga el tren.

Mi amigo se levanta, depresivo y sale por la puerta. Miro a mi prima, confundido, y niega con la cabeza.

-Déjalo.

Entonces llegan James, Dylan, Fred y Louis.

-Hooooooola que tal-grita al entrar Fred.

Tras un rato llega la bruja con el carro de la comida. Pido un paquete de ranas de chocolate. James y Fred se hinchan y compran varios galeones de todo. Dylan se va con la escusa más mala que nunca me podría imaginar y Louis, por primera vez en años, no se va detrás. Compra grageas de sabores y Rose, como siempre, nada.

-Potter, Weasley, ¿Os venis? Estamos jugando al póquer-dice en la puerta Ezra McMiller.

Fred y James se despiden y se van detrás. Después llega una de las primas de Dom, Victoire y Louis, y se lo llevan. Solo quedamos Rose y yo, como el primer día de primero, en el que teníamos todas nuestras esperanzas puestas en Gryffindor.

-Si n me lo vas a decir...-pero un gruñido me interrumpe. En la puerta está Mary Zabini.

-Albus.... vente...

-Estoy con mi prima-digo señalándola, aunque está con la mirada perdida en la ventana.

-Oh, venga ya-dice molesta Mary- todos saben que es una marginada y que trucó la copa para ser popular. Que no te pegue la peste-acaba y se va.

-La peste-me explica mi prima- es como una maldición a la que juega todo el mundo excepto unos cuantos. Si me tocan, la pillan y solo se libran si tocan a otro. Así se propaga.

-Vamos a por Scorpius, tenemos que hablarlo.

-NO-grita, sorprendiéndome- no, déjalo-le regaño con la mirada. Llevaban sin hablarse desde que Scorpius se fue de la nueva madriguera- Es que...-continúa- le dije que iba a ir al baile con Frank Longbottom

-No... no existe ningún...-Me mira llorosa, implorante de que la ayude- Vamos a resolver esto.

Buscamos a Scorpius por todos los vagones, hasta que lo encontramos en el último.

Mi prima suelta un grito ahogado y yo no puedo decir nada.

Scorpius se gira con los labios ligeramente enrojecidos y deja ver a la chica que tenía pegada hacía unos momentos.

-Malfoy...-digo, demasiado enfadado como para llamarle por su nombre- Estás muerto. Muy muerto.

-Albus yo...-empieza.

-ES MI HERMANA, CABRÓN-es lo unico que digo antes de lanzarme a por su garganta.

The New Golden Trio _PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora