¡!Fuck you!¡ (Parte II)

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TIC TAC 2:00pm TIC TAC

Wow!¡ -Exclamaron ambos enfermeros al levantar la tapa -Pareces un pitufo, estas azul jajaja!¡!¡

Su sentido del humor no había pasado en lo que fueron al parecer una hora de fría tortura, los de uniforme blanco tomaron mi rígido cuerpo para sacarme de la bañera y luego tirarme en el suelo, mi trasero y cabeza recibieron el mayor impacto, tenía muchas ganas de insultarles peró mi respiración agitada y el chasqueó de mi dientes me lo impedían, el enfermero mas grande se posicionó detrás de mi y me tomo por debajo de los brazos para alzarme y quedar a su misma altura para que su compañero tomara una toalla y envolviera mi cintura con ella.

El hombre que me sujetaba me obligaba a que caminara pero con este frío no podía mover ni un solo músculo, al ver que no lo hacia su compañero me tomo del brazo derecho y ambos me sacaron a rastras de la habitación, cuando atravesamos esa puerta me había dado cuenta que mi castigo no había terminado, el aire que recorría el pasillo chocaba con mi húmedo cuerpo, al sentir el aire clavándose en mi piel como si de agujas se tratasen cerré mis ojos y lleve mi cabeza hacia atrás mientras apretaba los deditos de los pies.

Ya que no tenía fuerzas para caminar, al momento de subir los escalones de esa infernal escalera, la parte de adelante de mis pies chocaban en el borde de los escalones de madera, dolía, mucho, pero bueno, un dolor mas no le hace daño a nadie, verdad?

Para que mi recorrido se hiciera lo mas corto posible, lo único que podía hacer era contar los escalones, si las pocas clases de matemática no me fallaba habíamos subido 84 escalones, solo faltaban 5 para porfin llegar a mi habitación.

Al llegar arriba y caminar hasta el final del pasillo dónde se encontraba mi habitación que aún seguía con la puerta habierta, me quitaron la toalla y me arrojaron al suelo dentro de la habitación, ahora fueron mis rodillas y mi cara quien recibieron el impacto.

-Que descanses bebé!¡ -se despidieron de mí con su típico apodo para luego escuchar el sonido de la puerta cerrándose.

Al fin estaba solo, desnudo y tiritando sobre el suelo, me acomode un poco y abrasé mis piernas pegando mi nariz de las rodillas, ahora en serió si necesitaba un abrazo.

Y ahí fue dónde se me vino a la mente aquel hombre de piel canela y de rasgos faciales que lo hacían lucir como una oso pardo, los ojos se me empezaron aguar para dar paso a las lágrimas, aquel hombre que yo creía que le importaba por lo menos un poco, Roman desde que llego a este lugar a sabio sobresalir sobre los demás come cocos que eh tenido, el me daba cariño, calor y seguridad e incluso en ese beso me transmitió amor, algo que pocas personas en este miserable mundo me daban.

No lo pude contenerme y le di paso al llanto, lágrimas y lágrimas se deslizaban por mis ojos hasta caer al suelo.

Yo creí que Roman y yo habías tenido una conexión especial desde la primera vez que sus manos tocaron mi piel y sus grandes brazos le dieron calor a mi cuerpo, el fue muy lindo conmigo, el siempre estuvo ahí cuando lo necesitaba que siempre me protegería o eso yo creí, Roman aparte de no mover ni un solo músculo tampoco dijo nada para defenderme cuando esos tipos me golpearon, solo se quedo ahí parado viendo como esos tipos golpeaba mi cuerpo, ni siquiera mi mas desgarrador grito lo hizo reaccionar.

Él habrá sido muy dulce conmigo pero en el momento que mas lo necesitaba ni siquiera hizo mínimo esfuerzo de ayudarme, ahora entiendo lo que mi padre siempre me decía cuando era pequeño.

«Eres una mierda Dean, otro trozo de carne putrefacto que todos repudiarán y sabes algo mas, eres un asco y vas a serlo por el resto de tu miserable vida»

Teddy Bear (Ambreigns) 🐻 🏤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora