18.

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-¿Tú me miras mejor?
-Muchísimo mejor.-sonrió.-Es muy idiota por no valorarte.
-Quizás.
-Pero más lo eres tú por no valorarte a ti misma y darte cuenta que él no te merece.
-¿Acabas de llamarme idiota?-Sonreí.
-Lo hice con buena intención, lo juro.

Reímos y comenzamos a hablar más.
Era muy divertido hablar con personas que no fueran Harry o mi padre. Después de un rato nos despedimos y quedamos con fecha y hora para reencontrarnos.
No sabía si sé complicarían las cosas con Harry, pero tenía un nuevo amigo y eso no es malo. ¿Cierto?

Cuando llegue a casa Harry aún no estaba, subí al cuarto de la habitación me acosté en la cama y descansé un poco.

-Sí, muchas gracias. Lo tendré en cuenta.-Escuché su voz, me senté y lo miré.-Hola.
-Hola.-lo mire.-¿Acabas de llegar?
-No, tengo aproximadamente una hora de haber venido.
-Ah.-Restregué mis ojos y solté un bostezo.
-¿Cansada, eh?
-Un poco.
-No sabía que solo charlar un poco cansaba.-Dijo y lo miré.-¿O acaso tu amigo y tú hicieron otra cosa además de solo charlar?
-Harry no...
-Porque conozco unos trucos para que parezca que la razón por la que vienes cansada no es por estar follando con otra persona, aunque si sea así.
-No estoy follando con nadie.-Dije.
-Te creo, princesa.-Se acercó y besó mi frente.-Qué lástima que estés empezando a darme igual.-sonrío.
-¿Alguna vez te importe?
-No...-Me miro.-Pero si antes no me importabas, ahora menos.

Salió del cuarto de un azote. Tal vez esto de tener un amigo era muy arriesgado tanto para mí como para Nick, no quiero que le pase nada.
La próxima vez que lo viera, sería la última. Es por el bien de ambos.

Harry no regresó esa noche, ni la siguiente, ni la siguiente. No sabía si realmente estaba enojado o solo estaba evitándome y cualquiera de las dos cosas, era un martirio total.
Al menos con Harry en casa hablábamos, mayormente discutíamos, pero perdía tiempo en algo, ahora hablo sola. Y es frustrante.

¿Intentar escapar? ¡Ja! Fue lo primero que intente, pero esos enormes guardias en la puerta no me dejarían ni salir al jardín.

Sin embargo, tome mi cartera y abrí la puerta, estos me miraron de inmediato.

-¿Alguno de ustedes puede llevarme a la casa de mi padre?-Pregunte.-Es muy importante.
-El señor Styles dejó en claro que usted no podía abandonar la casa señorita.-La ruda voz de uno de ellos me asustó un poco.
-Pero es importante, escríbanle y díganle que quiero ir con mi padre, de visita.
-Está bien, cuando él responda a su petición golpearemos la puerta tres veces, así que entre.

Obedecí y espere a que Harry me dejara al menos ir a ver a mi padre.

"Espero que realmente vayas a ver a tu padre, cuidate.
HS"

Mire el mensaje y espere al toque de los guardias, de inmediato lo hicieron salí y me llevaron a la casa de mi padre.

-Siempre será un gusto verte.-Mi padre beso mi mejilla.-¿Como sabias que estaría en casa?
-No lo sé, solo pensé en venir.
-¿Y sin avisar?
-Sí...
-¿Qué pasa cariño?
-Conocí a alguien.-Dije y lo miré.-Alguien muy bueno, es una persona maravillosa.
-Leah...
-Y no puedo verlo otra vez, porque tú te encargaste de que me casara con el hombre más malvado de esta tierra.
-Leah escúchame...
-No puedo vivir con él ni un segundo más, ¿entiendes?
-Te dije que si pasaba algo que me lo dijeras.-Bart se puso de pie y me miro con los ojos lagrimosos.
-Me metiste en la boca del lobo.-Lo mire.-Y ahora no puedo salir de ahí .
-Prometio cuidarte siempre.
-Tú prometiste que estaría bien.-Comencé a llorar.-No veo que las cosas mejoren.
-Hablare con Harry...
-¡No!-Espete.-No, mejor ayúdame en algo más.
-¿Qué?

Salimos de casa, los guardias detuvieron mi paso.
-¿Pasa algo?-Pregunté.
-No puede irse sin nosotros.
-Me va a disculpar, pero soy el socio de Harry y el padre de Leah, por lo tanto tengo derecho a sacarla de mi casa.-Mi padre jalo de mi brazo y me subió a su auto.

Me llevo hasta el centro comercial, en cuanto baje del auto corrí hacia la entrada, busque con la mirada a Nick y lo encontré viendo su reloj. Me acerqué a él y le sonreí.

-Pensé que no llegarías.-Se puso de pie y me abrazo.-Siéntate.
-Nick, tenemos que hablar.-Dije y él frunció el ceño.
-Adelante entonces...
-Es que nosotros no...
-No pueden seguirse viendo.-Me giré al escuchar voz tan reconocida.

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B E A S T. /hs (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora