16.

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Tome el teléfono y le marqué a mi padre. Le pedí el favor al principio no quería aceptar sin embargo acepto tras escucharme decir "Te hice el favor de estar con tu amado Harry, hazme el favor y dale un puesto en tu empresa."

Subí las escaleras y entre a la habitación. Harry estaba acostado, me miro de reojo y fijo su mirada en el techo. Entre al baño y tome una ducha, me coloque la pijama y me acosté junto a él. Los dos estábamos en total silencio , sin embargo estábamos despiertos.

-Me gustaría que habláramos.-Dije sin mirarlo.-Qué fuéramos más normales, que al menos demuestres que estás arrepentido de las cosas que me has hecho.
-No me arrepiento de nada y si tuviera la oportunidad de hacer todo lo que he hecho una vez más, lo haría.
-Ya lo sé.
-Siempre estás culpándome, es una relación de dos personas, no solo mía, tú tienes las culpa.
-Siempre me estás culpando a mi, ni siquiera me soportas.
-Tienes razón, no te soporto.

Dicho eso, se levanto y se largo de la habitación.

Al día siguiente desperté, sola. Me levante y baje para hacer el desayuno. Harry no estaba en casa, por lo visto.
No pensaba quedarme todo el día esperando por él, así que subí y busqué ropa para salir.

Cuando estuve lista, tenía pensado tomar las llaves del carro e irme. Hasta que recordé que Harry me las había quitado porque pensaba que me iría.
Tome mi teléfono y con el poco valor me atreví a llamarle.

-¿Qué pasa?-Se escuchó su ronca voz.
-Tengo que ir al centro comercial a comprar unas cosas.-Dije y trague saliva.-¿Puede uno de tus amigo o compañeros llevarme al centro?
-Enviare a Carlos.-Dijo.-Te quiero en casa antes de las cuatro, ¿Entendido?
-Sí.
-No un minuto menos, ni un minuto más, cuídate Leah.-dicho esto colgó.

Espere al rededor de unos 20 minutos para que Carlos llegara a casa, cuando escuche el auto afuera salí casi corriendo. Me subí y le agradecí por haber venido.

-¿Algún lugar en especifico?-Preguntó con su voz fuerte.
-Centro comercial.-Le sonreí.

Cuando llegamos baje entusiasmada, dijo que me esperaría hasta las 4 pm. Visite tienda por tienda, me encantaba venir sola aquí. Entre a una cafetería y me senté para observar a las personas pasar y conversar.

Tenía envidia, envidia de la tranquilidad que los rostros de estas personas que reflejaban. Estaban libres, sin ninguna hora de llegada ni con preocupaciones respecto si su esposo las golpeara. Están tranquilas porque saben que alguien las ama, sin embargo yo, tengo que adivinar qué días me quiere y que días no. Era difícil de comprender.

-Hola...-escuche una voz reconocida, mire hacia el lado.
-¿Nick?
-Recuerdas mi nombre.
-Sí, lamentó lo de mi esposo la vez pasada estaba algo enojado.
-No te preocupes, quedo olvidado.
-Gracias.
-Ademas no podía dejar de pensar en ti , pareces ser una chica muy linda.
-Gracias... pero yo tengo...
-Esposo.-Me interrumpió.-Ya lo se, pero eso no puede evitar a que seamos amigos ¿No?
-No.-Le sonreí, aunque sabía muy bien que estaba mintiendo.
-¿Entonces puedo sentarme junto a ti?
-Estoy corta de tiempo, de hecho ya me iba.-Dije y me puse de pie.-Me gusto mucho saludarte.
-A mi también.-Sonrió ampliamente.
-Qué tengas un buen día Nick.-Dije y comencé a caminar.
-¡Oye!-gritó y me detuve a verlo.-¿Podemos encontrarnos otro día aquí?
-Sí nos encontramos en otra ocasión tal vez charle más tiempo contigo.-Sonreí y seguí caminando.

Entre al auto y le dije a Carlos que me llevara a casa. Llegue justo a tiempo, cuando baje Harry estaba ahí.

-¿Estuvo bueno hoy?
-¿Disculpa?-Fruncí el ceño.
-¿Te gusto salir de casa?
-Pues sí.-Dije y lo miré sonreír.
-Qué bueno, vamos mi amor, entremos a la casa.-Estaba tan confundida, no sabía porque se comportaba así.-Carlos, puedes irte.

Entramos a la casa y no dijo nada más, pensé que me diría algo pero no pasó nada.
Prepare la cena, hice papas al horno con queso mozarella y un arroz acompañado de pollo guisado.

Estábamos cenando, pero Harry no dejaba ese maldito celular.

-Creo que deberías de darme las llaves del auto, así no llamas a Carlos para que me lleve a todos lados.-Dije y me miro, sonrió y negó.
-Hay una razón por la cual no tienes auto, y no pienso repetirla.
-Harry no me iré de casa.
-¿Qué me asegura eso?
-No me gusta salir del país o siquiera de la ciudad sola, tú lo sabes muy bien.
-Quizás tu nuevo amigo te acompañe querida.

Se levanto de la mesa y se fue.
Maldita sea.

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Espero les guste, hago lo mejor que puedo.
xoxo

B E A S T. /hs (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora