Había llegado el momento y para ellos ya no había vuelta atrás, no existía algo que cambiara el nuevo rumbo de sus vidas. Estaba decidido y ellos estarían unidos pero separados por miles de Kilómetros. Sólo con la esperanza e ilusión que su amor durara, que fuera eterno.
Se encontraban caminando a la orilla del mar, él llevaba su pantalón doblado hasta las rodillas y ambos con sus zapatos en una mano. Mientras que la otra la llevaban entrelazadas, caminando mientras el sol estaba en su mayor punto y el mar en calma.
Se detuvieron después de caminar unos minutos, sus miradas expresaban tanto, el deseo de ambos de estar unidos, que no existiera una despedida definitiva. Donde al final de las vacaciones volvieran a estar juntos.
Gastón soltó a Nina y se agachó, comenzó a hacer un corazón en la arena con sus nombres, una vez terminado volvió a entrelazar su mano con Nina, viendo como a los segundos el mar borraba lo que había hecho.
Giraron quedando frente a frente, pequeños suspiros salieron de ambos; en Nina se mostraba la tristeza y en Gaston aún más, llevó sus manos hasta los bolsillos de su pantalón.
— No importa cuantas veces escribamos nuestros nombres en la arena —comenzó a decir sin apartar la mirada de Nina. —Si el mar siempre los va a borrar —agregó con pequeños movimientos de cabeza y alzando una ceja.
Nina negó en seguida repetidas veces, no podía creer en eso, ella deseaba confiar que todo sería diferente, que ellos si estarían juntos.
— El mar no los borra —dijo viendo hacia un extremo, en su voz se notaba el dolor de una despedida. —Yo creo que el mar los guarda —agregó alzando sus hombros, incapaz de mirar fijamente a Gastón.
— ¿Sabías que hay una leyenda que dice que cuando dos enamorados escriben sus nombres en la arena el mar los guarda? —dijo al sorber por la nariz. Él no dejaba de mirarla, con su entrecejo levemente fruncido.
— Y si su amor es verdadero... —decía viendo de un extremo a otro, con tristeza. —Algun día las olas devolverán esos nombres para que ellos vuelvan a encontrarse —terminó con la mirada en Gastón.
Él le brindo una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes. Llevo sus manos hasta tomar las de Nina, ella bajo la mirada a sus manos entrelazadas para volver a dirigirla a la penetrante mirada de uno de los chicos imposibles del Blake, como ella pensaba hasta hace unos meses.
Gastón la miro unos segundos para luego llevar una mano hasta apartar un mechón de pelo de la chica, ella estaba atenta a los movimientos de él, sólo esperando que llegará lo que en segundos sucedería, un beso.
Al irse acercando, Gastón llevó nuevamente su mano hasta tenerlas unidas a sus costados, cerraron sus ojos hasta unir sus bocas. No era un beso como el de su reconciliación, quizás podía haber sido mejor pero guardaba tantos sentimientos y emociones. Guardaba todo lo que ellos habían vivido hasta ese momento. Guardaba el gran amor que existe, algo que inició de una manera única. Una historia diferente y real.
— Me enamoré de tus palabras sin verte y de vos sin pensar —comenzó a decir Gastón una vez se separaron, en el rostro de ambos se mostraba una sonrisa. —Y nada me hizo más feliz que descubrir que sos una y única, Nina y Felicity la chica de mis sueños —quería que ella recordara el momento en el que comenzaron a ser uno solo, donde todo se transformaba en algo mejor estando juntos.
— Y vos el chico de mis sueños —dijo con una sonrisa. A veces las palabras llegaban a sobrar, no eran necesarias para expresar lo que sienten pero en este caso, habían dos palabras que eran importantes que ellos la supieran antes de encontrarse separados por la distancia.
— Te amo, Nina —Gastón fue el primero en decirlo, y sabía que no dejaría que el tiempo pasara sin expresar lo que siente.
— Te amo, Gastón —respondió, Nina.
A pesar que hay tristeza, la felicidad de ambos es aún mayor, y el amor que ellos tienen pocos lo descubren, un amor donde existe comprensión, donde son el complemento del otro, donde es más fuerte lo que sienten que cualquier otra cosa.
Un amor único, con una historia única.
Se abrazaron como nunca, congelando ese momento y deseando que nada lo pudiera arruinar, que durarán de esa forma una eternidad. Pero ellos son conscientes que no podía ser eterno, una competencia los esperaba. La última de Gastón, donde dejaría todo y donde se despediria de sus amigos, del patinaje, para comenzar un nuevo camino en Oxford.
Un camino dejando a Nina, donde ella seguiría con su vida, cumpliendo sus sueños pero separados. La miro unos segundos con una sonrisa en su rostro. El momento había llegado, con sus manos unidas comenzaron a caminar de nuevo por la arena hasta desaparecer.
La hora llegó y una despedida no se pudo evitar, Gastón dejaría un enorme vacío, él era quien de alguna forma mantenía unidos a todos. Pero en Nina dejaba un gran amor.
....
La despedida que siempre desee y hoy desperté con un recordatorio de Gastina, llevaba semanas queriendo hacer este capítulo pero hoy fue el día indicado.
Perdón si lastimo sus frágiles corazones pero los extraño tanto que justo ahora estoy llorando y ya no se que decir.
Así que, dejen sus cometarios sobre que les pareció el OS.
L@s amo ❤