Una mision

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-¡Es niña!- exclamó una de las jóvenes enfermeras mostrándole la pequeña bebé en sus brazos a la madre

-Es hermosa- dijo la madre mientras lágrimas empapaban su rostro

-¿Como se llamará?- dijo su amado esposo acercándose a ella

-Amelie- musitó la madre sabiendo que eran algunas de sus últimas palabras

-Doctor ¡Sálvela!- exclamó el padre al notar que su esposa estaba muriendo

-Cuídala por favor- dijo en un hilo de voz para después dar un último suspiro

[...]
La pequeña Amelie creció sin que le faltara cosa alguna....excepto el amor de su padre, el cual antes de que el amor de su vida muriera pertenecía a la guardia real para hacer justicia....pero ahora que su corazón se había vuelto duro como una roca, no tenía piedad con nadie, jamás la tuvo después de eso.
En su dolor culpó a la niña de la muerte de su amada esposa, castigando a la pequeña, privándola del amor de un padre.
Amelie no tenía permitido salir de la mansión, el único lugar que conocía perfectamente era el laberinto de su jardín, amaba dibujar y lo único que podía plasmar en un lienzo era su jardín o partes de su casa y eso la entristecía demasiado.

Continuó creciendo, criada por las sirvientas de la mansión Javert, hasta convertirse en una fuerte y hermosa chica.

Años después.....
El sonido de un piano inundaba la mansión, era la única hija de Monsieur Javert.

-Mademoiselle Amelie su padre quiere verla-dijo Bridgette una sirvienta que había trabajado en la mansión desde mucho antes de que Amelie naciera, ella había sido como una madre para Amelie

-¿Mi padre?- pregunto Amelie extrañada, su padre ni siquiera le dirigía la palabra, aveces solamente le daba una mirada para después irse, y Amelie jamás entendió porque ese odio hacia ella

-Si Mademoiselle, la espera junto con otro caballero en la sala principal- dijo Bridgette

-Voy en un momento, muchas gracias- dijo Amelie levantándose del piano y acomodando su vestido

Bajo algo nerviosa las escaleras, ¿que querría su padre? ¿Por qué de repente quiere hablar con ella?
Llegó a la sala, observó a su padre y a un señor tal vez unos años mayor que su padre.

-Amelie el es Monsieur Bernard de Feraud, tiene uno de los puestos más importantes en la Corte Real- dijo Javert viendo a su hija

-Amelie, he venido aquí para darte a conocer la misión que se te ha otorgado- dijo Monsieur De Feraud

-¿Misión?- pregunto Amelie sintiendo confusión

-Si, siendo usted hija de Monsieur Javert no dudamos en que tengan una personalidad y modos parecidos ¿cierto? Y para resumirle todo lo que viene en esta carta- dijo sacando una carta de su bolsillo con el sello real- hemos sabido que un grupo de estudiantes quiere acabar con la monarquía, son jóvenes como usted, así que necesitamos que usted vaya a ver que planean, mezclarse con ellos, ya sabe mostrarles los encantos de una bella dama como usted- dijo entregando finalmente la carta a Amelie y haciendo una ligera reverencia

Amelie tomó la carta con sus temblorosas manos, jamás había hecho algo como esto.

-¿No piensas decir nada?- dijo su padre dirigiéndose a ella con una fría voz

-Será un honor servir al rey- dijo haciendo también una ligera reverencia

-Me da gusto saberlo, mañana mismo usted se hará pasar por alguien pobre, vivirá en un departamento cerca del barrio Saint Michel, y tratará de investigar lo que le sea posible- dijo Monsieur Feraud- Su historia será que usted es huérfana, trate de que su historia se base en eso- dijo sonriendo para después despedirse de ambos y salir de la mansión 

La Hija De Javert Donde viven las historias. Descúbrelo ahora