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Realmente: ella me recuerda a varios aspectos míos.

En la noche utilicé el dispositivo para ponerme al día con la cultura de la tierra como tal.

La humanidad me da asco y pena.
En serio.

Ahora pregunto: ¿Por qué tienen que  decirme a mí que me encargue de que la mocosa se alimente?

Fui a preguntarle a la Agente A.

– ¿Se puede saber por qué ahora tengo que hacer de chef personal de esa cría humana?

Ella suspiró.

– Si ella muere, probablemente tu también. K te lo dijo.

Viré los ojos.

– Genial, van a dejar que sea mi verdugo.

– ¿Supiste de lo que pasó en el barrio chino?

Levanté una ceja. Entonces saben lo que puede hacer...

– Ella sabe hacer muchas cosas, Serleena. Pensé que eras más inteligente, podrías aprender algo de ella.

– No sé ni qué especie es.

– Tienes un dispositivo terrestre para eso. Lee, ten un poco de educación. Ella vivirá mucho tiempo, tú también.

– ¿Entonces estoy atada a ella de por vida?

– Depende. ¿Sabes dónde está ella?

– ¿Me tomas el pelo? Está ahí... – No, no está.

– Te sugiero que la busques antes de que se meta en problemas. Yo le tengo aprecio, es una buena chica. Quizá le cojas afecto.

– Cogerle afecto a un humano sería una completa humillación. Me respeto demasiado para ello.

Salí a buscarla.

– Maldita sea, esa mocosa...

– No la pierdas de vista, está alterada.– Dijo J, pasando por ahí.

– No es mi culpa que esa malcriada no se quede quieta.

Me vió, sonriendo.

– No es malcriada, sólo hace falta conocerla mejor. Pero no lo harás si no la encuentras.

– ¿Y a dónde se supone que fue?

Levantó los hombros.

– Le gustan las chicas... Y leer.

Se fue.

Salí a la calle.

Afortunadamente encontré a ese chico asustadizo en el parque.

– Oh, Hola...

Lo sostuve del cuello.

– ¿Dónde está ella?

– E-en la biblioteca.

– ¿Y dónde queda eso?

– Puedo llevarte si me sueltas.

Era un ambiente muy callado.

– Aquí debemos hacer silencio.

– ¿Por qué?

– Por respeto. La gente viene aquí por paz, tranquilidad, conocimiento... Es como un celular pero más privado.

– Creí que ella se la pasaba en fiestas.

– No, ella hace eso cuando quiere hacer algo alocado. La biblioteca es su hogar. Es muy dulce en realidad.

El caminó por el enorme lugar con enormes estantes de algún tipo de madera, lleno de simples libros.

Más allá del cosmos (MIB Fanfic) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora