The New Golden Trio _Pausada

Capítulo 36.Albus-El castigo

-Bienvenida a Hogsmeade-sonrío cuando nos adentramos en el pueblo y le pongo a mi prima un brazo sobre los hombros- Llevamos años viniendo aquí dos años... Hola...

-¿Adonde se supone que vamos?-pregunta frunciendo el ceño, molesta- Nos estamos alejando mucho del resto de los alumnos... Espera... sé donde estamos.

- ¿En... enserio?-pregunto esperanzado.

-Sí...-responde contenta- Sí, conozco este sitio... Es justamente el lugar...

-El lugar...-la aliento casi saltando de felicidad.

-Donde no quiero estar-acaba seca.

-Esto es la Casa de los Gritos-sigo arrastrándola-. Aquí fue donde Nymphadora Tonks tuvo a su hijo.

-¿Es una famosa o algo?-pregunta arrugando la nariz.

-No...-suspiro- Ó sea, sí pero no... Quiero decir es conocida pero no tiene nada que ver ahora. Este es Teddy, es su hijo, es... de la familia.

-Así que sí que es verdad... -se levanta de la roca en la que estaba sentado- Mi aprendiz no me recuerda-se lleva una mano al pecho, teatral- Qué horror.

-No te creas tan importante, Lupin-se cruza de brazos con una sonrisilla Rose, sorprendiéndose incluso ella- ¿Por qué te estoy recordando, Sully?

-Porque soy el mejor-sonríe superior.

-¿Te acuerdas de él y no de mí?-me quejo, antes de que ella grite y se coja la cabeza y caiga de rodillas.

-Albus...-susurra Teddy arrodillándose al lado de mi prima- Corre y llama a alguien... Rápido.

-No-susurra, cogiéndome de la mano-, estoy bien, es solo... Me duele la cabeza, pero me hace recordar-aprieta los dientes-. Déjalo.

Teddy me lanza una mirada y, con dificultad, me suelto de su mano y echo a correr colina abajo. Alfa me intercepta de camino, cortándome el paso.

-¿Aún no quieres saber lo de tus primos?-pregunta con voz melosa.

-Ahora no-niego entre dientes intentándome hacerme a un lado.

-Te ayudaría... Te puedo dar información, descubrirías... Dime con quién te juntas y te diré quien eres. Podrías deshacerte de todos los que te quitan la reputación, todos lo que dicen que no eres un Potter digno y sobre todo, los tres que te quitan tu lugar en el nuevo trío. Aunque claro... -con cada palabra me encoleriza más, hasta que me harto con su final- Te he adelantado mucho trabajo.

Le cojo de la corbata, su asquerosa corbata de la casa de las serpientes. Me alivia saber que hay gente que no es así en Slytherin. La acerco a mí, seguramente rojo de ira, y no paro hasta que no está a unos centímetros de mi cara. Inspecciono su cara, su nariz pequeña, sus labios finos, sus ojos azules, su flequillo rubio, sus cejas delgadas. Sería preciosa si no fuera tan mala pécora.

-Aléjate de mi familia, Malfoy.

Levanta las cejas y pone una mano un mi pecho. Mis nudillos empiezan a ponerse blancos cuando ella empieza a acercarse más.

-No haberle hablado a mi hermano, Potter.

Me alejo de ella y vuelvo a correr, sorprendiéndome a mí mismo. Quería haber roto esa distancia entre ambos, haber besado a la enemiga de mi prima.

-Es un castigo para él-grita detrás de mí-. Intentas arreglar lo irremediable.

-Ójala lo de Louis no hubiera sido una farsa-suspiro antes de entrar a Las Tres Escobas.

Una anciana Rosmerta me pide que cierre la puerta cuando me choco con Scorpius.

-Hola-saludo, jadeando de cansancio-. La Casa de los Gritos... Está lejos...

-Sí-sonríe triste- ¿Ha ido bien?

-Sí... tuviste una buena idea...-estiro la espalda- Un momento-esquivo a mi amigo y me dirijo a la mesa de los profesores.

-Señor Potter-me riñe Slaughorn-, no debería interrumpir a los...

-Es Rose-suelto en un susurro.

El profesor Longbottom asiente y me indica que vaya yendo. Recojo a mi amigo, parado aún en la puerta y volvemos a correr hacia la Casa de los Gritos.

-Todo va a estar bien...-susurra Teddy cuando llegamos, aún al lado de mi prima, esta vez sentada en la roca al lado del profesor.

-Vienen de camino-jadeo y me arrodillo delante de ella-. Ya vienen de camino-susurro haciendo que me mire.

-Albus...-le seco una lágrima que le cruza la mejilla- Páralo-me mira implorante antes de volver a gritar.

Alguien le coge de la mano cuando me levanto y parece reconocerle. Me alegro por que recuerde a su novio antes de darme cuenta de quién es.

-No he encontrado a la enfermera-explica el profesor, plantado al lado de Scorpius-. Espero que Grace os sirva, lo ha aprendido todo de su madre.

La chica empieza a inspeccionar los brazos de mi prima.

-Mamá siempre dice que todo viene por problemas externos. Probablemente el dolor de cabeza te venga por el mismo motivo por el que perdiste la memoria.

-Da igual por qué venga, cariño, no...-intentaba explicar el subdirector.

-Papá, como que me llamo Hannah Grace Longbottom Abbot y estoy en cuarto curso de Hogwarts escuela de Magia y Hechicería que voy a hacerlo bien, pero a mi modo. Estoy harta de que todo el mundo diga que tengo verborrea o algo así, no es lógico. La gente de mi casa dice que es normal que hable tanto, porque en Ravenclaw aprendemos muchas cosas, no solo magia. Aunque también hay algunas que no deberían saper tanto, son unas cotillas. Pero si hay algo que sabemos los cuervos es a callar, porque esa fama de boca-chancla que tenemos no es verdad y...

-Grace, te recuerdo que estás aquí para quitar el dolor de cabeza, no para darlo. Me está dando migrañas-replica el metamorfomago.

Pero la chica no reponde, como hace de normal, solo hace señas a mi amigo para que se acerque. Observo por encima del hombro lo que le enseña. En la muñeca de Rose hay un especie de marca, negra, con la forma de un escorpión.

-Las chicas ya lo han recordado, pero... Rose, ¿cómo perdiste la memoria?-pregunta curioso el subdirector, a lo que ella solo niega.

-Creo que... Una... Una masa. Pero ya... Ya me acuerdo de todo...

Scorpius se arrodilla a su lado, le pone el pelo detrás de la oreja y le besa en el inicio del cuello. Antes de que ella hable, me doy cuenta de lo que pasa.

-¿Quién eres?-suspira tras unos segundos de silencio.

-No te recuerda porque todo esto-explico señalándola, preguntándome cómo he podido ser tan estúpido- no es más que una venganza de tu hermana. No te va a recordar, Scorpius.