Día 5 (1/2)

1.6K 202 74
                                    


—Hey, pequeña.—Lena me sacó de mi trance—. ¿vamos?—asentí antes de guardar aquel dibujo en mi libro y seguir a la chica de pelo corto.

Por primera vez desde que estaba internada en aquel lugar, no me quejé ni una sola vez durante los exámenes, cosa que llamó la atención de la joven enfermera.

—No voy a decirte nada.—exclamé mientras volvía a mi cuarto.

—Vamos, linda. Quiero saber qué es lo que tan pensativa te trae. El que no hayas dicho ni una sola palabra durante toda la mañana es realmente increíble, casi preocupante.—

—De verdad, Lena. No pasó nada, sólo... tengo sueño.—

—Si no quieres decirme... tal vez Henry sepa algo.—

Me detuve de inmediato y volteé a ver a la chica que estaba detrás.

—Ni se te ocurra decirle una sola palabra a Henry de esto.—Lena enarcó una ceja.

—Uuuy~, así que esto tiene que ver con el pequeño genio.—una sonrisa apareció en su rostro—. Vamos, pequeña. Puedes confiar en mi.—suspiré rendida.

—Creo que me gusta Henry ¿si? Y... tal vez yo le gusto un poquito.—solté nerviosa haciendo un gesto con la mano.

—Lo sabía.—la chica soltó un gritito de emoción—. Desde la primera vez que los vi juntos en la habitación, supe que tenían algo especial. Se ven super tiernos juntos.—

Aquellas palabras me hicieron dar un poco de alegría y esperanza.

¿realmente nos veíamos bien juntos?

—Oh, casi lo olvido.—Lena llamó mi atención—. Tu madre pidió permiso para poder sacarte hoy y como estas bastante estable, le dieron el sí. Así que ve a tu cuarto a cambiarte.—

Algo sorprendida por esa "pequeña sorpresa", asenti y seguí camino a mi cuarto.

°•°

A medida que me iba acercando a la habitación, los nervios iban apareciendo en mi interior. Pero no sólo eran nervios, sino ansiedad, ansiedad por saber cómo seguiría todo esto.
La sonrisa que se había plasmado en mi rostro minutos antes, se borró por completo al ver a cierta chica riendo animadamente con Henry y otra cosa para resaltar... estaban muy cerca.

—Lamento interrumpir.—solté evitando mirarlos demasiado—. Sólo vengo por...—

Caminé rápidamente a la cómoda y saqué una muda de ropa del último cajón.

—Oh, ____.—se notaba que Henry estaba incómodo—. Ella es Chris, mi-

—Sé quien es.—

Chris... tu enamorada ¿no?

Tomé la ropa y la metí en la mochila, al igual que el libro y la cartuchera.

—Nos vemos luego.—solté casi con rechazo mientras salía de la habitación.

Caminé rumbo a la recepción del hospital, donde Lena me estaba esperando.

—¿por qué no estás cambiada aún?—

—Salí apurada, voy a vestirme en... aquel baño.—señalé el baño general.

—Ok... pero apúrate, tu madre ya está terminando de firmar los permisos.—

Durante los días que estuve aquí encerrada, lo único que quería era salir. Pero ahora que estaría afuera, realmente era lo último que me importaba.

°•°

—¿sucede algo?—soltó mamá mientras conducía.

Primero pensé en no decirle nada, pero decidí preguntarle sobre mi... situación.

—¿tú qué harías si... te gusta un chico y tal parece que a él le gustas, pero luego aparece otra chica que también parece gustarle?—mamá tardo unos segundos en entender lo que intenté decirle.

—Pues... la verdad no haría mucho. Cualquier idiota diría "ve y lucha por el amor de tu vida", pero realmente no creo que la cosa sea así. Las chicas no tienen porqué hacer algo, mucho menos arrastrarse o rogar por un poco de amor. Si te quiere, perfecto. Si no, sé fuerte y supéralo. Hay millones de otros chicos en el mundo, al menos uno te querrá tal y como eres.—asentí procesando poco a poco todo aquello.

Mamá tenía razón.

Si a Henry le gusta Christina, esta bien. No pienso oponerme ni intentar cambiarlo, ni mucho menos cambiar yo.
Eso no quiere decir que me parezca bien lo que hizo en cuanto al dibujo, fue tonto de su parte. Es obvio que él escuchó mi conversación con Peter, por lo que es obvio también que sabe de mis sentimientos hacia él. Entonces...

¿por qué carajos me ilusiona si a la media hora va a estar con otra en mis narices?

Podrá ser un genio en muchas cosas, pero en cuanto al amor es un idiota. Pese a todo ese dilema, decidí despejarme un poco en aquellas horas que estaría con mamá y Stella.
Tras recoger a la pequeña de la escuela, fuimos por un helado y luego al parque, donde una gran feria se estaba dando.
El resto del día sólo fueron risas y buenos momentos, y a pesar de que en cierto punto la cabeza comenzó a dolerme un poco, puedo decir que fue uno de los mejores días de mi vida.

°•°

Al volver al hospital, recordé todo el tema de Henry pero decidí no darle demasiada importancia. Como me dijo mamá:

Yo no tenía porqué hacer nada.

Tras despedirme de mamá y Stella, entré al edificio y durante todo el camino rumbo al cuarto, traté de concentrarme para mantenerme seria.
Todo mi esfuerzo se fue al caño cuando crucé el umbral de la puerta y vi a Henry, quien me sonrió levemente de lado.

Eres un imbécil, Henry Carpenter.

~° 11 Days With Henry Carpenter (The Book of Henry) ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora