ANTÍTESIS.

Capítulo 3.

-Señorita Reid y ____ -pronunciaba el apellido de Vivianne y el mío. Oh por Dios-.

-¿Llegando tarde el primer día? ¿Qué clase de ejemplo es éste?

-Lo sentimos- dijo Vivianne y yo sólo me limité a callar. Éste tipo sí me incomodaba.

Calló unos segundos y continuó.

-Veo que usted sí tiene modales- decía a Vivi. -Mientras que usted...- esta vez a mi.

-Como usted no conoce los horarios y menos las disculpas vaya y pida en sala de impresión las guías de trabajo para las elecciónes universitarias.

-Ok...- es lo único que pude decir.

Y salí del aula, bajé hasta la sala mientras iba pensando en qué se creía éste viejo, me regaña sólo por llegar unos segundos tarde.

Pedí las guías, subí hasta el aula y se la hice entrega; las miradas de mis compañeros estaban en mi. Incómodo.

Y comenzó a hablar de nuevo:

-Como bien saben, éste es su último año en nuestro querido colegio, y por lo tanto vamos a hacer que sea uno bueno, y para eso he pedido un test de electividad para las carreras universitarias.

Aunque sé que en un año más no estaré sentada acá sino que en un nuevo lugar, un nuevo ambiente; la universidad. A pesar de esto, no tengo ni la menor idea de qué puedo o quiero estudiar.

Luego de darnos su molesto discurso de todos los años, entregó los test.

-Ahora quiero que se reunan en parejas- Vivi y yo nos miramos sonriendo, nadie conocía mejor a la otra que nosotras mismas y podíamos aconsejarnos.

- Excepto tú -me apuntó-.

- ¿Yo?- toqué mi pecho con mi dedo índice.

-Sí- y se acercó a mi- Como usted jovencita no conoce lo que son los modales, va a tener que aprenderlos dandole la bienvenida a los nuevos alumnos.

¿Es en serio? Éste tipo no me puede odiar más.

-Y para eso será de pareja con éste chico- y apuntó a un chico que estaba de los últimos-.

Me acerqué a él y me senté a su lado y lo observé. Estaba sentado o mejor dicho "echado" y sus piernas estaban cruzadas mientras que con lápices hacía como que si tocase batería.

-Hola -musité-.

Sin respuesta.

-Soy _____-

nada.

Me miró y arqueó una ceja y lo observé.

Ahora comprendo, es el chico al que choqué. Volví a mirarlo. Sí, definitivamente era él.

Luego de unos segundos sin hablar se dignó a hacerlo.

Luke Hemmings y terminemos con esto rápido -tomó bruscamente el test de electividad-.