Especial One Year Happiness
Un instante cambio mi vida...
Me encontraba en la casa de Agustín, la cual compartía con Maxi, su mejor amigo, casi su hermano.
Él se encontraba fuera de la ciudad, llegaría hasta mañana. Llevaba más de una semana de viaje por unos compromisos de la empresa.
-¿Agustín te ha hablado?- preguntó una vez nos sentamos en los sillones.
-No.- dije frunciendo el entrecejo. -¿Porque lo preguntas?
-Le estuve marcando y suena apagado.- dijo mirándome unos segundos. Asentí y luego tome de mi bebida.
En estos meses de relación con Agus me había hecho muy amiga de Maxi.
-¿Tienen planes de boda con Agus?- no sabía a que se referían todas estas preguntas, pero bueno.
-No sé Maxi. Si Agus me lo propone no dudaría en aceptarlo, pero nunca hemos hablado de eso. -dije encogiendome de hombros.
-Él tampoco nunca me ha dicho nada.- agarro de las galletas que habían en la mesa y se la llevó a la boca. -Con vos todo ha sido diferente.
-¿Diferente como?- pregunté confundida.
-Con vos quiere hacer las cosas bien, llevarlas con calma.- se puso de pie y se acercó hasta mi sillón.
-Lo sé, me lo ha dicho varias veces.- dije sonriendo al recordar la vez en la que me dijo que quería ser diferente, quería que lo nuestro fuera diferente.
-Y yo lo escucho todos los días.- dijo con cierto fastidio en su voz. Lo mire sin comprender porque su tono.
-¿Te molesto algo?- dije acomodandome en el sillón.
-La verdad si, desde hace mucho.- dijo mirándome a los ojos. -¿Recuerdas como nos conocimos?
Mis recuerdos me llevaron a ese momento en el que iba con mi mejor amiga por las calles de la ciudad cuando nos encontramos con dos chicos, Agus y Maxi.
Fueron segundos para que mi mirada quedará fija en los ojos de Agustín, él me sonrió y en ese instante me perdí, solo existía él.
Fue algo tan diferente, jamás me había sucedido algo así, pero con él sabía que nada iba a ser igual.
-Lo recuerdo muy bien, ¿pero a que viene eso?- dije arqueando una ceja.
-Yo te mire, pero vos no me registraste, te perdiste en Agustín.- dijo con molestia.
-Simplemente sucedió.- dije mirándolo sabiendo a que se estaba refiriendo.
-Pero, puede cambiar, ¿no lo crees?- dijo acercándose peligrosamente a mi. Estaba tan cerca que podía sentir su respiración en mi.
Mire a sus ojos y por un momento me estaba perdiendo. Él llevo una de sus manos a mi mejilla, comenzando a acariciarla, mientras otra de sus manos se colocaba en mi cintura. Me estremecí ante su tacto, no estaba reaccionando de la mejor manera. Lo sabia, pero no podía moverme.
-Maxi...- dije con lentitud, mientras él seguía acariciando mi rostro.
-Me gustas desde la primera vez que te vi.- dijo susurrando sobre mis labios. Iba a responderle cuando sus labios se apoderaron de los míos.
En ese momento la imagen de Agustín, el cariño y todo lo que sentía por él desapareció. Me deje besar por Maxi, mis manos se fueron alrededor de su cuello, profundizando más el beso.
Mi cuerpo estaba caliente, así como el de él, me incorpore en el sillón quedando en una mejor posición. Las manos de Maxi comenzaron a recorrer mi espalda.