Fetiche Oscuro

CAPÍTULO 7.

Adam

El dia estaba demasiado caluroso, al parecer debi invitar a Michael a la playa en lugar de a un café sin aire acondicionado...¿Por qué tarda tanto? Lleva 5 minutos de retraso. Temo que no vaya a venir. Se que tal vez me preocupo por nada, pero no solo tengo miedo de que no venga, también me asusta el hecho de que si lo haga. Si él entra por esa puerta, me dará a entender que tengo una oportunidad con él. Tal vez lo esta haciendo inconscientemente, pero a pesar de que siempre me rechaza, no se aleja. A veces pienso que se queda frente a mi esperando a que logre convencerlo de alguna forma; "Obligándolo" a estar cerca de mí. Con el beso de la mañana de ayer me lo dejo más que claro. No pienso desaprovechar su estupidez para manejar sus impulsos. El puede ser un adulto pero no sabe disimular cuando algo logra llamar su atención. Es como un libro abierto. Se que muy en el fondo estoy logrando que se fije en mi. Estoy arriesgando mucho...pero se que esta vez no ocurrirá lo mismo, espero. Al sentir como se formaba un nudo en mi garganta, enterré las manos en mi cabello despeinandolo un poco. No tiene caso pensar en mi pasado ahora, no puedo tener esta cara cuando llegue-

—Michael...—dije sorprendido cuando vi un cuerpo situarse frente a mi, alce la vista comprobando de quien se trataba. No respondió y se quedo mirándome fijamente. ¿Cuánto tiempo llevará haciendolo?

Me asombre al ver que no vestía formalmente. En lugar de traer el traje que siempre lleva a la universidad, esta vez usaba unos jeans levemente ajustados junto con una playera blanca, la cual dejaba a la vista sus brazos musculosos pero no exagerados. Además traía puesto unas vans blancas con tres rayas negras a los costados. Me sonrojé un poco al ver que llevaba el pelo hacia atrás, dejando los pocos mechones rebeldes que sobresalían lo hacían ver más sexy que de costumbre. Al dejar de pensar en como se vería sin ella, me dí cuenta que vestíamos casi igual, lo único distinto era que mis vans eran completamente negras. El también pareció darse cuenta por lo que fruncio el ceño.

—Demonios...—un ligero rubor apareció en sus mejillas, sonrei inconscientemente.

¿Cómo puede cambiar mi estado de animo con solo verle?

—...Siento el retraso—dijo desviando la mirada y tomo asiento, al parecer no quiere mencionar nada acerca de nuestro atuendo, ya lo molestaré mas tarde con eso—. ¿Te sientes bien?—preguntó de forma cautelosa.

—Mas que bien...¿Dónde estabas? Ya estaba a punto de quedarme dormido. Creo que hasta tengo los ojos llorosos de tanto bostezar.

—Con que bostezar ¿eh?...—asentí algo nervioso—...bueno, tuve que solucionar un problema con una persona.

—¿Todo bien?—pregunté al ver como se sobaba las sienes. Parece estar muy estresado...

—En realidad no lo sé, pero pensé que tal vez salir me ayude a relajarme un poco, así que no hablemos mas de eso.

—Bueno, entonces vamos.

Tome su mano y sin darle tiempo a responder lo llevé fuera del café y caminé lejos de ahí con él a mi lado.

—¿Hasta cuando piensas soltar mi mano?

—Me gusta sentir la envidia de todos los que nos miran, así que si es posible deja que lo haga, solo hasta que lleguemos.

—En lugar de una pareja, parecemos unos hermanos cariñosos.

—Nunca he estado en contra del incesto—sonreí de lado viendo como fruncia su ceño nuevamente—, además si parecemos pareja ¿se te olvida que venimos vestidos igual?

—Ignorando tu pregunta, creo que deberíamos soltarnos...¿Qué tal si alguien de la universidad nos ve?

Sonreí de nuevo al escucharlo, de verdad no me equivoque con él.