Más allá del cosmos (MIB Fanfic) [PAUSADA]

19

Ella desafortunadamente tenía razón. Me he protegido de todo, siendo impersonal y arisca. Mi necesidad de contacto era fácilmente controlable si me enrollaba con cualquier niñato o malcriada por ahí. Sin compromisos ni consecuencias.

Ahora que la conozco a ella y nos llevamos bien, toda mi estrategia es ineficaz y mi seguridad se ve destruida.

Huí cobardemente hasta llegar a mi bolso, de donde saqué mi transporte para llegar más rápido a un lugar que me proporcionara paz.

La tarde era nublada y gris. Austero paisaje sombrío, apagado, que te quitaba ganas de todo.

Llegué a la costa. Corrí por la playa desierta y me dirigí a la muralla de rocas que funcionaba de rompeolas. Me senté en lo bajo, donde el agua aún no llegaba y me quedé viendo una pequeña piscina natural forrada de algas, musgo y moluscos.

Con una varita jugué con los peces hasta que uno de ellos sacó la cabeza de la superficie.

– No me digas, sabes hablar...– Comenté limpiándome las lágrimas.

– ¿Qué te pasó para que vengas a llorar a los estanques salados?

Reí sin ganas.

– Es increíble. Un pez desconocido se interesa más que nadie por escuchar...

– Estoy seguro de que tu familia también debe estar preocupada por ti.

– No tengo familia.

– Oh... Perdón. Eso quizá explicaría por qué estas tan triste.

– No... Siempre ha sido así... Es sólo que me siento desesperada por otra cosa.

– ¿Y qué es?

– Una chica.– Sonreí viendo al horizonte.

– Uf! No eres la primera ni la última que viene a llorar por eso. ¿Ella gusta de tí?

– No lo sé. Pero mi estrategia era no querer a nadie. Nadie te lastima cuando no lo conoces.

– Es un buen punto. ¿No te funcionó?

– No... Nos conocimos demasiado. La pasamos bien... Pero nos atraparon besándonos. Entonces me regañaron y... Ahora todos suponen que somos pareja.

– ¿Y no lo son?

– No... Pero ella salió con su estúpido y provocativo tono de broma y...– Suspiré. – Dijo que podíamos intentarlo.

– No suena muy convincente.

– ¡Exactamente!

– ¿Ella es mala?

Sonreí.

– Es una villana sin duda, de peligrosidad muy alta. Una criminal básicamente mortífera.

– ¿Y contigo es así?

– No... Nos pusieron a vigilarnos la una a la otra y... De la nada empezó a cuidarme.

– ¿Y te molesta?

– Me molestaba porque no me dejaba hacer lo que me venía en gana, por si me hacía daño o algo. Pero...

– ¿Pero?

– Entonces empezó a ser precavida y gentil. Empecé a apreciar que me sacaran de la cama en las mañanas, tomar desayuno y tener almuerzos recién hechos,... Ya no tenía que ir constantemente a fiestas con alcohol, comida chatarra y otros chicos y chicas.

– Entonces la necesitas.

– Sí... Y empecé a preocuparme porque era demasiado.

– ¿Cómo?