Dreamed Hell

Capítulo 5 (lemon)

¿Crees que puedes conseguir tus sueños?

ATRÉVETE

Narra Momo:

-Sana ¿podrías acompañarme al baño de chicas? Le digo.

-Si, claro vamos.

Tuvimos que ir al edificio de chicas de la especialidad de cantó ya que el nuestro se encontraba demasiado lejos.

-Te espero aquí me dijo Sana.

-Esta bien. Gracias le sonreí.

Había varios aseos. Eran tres. Dos de ellos estaban cerrado con pestillo y el del final no lo tenía. Me acerqué para abrir la puerta lentamente. Cuando fui abriendo la puerta para tener cuidado por si había alguien tiró una mano de esta abriendola completamente. Me encontré con el rostro de Jeongyeon mirándome. Estaba hermosa y seguía teniendo esa camiseta que tan enferma me había puesto hace 5 minutos.

-Lo siento... tartamudee nerviosa. Tropecé con un azulejo que estaba roto y caí en brazos de Jeongyeon. Tropece muy fuerte contra su cuerpo y la estrelle contra la pared de la derecha. Intento sostenerla pero por el impacto sus rodillas tambalearon y caímos juntas al suelo.

Esa escena me estaba poniendo demasiado enferma. Mis rodillas se estrellaron contra en suelo y quede completamente pegada a ella, me despege un poco y vi lo que jamás hubiera querido ver.

Jeongyeon me miraba con los ojos encendidos. Su rostro era serio pero sus labios estaban entreabiertos hubiera dado lo que fuera por meter mi lengua en su boca. Sus piernas estaban abiertas y su camiseta se había descolocado y podía ver su hombro derecho pude ver más allá y observe su sostén de encajes me detení ahí si  ningún pudor y vi el lunar que se encontraba próximo a su pezón. Su cabello lucía desordenado y juro que me quería morir.

-¿Qué me estás haciendo? Me dijo con voz rota.

Me quedé petrificada. Como que, que le estaba haciendo. Era yo la que tenía que pedir explicación de porque era tan jodidamente sexy y insufriblemente hermosa.

-Yo no, no estoy haciendo nada... dije despacio.

-Déjame por favor... Su rostro perdió la calidez que tenía hace cinco minutos y se volvió fría como el hierro otra vez. Me apartó de su cálido cuerpo se puso en pie y se marchó. Me quedé completamente sola ahí parada.

Narra Mina:

No sabía que hacer. Estaba tan confusa. No entiendo a Momo primero es distante y luego posesiva. Pero yo jamás podría gustarle, jamás podria ella llegar a sentir nada por mi. Pero somos amigas ¿no? Bueno tampoco llevamos tanto tiempo siendo amigas. Pero si el suficiente ¿no? Estoy completamente en blanco. Mientras seguía dándole vueltas me pare en seco al darme cuenta de hasta donde había llegado.

Estaba en el parque enfrente del edificio de artes plásticas. ¿Cómo podía haber llegadontan lejos? Maldita Momo. Mi mente borró la imagen de Momo cuando la mire.

Había un hermosa chica de cabello corto y femenina dibujando algo en un pequeño cuaderno a lápiz. Era completamente hermosa.

-¿Quién soy? Taparon mis ojos con dos manos. Intranquilo si la vuelta rápido para saber de quien se trataba.
Era Nayeon. Sonriendo dulcemente, la verdad, se veía hermosa con el cabello hacia un lado y mirandome de esa forma.

-¿Quieres tomar algo? Me dijo

-Si, claro le respondí.

Pasamos por donde se encontraban la muchacha justo cuando me encontraba frente de ella si vuelta para ver que dibujaba.

Era una chica semidesnuda. Era hermosa y se veía profesional. Pude ver su firma en la esquina. Gracias a dios por mi gran vista.

Chaeyoung. Se llamaba Chaeyoung. Ya sólo me hace falta saber de que curso es.

Narra Jeongyeon :

Me siento completamente confusa. ¿Qué provoca extamente Momo en mi? No se si me gusta. Quizás me gusten las chicas o tal vez simplemente me guste Momo y ya está. No lo sé, estoy ya  cansada de tanto pensar que es lo que siento. Debería de pensar que es lo que debo hacer. Alejarme. Si eso está bien debería de alejarme de Momo. Ya que si la vuelvo a tener tan cerca otra vez juro que no sabría como reaccionar.
Creo que me estoy volviendo completamente loca.

Me encontré con Jihyo de enfrente y me señaló el banco para que me sentará.

-Hola me dijo.
-Hola respondí.

La conversación acabó ahí y se convirtió todo en un terrible silencio.

-Jihyo puedo hacerte una pregunta.

-Si, claro.

-Si ¿no puedes con tu enemigo...?

-Únete a él me dijo antes de terminar mi frase.