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Llegué a casa a terminarme una buena botella de... No sé que es. Es algo así como una Smirnoff, pero obviamente no es de la tierra.

Leía un libro. Ni siquiera se el título ni el autor. Lo comencé a la mitad, salté al segundo capítulo, luego al penúltimo y me aburrí. Tiene algo que ver con una historia de amor y odio entre dos especies de no sé qué... Pero no tiene caso, es un idioma alienígena casi extinto.

No se en qué momento terminé en la cama, pero ahí amanecí.

– Hey, niña. Arriba.

– No, ahí no...

– Deja los sueños húmedos para más tarde, puberta. ¡Arriba!

Sentí los rayos del sol en mi cara. Me habían quitado los edredones.

– Serleena...

– ¿Si?

– Eres una maldita.

– Lo sé. Ahora: o sales de la cama o te saco. Tú eliges.

Me froté los ojos con los puños mientras bostezaba.

– Joder, tengo que dejar de beber tanto... ¿En qué momento me cambié? – Detallé la blusa negra de tela ligera y las bragas rojas.

– En ninguno.– Dijo ella yendo a preparar el baño.

– Entonces ¿por qué traigo esto?

– Porque la ropa que traías anoche estaba llena de escamas alienígenas, células de piel muerta, alcohol y migajas de galletas.

Sentí mi cara arder y me cubrí los ojos con las manos.

– No me digas que tú...

– ¿Que tuve que cambiar tu ropa? Sí.

– ¡No puedes hacer eso!– Mi cara ardía.

– ¿Y pensabas que iba a reponer horas de sueño, en la misma cama que tú, mientras esas ropas entraban en contacto conmigo?

– Que yo recuerde: yo estaba muy tranquila en el sofá de la sala.

– Parecías un cadáver. ¿Preferirías haber despertado en una posición que te rompiera algún tendón para estar ahora en la enfermería.

– No...

– Bien. Quita esa cara.

– ¿¡Cuál cara!?

– Pues esa cara roja.

– ¡No estoy roja! ¡Agh!

Básicamente corrí al baño. Hoy estaba más insoportable que nunca.

Tomé un baño rápido y salí.

Ella estaba comiendo algo que era como una especie de vómito verde demasiado grumoso, en un plato.

– La Agente A mandó ésto.– Me dio su dispositivo, aparentemente un celular, donde había un mensaje:

"Asegurate de que coma algo, Serleena. Ella olvida comer seguido, al olvidar comer hay desnutrición."

– Yo... No olvido comer...

– Lo único que te he visto comer son porquerías. Que yo sepa: una criatura viva necesita energía. El ser humano ingiere alimentos y de ellos consigue energía. Come.

Señaló el plato.

– ¿Qué hiciste?

– ¿Y qué más voy a hacer? No tienes nada en ese refrigerador. Es un revoltijo de vegetales y huevos.

Más allá del cosmos (MIB Fanfic) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora