Capítulo 7.

97 7 3
                                    

Para evitarme problemas, decidí volver a escribir el ensayo sobre este tipo, y borrar todas las verdad y escribir puras mentiras de lo que éste era.

Ya es viernes, al fin, y aunque soy de salir a fiestas una vez cada 500 mil veces, hoy saldré con Vivianne, Sophie, y Charlotte, mis mejores amigas.

Al llegar veo que hay demasiada gente, y no es algo que me soprenda ya que el organizador, es simpático con todos, conoce y es conocido. Lo que me es de ser sorpresa es cómo cabe tanta gente acá, deben haber al menos 100. 

Con las chicas vamos caminando lenta y dificultosamente entre medio de la gente hasta llegar al patio trasero, dónde era que había menos gente.

Tomamos unos refrescos, bueno, en realidad yo, porque ellas toman Vodka y yo bebida, simplemente porque no tengo la edad, mis padres mueren si se enteran que en mi lengua hubo al menos una gota de alcohol, y conozco muy bien a los que se encuentran acá y sé que, con o sin alcohol, se aprovechan de la situación.

Comenzamos a bailar de manera graciosa y movida, y sobre todo ellas, porque el alcohol ya les había pasado la cuenta. 

Ya se había acabado mi bebida así que fui por más y me encontré con Matt, el anfitrión.

-____, ¡hola!, ¿cómo estás?

-Oh Matt, estoy bien bien, ¿y tú cómo estás?- dije mientras soltaba la bebida-.

-Bien, gracias... Hey, que bueno que viniste, el Lunes te quería hacer la invitación, pero vi que tuviste unos pequeños problemas...- río.

-di vuelta los ojos- Sí, unos pequeños -reí- pero aquí estoy.

-sonrió- Dime... ¿Te gustaría bailar?-

Dudé unos momentos, jamás había bailado con un hombre que no fuese mi padre. No sé nada.

-Hmmm... por qué no, vamos- le sonreí.

-Vengo de inmediato- y se fue corriendo hacia el DJ.

¿Qué hará? ¿Pedirá una canción de reggaeton para que bailemos lo más sexual posible? Oh Dios mío.

Pero escucho que la canción cambia, pasa de ser una muy rápida a una canción muy bella.

-¿Me concede esta pieza, señorita?- bromea mientras me extiende su mano.

-Reí- por supuesto.

Me abrazó por la cintura y yo a él por su cuello, mientras que mi cabeza se apoyaba en su hombro.

Qué lindo es Matt.

-____...

-¿Sí Matt?-

-Necesito hablar contigo...- dijo lo más tierno posible.

Levanto mi cabeza y lo miro como confundida mientras que me lleva hasta la cocina.

No es que piense mal de él, pero ¿él, yo, sólos?

-____, me gustas- dice una vez que estamos frente a frente y toma mis manos.

-Matt... ¿es en serio?- Espera, ¿Matthew Grant estaba diciendo que yo le gustaba?

- Sí, ____ ¿por qué debería mentir?

- No lo sé, nunca me notaste como sí lo haces ahora...-

-Pero he cambiado, ____, una persona puede cambiar mucho en 3 meses.-

Pensé en qué iba a decir.

-Matt, lo siento, pero yo no siento lo mismo, y creo que te aprovechas de la situación- traté de salir por la puerta de la cocina que daba con el patio trasero, traté.

-No, ____, por favor- tomaba de mi cintura para arrastrarme hacia él.

-Por favor, suéltame- cada vez me tomaba con más brusquedad.

-No, tú te quedas acá ahora.

Escuché unas risas acercarse y me tranquilicé porque el tono con el que me había hablado me asustó. 

-Matt, es en serio.

-Creo que la señorita ha dicho que basta-. Mi presión había bajado al escuchar aquello.

ANTÍTESIS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora