Narra Dean
Ambas manos se encontraban detrás de mi cabeza reposando sobre la almohada, mi mirada se centraba en el dibujo que hice sobre mi Sethie que se encontraba pegado a la pared con sinta adhesiva justo arriba de mi cama, cada mañana me levantare y vere lo mas hermoso que haya visto este mundo, el retrato de mi lindo arquitecto el que diseño mi felicidad hasta que se fue de mi lado.
Pero no fue nada lindo el día qué lo vi por última, era inevitable qué una lágrima se escapara de mi ojo a traición, nunca se borrará de mi mente tan horrible recuerdo, si tan solo hubiese evitado ese beso él seguirá aquí conmigo, siempre imagino como hubiese sido mi vida al lado de mi sethie, ambos siendo luchadores profesionales porque ese era uno de nuestros mas grandes sueños, tener nuestra propia casa, dormir abrasaditos todas las noches aunque hubiese calor, no me importaría qué su sudor se quedara impregnado en mi cuerpo, tener sexo en todas las partes de la casa, hacerlo en la mesa del comedor, en la escaleras, encima de la lavadora cuando este en el ciclo de secado e incluso en el jardín con los vecinos mirando y grabandonos con sus celulares y tener un perro, yo siempre quise tener un husky siberiano y Seth un yorkshire terrier.
-Daría lo qué fuera para qué estuvieses aquí conmigo -Decía para mi mismo en un susurro con un nudo en mi garganta.
Pero por culpa de las inmensas ganas qué tenía de besarte hicieron qué me fuera a las nubes y estuviera fuera de la realidad para evitar que tu padre nos cachara con las lenguas en la carne.
El nudo en mi garganta apretaba cada vez mas, cerré mis ojos para que ninguna otra lágrima mas brotará de mis ojos. Cada vez que él venía a mi mente siempre comenzaba con algo bonito pero después se vuelve horrible porque me recuerda que una de las razones de que seth no este aquí es por mi culpa, si tan solo no me hubiese quedado tirado en el suelo llorando como un idiota y me hubiese levantado para entrar a la casa para darle mi apoyo a seth, pero no lo hice, lo dejé solo.
Agarre mi peluche y lo apreté contra mi pecho y me puse en posición de cucharita, la peluda piel de la cabeza de mi osito chocaba con mis labios, necesitaba que esos horribles pensamientos se esfumaran de mi mente y para mi suerte así fue.
Abrí mis ojos al recordar a la persona que ahora me da un poco de felicidad y ese era mi psicologo, Roman Reigns, se a portado muy bien conmigo estas últimas semanas y en especial en nuestra última sesión, me trajo varios juegos de mesa y también me trajo hojas, colores y lápices e incluso renunció a su almuerzo para dármelo y que no muriera de hambre por culpa de esos tipos que se hacían llamar enfermeros, ojala les salga una piedra en el riñón por comerse mi comida.
Para mi sorpresa, algo que parecía una larga raya de luz se posaba en la pared y parte de mi cama, indicando que la puerta estaba abierta, dejé mi peluche sobre la cama y me levante rápidamente de ella para acto seguido agarrar el picaporte y abrir la puerta de un solo golpe logrando que la luz del sol que atravesaban los cristales de la ventana chocaran contra mi cara, cerré mis ojos y deje que la luz solar iluminara mi piel después de tantos años encerrado en esta habitación.
Mire mis pies y movi el pie derecho hacía adelante lentamente y después el otro logrando salir debajo del marco de la puerta, estire mis brazos y miré el gran corredor iluminado por la luz solar, no pude contener mi emoción y comencé saltar, esta era la primer vez en mucho tiempo que salia de ese agujero negro.
Deje de saltar y comencé caminar por este largo pasillo para después ver a mi derecha unas deterioradas escaleras que daban hacía abajo, las bajaba dando pequeños saltos en los escalones y deslizándome en la baranda hasta llegar a la planta baja.
Mi pequeños trotes de alegría se detuvieron al ver como a lo lejos una púrpura mujer caminaba de la mano con un hombre que parecía ser el conserje, me di cuenta que venían hacía acá, mordía mis dedos y miraba hacía los lodos pensando que hacer, a mi derecha me percate de una puerta que se encontraba semi abierta con unas palabras grabadas en ella, sin pensarlo dos veces corrí hacía la puerta y entre en la pequeña habitación. Al cerrar la puerta, me recosté sobre ella y de reojo pude notar como en el vidrio traslucido un par de sombras pasaban y reían, para mi suerte no se dieron cuenta de que entre a la habitación.
Ya que estaba aquí dentro, decidí husmear un poco para descubrir a quien le pertenece este despacho, no había mucho que observar aquí dentro, solo un estante desordenado, un sillón al lado de la ventana y un botiquín sobre el escritorio.
«¿un botiquín?»
Creo que ya se a quien le pertenece este despacho, pero para asegurarme, me senté en la silla del escritorio y agarre dos retratos que posaban sobre el, al ver esas fotos ya sabía a quien le pertenecía este despacho, le pertenecía a mi osito Roman, en una foto aparecía él cargado a una morena y pequeña niña en brazos y el otro retrato aparecía solo la foto de la niña con un uniforme escolar, en una esquina de la fotografía había una pequeña dedicatoria que decia: te quiero mucho, papá.
-Roman tiene un hija!¡ -Dije sorprendido
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Teddy Bear (Ambreigns) 🐻 🏤
FanfictionEn su primer dia de trabajo en el hospital psiquiatrio de su ciudad al Dr. Reigns le asignan su primer paciente el cual siente como una especie de cariño por este en el primer momento en que vio su risuena foto en su espediente. El Dr. Reigns dejara...