CAPÍTULO 10.

116 26 4
                                    

Michael

Adam tomo mi mano y rodeamos al chico pero algo nos hizo detenernos. Solo pude ver la furia en los ojos de Adam al girarse y ver como el grandulón había tomado uno de mis brazos.

—Suel-

—¿Quién te crees para tocarme? Sueltame ahora mismo—interrumpí a Adam mirando molesto al chico frente a mi, no debe pasar de los 25 años. No tengo ni idea de quien es, pero sea quien sea conoce a Adam y por su reacción se que no es alguien por quien deba comportarme de forma amable. Además no me gusto la forma en como lo llamo...

—¿Qué no escuchaste? Sueltalo—dijo Adam con una voz espeluznante, ni cuando me golpeó aquel chico con el bate en la espalda lo vi de esta forma.

—Mmm, con que él es mi reemplazo—dijo jalandome aun más fuerte logrando separarme de Adam y causando que mi cuerpo chocara con su pecho.

Este chico de verdad es alto. Incluso más que Adam. Pero ignorando eso. ¿Acaso dijo reemplazo?

—Maldito-

—Tranquilo pequeño—dijo el rubio liberandóme pero dejando una mano sobre mi hombro haciendome molestar mas por el apodo de Adam que por como me jalo—. Solo quiero ver lo que conseguiste para olvidarte de mi.

—La basura no se olvida, solo se desecha-respondió Adam con odio en cada palabra.

—Oh, veo que has cambiado. Antes solo asentías y hacías lo que decía. Parecías un perro faldero tras su dueño rogando un poco de atenc-

—Ya te puedes callar—dije totalmente calmado pero de forma fría. Tomé su mano y la deje con cuidado aun lado de su cuerpo. El chico me miro y comenzó a reirse sorprendido.

—Vaya-

—Y de reírte también, tu aliento lleva molestándome desde que apareciste—dije interrumpiendolo por segunda vez—. Te ves totalmente ridículo actuando de esta forma. Si no te he soltado un golpe para que dejes de tocarme es porque me di cuenta que seria vergonzoso aprovecharme de alguien como tu, no es bueno aprovecharse de los idiotas.

—No sabes con quien te estas metiendo—dijo en forma de advertencia obviamente molesto por mis palabras.

—Y al parecer tu tampoco tienes ni puta idea—miré de reojo a Adam quien miraba al suelo apretando los puños—. Será mejor que desaparezcas de nuestra vista antes de que me retracté de mis palabras.

—¿Ridículo me dices cuando no he dicho mas que la verdad? Vamos, preguntale a Adam. El no te negará que gemía como perra loca cuando me lo follaba. Era fácil de do-

—¡Callate!—gritó Adam llamando la atención de todos los de la terraza—. No se como pude enamorarme de alguien como tu—notaba que quería llorar pero no dejaba escapar ni una lagrima—. Aun pienso que fue el peor error de mi vida, pero créeme cuando te digo que el haber tocado a Michael fue el tuyo.

Lo que menos me esperaba fue ver como el rubio abofeteo fuertemente a Adam en la cara. Sentía como me hervía la sangre.

—Con un poco de sexo podía hacer lo que quisiera contigo, apuesto que con ese enano debes ser igual. Pero al ver lo rebelde que te has vuelto me imagino que no has de sentir ni un dedo cuando te lo mete.

Llegué a mi limite.

Giré bruscamente al rubio y con un golpe en sus partes bajas logre que se arrodillará y con mi puño dí fuertemente en su cara logrando que cayera al suelo.

—Si veo que te le acercas de nuevo o me entero que llegas a buscarlo te juró que te castraré yo mismo—dije bastante molesto mientras tenia los puños a los lados intentando aguantar el dolor en uno de ellos.

Fetiche OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora