Steve se miró en el espejo para poder acomodarse la corbata. Se dio cuenta que su rostro lucía todo, menos descansado. Sin embargo, se había quitado un poco del aspecto herrumbroso que tenía al afeitarse. Lucía un poco más joven así, pero aún tenía los ojos un poco enrojecidos. No le importaba. Se sentía en piloto automático; sin control de sus propias acciones ni pensamientos. Estaba muy lejos de sí mismo.
—¡Hey, novio!—Tony entró a la habitación trajeado y perfumado—¿Cómo estás?
—Estoy bien, Tony—Steve lo miró desde el reflejo del espejo e intentó sonreírle.
—Bien... bien triste, querrás decir ¿no?
Steve suspiró y se dio la vuelta. Se acomodó las solapas de la chaqueta, se sacudió la mangas, y levantó una ceja, como preguntando qué tal estaba, Tony levantó su pulgar, aprobando el look.
—Estaré bien, Tony. Ya pasó una vez, lo superaré de nuevo.
Tony asintió. —Bien, no sé si esto es buena idea, pero... te tengo un regalo de bodas. Hazle lo que quieras, tienes mi permiso.
Steve ladeó el rostro intrigado, Tony no dijo más, salió de la habitación con un paso apresurado y caricaturesco, y por la puerta por la que salió, entró Bucky. La respiración se le cortó por un breve momento y el corazón latió con fuerza contra su pecho.
Bucky no estaba menos nervioso. Caminó hacia él lentamente y se detuvo a unos escasos tres pasos. No lo miró a los ojos, sus zapatos parecían ser más interesantes. No tenía idea de cómo comenzar aquella plática. Tal vez, por lo evidente.
—Lo siento, Steve. No debí irme así.
Steve apretó los labios y asintió un par de veces.
—Yo leí las cartas que me escribiste la primera vez que me fui. No sabía que te había afectado tanto, que me fuera así. No sabía que te había lastimado tanto—su voz comenzó a quebrarse, no quería que las lágrimas lo traicionaran, pero era lo que estaban a punto de hacer. Así que, simplemente dejó que éstas cayeran—Pensé... pensé que te había hecho tanto daño, que no merecía estar contigo. No lo merecía y tenía que hacerme a un lado...
—Espera, espera—Steve levantó su mano indicándole que parara por un momento—¿Cómo que leíste mis cartas? ¿Cómo es qué las leíste?
Bucky se limpió las mejillas antes de contestar.
—Sharon me las dio.
Steve frunció el ceño, ató hilos rápidamente y suspiró cansinamente.
—Steve, sólo quiero pedirte perdón. Actué por impulso, y...
—Claro—Steve lo sorprendió con el tono irónico en su voz—, fue un impulso. Es curioso que lo planearas tan bien ¿no? Digo, para ser un impulso, supiste desaparecer muy bien.
—Steve...
—No, déjame... déjame darme una idea—Steve caminó de un lado a otro, Bucky sintió su enojo, no lo culpaba, pero ahora, una vez más, quería salir corriendo—. Sharon te dio esas cartas y tú dijiste "Oh, cuando me fui ese pobre imbécil sufrió como un condenado a muerte. Ok. Hagámosle lo mismo una vez más, tal vez así, esta vez sí se muera"
—¡No, Steve! No es así como...
—Ok, tal vez no fue eso. Tal vez, realmente querías ser mi amante. ¿No? Sin compromisos, sin tener que soportarme todos los días. Y cuando viste que yo estaba tomando en serio estar contigo, decidiste que no, que no era así como las cosas debían de ser y te fuiste.
Bucky negó una y otra vez, intentando articular alguna palabra, pero Steve estaba siendo implacable, no le dejaba siquiera pronunciar una silaba.
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Back to you
FanfictionBucky se fue diez años atrás, sin dar ni una explicación al respeto. Ahora, ha vuelto a la ciudad y su encuentro con Steve, sólo a desmoronado la teoría de que el tiempo y la distancia lo curan todo. STUCKY (Steve x Bucky) Portada: EngineerofWords