2.

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Esquive su paso y subí las escaleras hacia la habitación, Dios tenía tanto miedo, sentía los pasos de Harry detrás mío. Estaba molesto, sabía que lo estaba. Cuando entre a la habitación el me secundo, cerro la puerta con tanta fuerza que pensé que se iba a caer.

–¡Por una última vez, te he dicho que no me llames bestia! –Espetó.
–Harry...
–Tu padre cometió el peor error de su vida y ahora se aguanta. –me quede callada.–No me faltes el maldito respeto.
–Entonces gánatelo.
–Tú te acabas de ganar algo cariño.–me miro y me soltó una bofetada.–Cuida tus malditas palabras.

Al día siguiente, tenía sangre seca en el labio bajo, debido a los golpes que acompañaron la abofeteada. Me duché y busque ropa limpia para ponerme. Cuando baje Harry estaba desayunando, maldición.

–Lamentó no haberte hecho el desayuno.
–Que importa, come rápido.

Hice mi propio desayuno y comí rápido, como Harry había ordenado. Su teléfono sonó, y aunque él estuviese en la sala pude escuchar lo que dijo.

–¿Fiesta?–lo escuché decir.–¿Que es tan importante?... ¡Oh vaya, está bien! Los veremos ahí.

Termine de fregar los trastes y camine hacia la sala, me senté junto a Harry pero no muy pegados.

–Hoy iremos a comprarte un lindo vestido.–Se acercó a mi.
–Pero tengo muchos en mi armario que aún no he usado.–dije tratando de sacarme de él.
–Oh cariño, creo que estás más gorda.–se burló.–Solo bromeó, aún así quiero que todos se den cuenta de que tengo la esposa más joven y sexy del lugar.
–Harry...
–Un Styles no puede estar con algo feo.–Dijo.

Se acercó más a mi y beso me cuello. Estaba completamente enamorada de Harry, pero sentía tanto asco cuando sus labios me besaban por hacerme sentir "mujer" y no por hacerme sentir su esposa, la persona que debería de amar. Levantó mi camisa y apretó mis pechos, esto no me excitaba en lo más mínimo.

–Harry, no.
–¿No?
–No.

Y ahí estaba su bofetada otra vez, siquiera me miro a los ojos, bajo mi short pequeño y empezó a tocarme de manera asquerosa. Quería llorar, gritarle y huir de la casa.
Tocaron la puerta principal a lo que se despegó de mi, aproveché para ponerme toda la ropa de vuelta.
Cuando abrió la puerta era uno de sus amigos, corrí a mi habitación.

Para ser sincera tenía miedo de sus amigos, pues todos me miraban como si fuera presa para un león.

Me miré al espejo un rato, quizás Harry tenía razón. Quizás había subido de peso, y no es que esté mal, pero Harry se burlaba de ello y me hacía sentir mal.

Perdí la cuenta de cuantas horas estuve encerrada en mi habitación. Salí de esta hasta que escuché a Harry gritar mi nombre. Baje casi corriendo, lo miré parado al final de las escaleras.

–¿Estas lista?–preguntó.–Dentro de poco tendremos que irnos.

Opte por solo asentir, salimos de casa y el manejo hasta el centro comercial para ir a la tienda de vestidos que era "su favorito" , pero yo sabía muy bien que solo iba por la chica rubia tetona que había ahí.
Harry estaba muy raro, no me había dirigido la palabra y caminaba más deprisa que yo.
Mientras yo miraba por las vitrinas los hermosos vestidos de novia que mostraban algunos, choque con alguien por accidente.

–Lo siento mucho, estaba distraída.–dije y miré al chico de ojos color avellana.
–No te preocupes, la culpa fue mía,miraba mi teléfono.–sonrió.
–Bueno, tengo que irme.
–Claro, umm un placer, soy Nick y si me permites darte un cumplido, eres muy hermosa.–extendió su mano.
–Soy Leah y muchas gracias.–sonreí apenada, tome su mano.
–¿Vienes sola?
–Bueno yo...
–Viene con su esposo.–La voz de Harry me interrumpió jalándome fuerte del brazo.
–Harry él es un...
–¡Tú cierra la maldita boca!–Harry espetó.
–¡Oye! Sé que es tu esposa pero eso no te da derecho a tratarla mal.
–Sí no es tu matrimonio, no te metas maldito imbécil.–Harry me empujó junto a él y con su hombro empujó al chico.

Estaba tan molesto, podía verlo. Su cara estaba roja, y las venas que adornaban sus hermosas manos estaban más resaltadas de lo normal. ¿Acaso sentía celos? Claro que no, Harry estaba raro desde que salimos de casa.

Mientras entrábamos a la tienda, comencé a buscar algún vestido que me gustara y me quedara, Harry busco por un lado y yo por otro. Claro que Harry busco por el lado en donde estaba la rubia, le miré sonreír por algo que ella dijo sobre sus ojos. Lo noté por la manera en que Harry movía sus pestañas en forma de coqueteo, me sentía una total estúpida, y tenía ganas de tirarle el maldito maniquí a la rubia, desde que nos casamos, nunca había hecho sonreír a Harry por algo que dije.

Estaba tan penetrada en mis pensamientos, que no sentí cuando Harry se acercó a mi y me habló.

–¡Leah!–espetó, me resalté y lo miré.
–Lo siento.
–Prueba con este.–Me extendió un hermoso vestido.
–Harry es muy pequeño.
–¿Qué? Claro que no, ahí está el vestidor.

Tome el vestido en manos y me lo probé. Me quedaba ajustado a mi cuerpo, y aunque no tenía el mejor cuerpo de modelo, me gustaba como se veía. Tocaron la puerta del vestidor, supuse que era Harry así que abrí.

–Me encanta.–Dijo.–Te vez muy bien, cariño.
–Gra...gracias.
–Bien, llega a la caja con ese vestido, lo llevamos.

Me cambie a mi ropa y llegue a la caja, le entregue él vestido a Harry, él se lo dio a la rubia.

–¿Cuánto cuesta?–Preguntó Harry.
–Cuesta mil libras, pero por esos ojos verdes le puedo dar un descuento.
–No gracias, sin el descuento.–Dije y le sonreí de mala gana. Harry le entregó el dinero y salimos de ahí.

Maldita zorra.
Harry manejo hasta un restaurante de hamburguesas, entramos y nos sentamos, ordenamos la comida y esperamos. Harry estaba tan serio, mierda, mierda, mierda.

–¿Qué pasa?–le pregunté.
–Nada.
–Harry, por favor.
–¡No tengo nada!–espetó.

Me quede callada y la comida llego, comimos en silencio, esto era una total pesadilla.

B E A S T. /hs (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora