Todo por un fagot

Decepción inesperada

Pasaron unas semanas así, pero no pasó nada interesante, luego una tarde estaba en un ensayo; ya que, pronto iríamos a presentarnos a la sala Nezahualcóyotl, estaba emocionado porque sería mi segundo concierto, y, esta vez estaba preparado, tenía conmigo seis cañas por si las dudas, más mi caña que ocuparía.

Ésta vez el concierto era a las 4:00pm, y yo ya estaba a las 3:40pm, lo raro era que Ivanna ya estaba ahí y ella generalmente llegaba casi al comienzo, Ivanna estaba hablando muy emocionada pero no sabía porqué.
Supe el porqué cuando el director me llamó.
- Marcos ven por favor- dijo el director no muy contento. Fui con el director y al llegar Ivanna se fue, y él me dijo:
-No te quisiera decir esto, pero el motivo por el que te llame es que he notado que Ivanna ha puesto más empeño últimamente, su sonido es mejor y además en el concierto pasado supo improvisar mejor- estaba diciéndolo con un tono serio que jamás lo había escuchado. Él continuó: - Así que, he decidido darle a ella el primer fagot, y tú serás el segundo fagot- lo dijo fríamente.
Parecía que había visto a un fantasma, estaba congelado, ¿Cómo podía ser que Ivanna tuviera el primer fagot? En ese momento me llené de celos, nunca me había pasado algo así. A partir de ahí, dejé de contestar a sus mensajes, no acepté ir con ella a ningún lugar, me enojé tanto que no fui a ningún ensayo ni a otro concierto por 2 mese, esto, cómo era de esperar, hizo que no me pagaran y además el director se enojó demasiado.

Dos semanas después, yo fui con una amiga, llamada Kate, ella era Profesora en una escuela muy prestigiosa de la Ciudad de México, al llegar a su casa, toqué el timbre y esperé algunos minutos, hasta que abrió la puerta.
-Marcos, ¿Eres tú?- dijo Kate con mucha sorpresa. No la había visto desde la secundaria, y había cambiado bastante, solo habíamos hablado por mensaje pero seguíamos siendo buenos amigos.
-Si, soy yo- dije sorprendido y alegre. -¿Qué haces aquí? nunca me habías visitado-respondió Kate. -pasa Marcos, pasa- pasé a su casa, era muy linda, todo estaba muy ordenado, olía a comida. -Y, ¿Por qué estás aquí?- me preguntó
-¿No te puedo venir a visitar de vez en cuando?- dije un poco sarcástico.
-Si, pero ¿Qué te pasó?, no me habías visitado desde hace mucho y de repente llegas, eso es raro- parecía que me leía la mente.
-Pues la verdad estoy muy enojado, porque me quitaron el primer fagot en la orquesta, ya no soy el solista y fui remplazado por Ivanna- le dije con un tono molesto.
-mmm... ya veo, pero ¿Quién es Ivanna?- - Es una fagotista que acaba de entrar, ella fue la que me quitó el lugar, y además, me gusta- comenté herido. -Mira, yo no sé cómo ayudarte, pero lo qué haría yo, sería hablar claramente las cosas, desde con ella, hasta con el director-. Seguimos hablando unas horas y luego me fui.

Esa platica no me ayudó mucho, solamente me dijo cosas inútiles y yo seguía enojado, sin saber que hacer.