ARREPENTIMIENTO

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-¿Crees que no sé lo patética que es mi vida?, lo único que realmente me gustaba y hacia mis días un poco mejores también me lo arrebataron- dije otra vez con lágrimas en los ojos pero obligándome a que no me resbalaran por las mejillas.

-Yo- dijo mirándome con cara de lastima- lo siento, me he pasado, no ha estado bien lo que he hecho, pero es que tú me confundes.

-¿Que yo te confundo a ti? El que tiene una doble personalidad eres tú- lo apunté con el dedo.

-Bueno, no discutiremos otra vez- dijo tocándose las sienes- volviendo otra vez al caso, yo creo que la mejor opción sería recoger firmas que confirmen que esos bocetos son tuyos, o si no es tu palabra contra la suya y no conseguiremos nada.

-Vale, sé que tengo que conseguir pruebas, ¿pero cómo? mi empresa ya no existe.

-Yo me encargo de eso no te preocupes, núnca nadie me ha ganado en un caso, el tuyo no será la excepción.

-Eso espero- dije levantándome- bueno me tengo que ir.

-¿Dónde?- me preguntó y yo levanté una ceja- si, tienes razón, no me importa.

Salí de allí con un único pensamiento, espero que Axel gane el caso, no lo demuestro pero realmente estoy agradecida por todo lo que está haciendo. Es verdad que siempre me molesta, pero quieras o no, que lo haga tiene su enganche, a veces cuando estoy sola en casa hasta echo de menos que me moleste.

Pero que estoy diciendo. Creo que estar tanto tiempo sola y sin nada que hacer me está causando grabes secuelas en mi cerebro.

Llegué al piso y me tumbé al sofá para llamar a mi hermano.

-Hola- dije cuando respondió.

-¡Hope!- gritó contento- por fin me llamas- reprochó.

-¿Qué pasa, que solo te puedo llamar yo o qué?- le dije con burla.

-Bueno, lo que iba diciendo, ¿qué tal?- dijo ignorando mi pregunta.

-Bien, las cosas van mejorando, ¿y tú por allí que tal?- pregunté.

-La verdad es que todo va sobre ruedas, ¿te acuerdas de la chica de la que te hablé hace tiempo?- me preguntó ilusionado.

-Claro- le dije.

-Estamos saliendo, se lo pregunté hará como un mes o así y vivimos juntos- dijo y yo me quedé paralizada, vaya bomba me acababa de tirar.

-¿Por qué no me lo dijiste?- pregunté un poco indignada.

-No sé, no quería marearte con mis cosas- dijo él un poco incómodo.

-Que sepas que no me mareas con tus cosas, pero otra cosa es que no me lo quieras explicar- dije.

-No quería decírtelo ¿si? Es mi vida, tampoco te lo tengo que contar todo- dijo él cabreado.

-Vale, no hace falta que me cuentes nada- le dije colgándolo.

Se que era una tontería enfadarme por ello, pero no podía evitar sentir envidia de que a él todo le fuera sobre ruedas y en cambio a mi todo me iba mal, aunque ahora parece que las cosas se podrían empezar a arreglar.

Después de comer me eché un rato en la cama y me quede dormida.

Me despertó el sonido de mi teléfono.

-¿Si?- dije con voz adormilada

-Hope, soy Axel, te veo en diez a mi piso, te envió la dirección por correo- dijo de carretilla

-Vale, pero tardaré más- dije antes de que me colgara

Me levanté con pereza, me vestí con ropa cómoda para ir a entrenar, ya que supongo que eso es para lo que me ha llamado.

Cuando llegué a su piso entré al edificio y me encontré una mujer con traje de conserje.

-Buenas tardes- le dije cuando estuve frente a su cabina.

-Buenas tardes, tu debes de ser Hope- me dijo sonriente.

-Si, así es- le dije un poco nerviosa de que supiera mi nombre.

Aunque supongo que era un poco obvio si Axel había llamado para avisar.

-Sube hasta la planta 100- me dijo despidiéndose

-Hasta luego- dije antes de subir al ascensor.

Dios, era la última planta, yo antes se podría decir que tenía un piso también increíble, pero nunca sabes cuándo van a cambiar las cosas.

El ascensor se abrió dando paso a un enorme recibidor precioso. 

-¿Axel?- pregunté a la nada, ya que me sentía que estaba invadiendo su privacidad

-Ya has llegado- dijo apareciendo por un pasillo- ¿quieres algo de beber antes de empezar?

-No gracias- le dije

-Pues sígueme- dijo empezando a andar

Yo seguía sus pasos de cerca pero no me perdía ningún detalle de todo lo que veía a mi alrededor.

Llegamos a una habitación que se veía equipada con todo tipo de maquinas. 

-Espera un momento que voy a sacar las colchonetas- dijo él mientras abría un armario

-Vale- dije tocándome la coleta con nerviosismo

-Hoy vamos a practicar solo tipos de ataques, supongo que el aguante físico lo haces tu en tu tiempo libre- dijo poniendo las colchonetas en el suelo

-Bueno, ahora ya no tengo el gimnasio en casa pero de todas formas iré a correr- le dije 

-Vale, ven aquí- dijo haciéndome señas ya encima de las colchonetas y dando saltitos

Me acerqué riendo ya que la situación era graciosa. Empezamos nuestra relación fatal y ahora míranos, a punto de entrenar como si nada hubiera pasado.

-Vamos a empezar- dijo poniéndose con los brazos a la altura de su cara, protegiéndose- atácame

-Pero te haré daño- le dije

-Que no- dijo él rodando lo ojos

Le di un puñetazo que esquivo y a continuación le di una patada que lo desequilibro.

-Bien- dijo él mirándome sorprendido

-Soy buena- dije orgullosa

-Ya veo....- dijo él intentando no reír- ahora ataco yo

Me dio una patada que esquivé, pero luego cuando me dio en las costillas con el puño no lo pude esquivar. Me doble un poco pero no por el dolor, sino para esquivar al menos un poco el golpe.

-¿Te he hecho daño?- preguntó él con preocupación.

-No, no, estoy bien- le dije recuperando el aire.

Así continuamos entrenando una hora más hasta que no pude más y me tiré en el suelo.

-No puedo más- dije sudando y respirando entrecortadamente

-Pero si casi no hemos hecho nada- dijo él cruzándose de brazos

-Lo sé, pero hace demasiado tiempo que no entrenaba así- digo cerrando los ojos

-Te voy a traer un poco de agua antes de que te desmayes- dijo saliendo de la habitación

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⏰ Last updated: Oct 24, 2019 ⏰

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El boxeo, nada más. (PAUSADA)Where stories live. Discover now