Día 2 (2\2)

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—Es una broma ¿cierto?—reí nerviosa, esperando que Henry también lo hiciera, pero no fue así.

—¿conoces a Glenn Sicklerman?—soltó aún serio.

—Sí, es el policía gordo.—

—Él abusa de su hijastra, son mis vecinos. Todos los días... veo por la ventana como la maltrata.—

—¿a él... quieres matarlo?—asintió—. Henry...—tomé sus manos para que me viera—. Hay otras formas de arreglar las cosas, esto es serio. No puedes simplemente matar a alguien así como así.—Henry apartó las manos algo molesto.

—Tú no lo entiendes, éste ya es el plan C. Lo que sea que se te ocurra, ya lo intenté. Nadie quiere escucharme, no solo porque soy un niño, sino también porque ese imbécil es alguien destacado en el pueblo.—me miró de una forma seria, casi enojada—. Si no puedes borrar una horrible mancha de la hoja, debes arrancarla.—

—¿de verdad... estás decidido a hacerlo?—

—Estoy muriendo, ____. Yo no podré hacerlo, pero mi madre sí... le dejaré todo lo necesario para que pueda hacerlo sin problemas.—

—No digas eso... tú no vas a morir.—solté sin terminar de convencerme a mi misma.

—____... Eso lo tengo claro desde que vi los resultados de mis estudios, tengo dos semanas como mucho.—

Sentí una horrible opresión en el pecho.
Tal vez no conocía a Henry hace mucho pero vamos, a nadie le gusta escuchar que un conocido va a morir.

—¿seguro de que tu madre podrá hacerlo?—

—Confío en que sí. Además, cuando sepa lo que ese tipo le está haciendo a Christina, sin dudas querrá matarlo.—tragué saliva al solo pensar en Susan enojada.

—¿y qué... necesitas?—Henry me miró.

—¿quieres... ayudarme?—

—No tengo otra cosa que hacer...—

Mentía.
Muy en el fondo sabía que tenía ganas de hacer esto por Henry.
Si el chico tenía los días contados en este mundo, me gustaría ser parte de ellos, saber que lo ayudé y apoyé en su último deseo, aunque se tratara de algo tan oscuro como matar a alguien.

—Esta noche iré a mi casa a revisar unas cosas, puedes venir conmigo.—asentí sonriente.

—¿a dónde irán ustedes dos?—preguntó Susan entrando al cuarto.

—Íbamos por un helado, pero nos atrapaste.—exclamé nerviosa.

—No hay problema, yo iré por ellos.—Susan volvió a salir del lugar.

—Realmente no la creo capaz de matar a alguien...—solté sin despegar la vista de la puerta.

—Tendrá que hacerlo.—lo miré—. Y si no, quiero que trates de convencerla.—

—¿yo? No creo ser capaz de algo así. ¿Qué le digo? ¿"Vamos, mátalo. Será divertido"?—

—Algo se te ocurrirá. Pero por ahora, solo hay que enfocarse en el plan.—

Susan nos trajo los helados, y aunque no tenía ganas de comer, tuve que hacerlo para no levantar sospechas.

—Entonces, ¿ya son amigos?—

Henry me miró, por lo que no pude evitar sonreír.

—Sí, Podría decirse que sí lo somos.—

—Estupendo.—soltó Susan.

La mujer se quedó un rato más hasta que comenzó a oscurecer, luego se fue a casa junto a Peter.

—¿qué cosas te gusta hacer, ____? Me refiero a tu tiempo libre.—soltó Henry mientras nos preparábamos para "dormir".

—Pues... dibujar, leer, los videojuegos y, no se lo digas a nadie pero... me gusta cantar.—Henry sonrió.

—¿te gustaría cantarme algo?—

—¡no! ¡que vergüenza!—exclamé entre risas mientras tomaba la pequeña libreta sobre mi cómoda.

—Haré que me cantes algo en estos días, es una apuesta.—Henry dejó su mochila preparada junto a la ventana.

—Sí... suerte con eso.—

Al ver que el chico comenzaba a escribir en su diario, decidí hacer lo mismo.

Día 2

Es increíble lo que pasó en solo 24 horas, no solo me hice amiga de Henry, sino que accedí a ayudarlo en un

En ese momento me detuve, no podía escribir que lo ayudaría en un asesinato. Era probable que otras personas leyeran mis notas en un futuro y no puedo decir "fui cómplice en el asesinato del estúpido Glenn "corrupto" Sickerman". Así que decidí no especificar lo que haría.

Decidí ayudarlo en algunas cosas que quería hacer antes de "irse".
Realmente me dolía ver cómo ocultaba su miedo y dolor con tal de no transmitírselo a su madre y su hermano, sin dudas eso no le hará bien. Así que aquí y ahora, me comprometo a distraer un poco a Henry, despejar aunque sea por unas horas esa horrible idea de que morirá.
En unos minutos comenzará nuestra "misión", y a pesar de que Henry se lo esta tomando muy en serio, voy a intentar hacerlo sonreír aunque sea unos momentos.
Mamá, si estás leyendo esto, perdón por escaparme del hospital, pero Henry me necesita y no voy a dejarlo solo.

Cerré la libreta y volví a dejarla en la  cómoda.
Lena apareció y nos dio las buenas noches, pero apenas apagó las luces y se fue cerrando la puerta, Henry y yo corrimos rápidamente a la ventana.

—¿seguro de que puedes salir en ese estado?—miré la venda en su cabeza.

—Sí sí, no te preocupes por mi.—

—Si tú dices... oh, debemos volver antes de las 4, tengo estudios.—exclamé mientras tomaba mi mochila y la llevaba a mi espalda.

—Entendido, antes de las 4.—

Henry abrió la ventana y la cruzó, para luego ayudarme a pasar.

—¿qué haremos primero?—

—Tengo que revisar unas cosas en mi casa y luego ir a mi refugio en el bosque, no llevará mucho tiempo.—comenzamos a caminar.

—¿conoces a esa chica? Me refiero a Christina.—miré a Henry, quien se veía algo nervioso.

—Chris y yo vamos a la escuela juntos y... creo que... me gusta un poco.—

Bien... eso no me gustó demasiado.

~° 11 Days With Henry Carpenter (The Book of Henry) ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora