Hoy me levanté a las 6, como todos los días; salí al campo a respirar aire fresco y cogí alguna fruta de los árboles que cultivo, como todos los días; empecé a caminar hacia el instituto a las 7, como todos los días; en fin, se podría decir que empezó como un día cualquiera. Llegué al instituto a las 7:40 y me quedé sentada en un banco de madera, mientras el silencio inundaba mi cuerpo acompañado de una fresca brisa mañanera; pero empezó a venir la gente y me levanté con nervios.
Como todos los días, me dirijí sola a clase y entré, me senté sola, en una mesa apartada, y me puse a dibujar un cielo estrellado en la libreta de matemáticas como las estrellas que me paro a observar todas las noches. Al salir de clase, Aitana, una chica de mi clase que se comporta mal con todos, incluidas a sus "amigas", a las que simplemente quiere para que le den la razón en todo, y diría que es maleducada por naturaleza pero no es asi, su padre la maltrata y su madre sólo trabaja, y en cima fuera de casa, y su hermana mayor es una prosti... ¡Ah si! Ella es así porque es de esa manera como la han criado, y por eso pienso que ella y yo nos parecemos. Se debe de sentir muy sola, ya que ella no sabe afrontarlo y ese sufrimiento continúa en su casa, y a mi me persiguen los recuerdos en todas partes.
Pero como iba diciendo, Aitana, al salir de clase me puso la zancadilla por lo que caí de espaldas al suelo, encima de Mario, un chico que se comporta de una forma diferente a los demás conmigo, tirando así todos mis dibujos al suelo y dejándolos al descubierto...
Pero por primera vez en mi solitaria historia, nadie se burló o los rompió o me insultó o me pegó patadas aprovechando que estaba en el suelo, sino que Aitana los cogió, y cuando pensé que lo iba a romper, me felicitó con cariño y Mario también, me ayudaron a levantarme, y Aitana recogió todos mis dibujos agrupandólos y entregándomelos al fin, todos menos uno que se guardó... Y a continuación, dio media vuelta y se fue de la clase en silencio y con los ojos brillantes.
Algo raro sucedió, pero no se el qué. Todos mis dibujos eran de mi madre o de mi padre, de la familia que seríamos ahora y... Y en fin, de cielos oscuros que pasan a ser brillantes y preciosos gracias a las numerosas estrellas que hay en él.
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MIRANDO LAS ESTRELLAS
Novela JuvenilEsta es la historia que narra la solitaria vida de Aitana, una chica de 14 años que, a causa de unos trágicos hechos durante su vida, se siente apartada del mundo y lo único que la saca de esa sensación son las silenciosas noches que pasa pegada a s...