capítulo 14: POR LA NOCHE_ cuando el cielo se oscurece y las estrellas iluminan.

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Últimamente sólo escribo por la noche, pero bueno, en fin, no importa ¿no?

Es que estoy en época de exámenes y suele venir Mario, que es muy inteligente y entiende todo, a ayudarme, además, asi aprovechamos para pasar tiempo a solas.

Eso no significa que yo no entienda las cosas, de hecho saco las mejores notas, pero para ello necesito estudiar. Es decir, no saco dieces de forma simple y natural.

Bueno,  al tema. Cuando estaba con Mario estudiando en mi casa para un examen de física y química, porque me costaba quedarme con las propiedades de la materia, la masa, el volumen, la viscosidad y el tiempo, pero, en fin, eso ya da igual. Hoy hemos hecho el examen, y me he demostrado a mi misma que esas tardes a solas en mi casa con Mario han valido la pena. Me han servido de mucho y, por eso, me ha salido super bien y lo he entendido todo.

¡¡¡Ah sí!!!  Ja jaja
Al final me enrollo y no voy al grano.
Eso, una tarde, cuando empezaba a anochecer, cuando el cielo se oscurece y las estrellas empiezan a iluminar el cielo, vimos una pequeña sombra pasar entre la luz de las farolas. Le seguía un tono rojizo y líquido por el suelo que recordaba al rastro de sangre que vi en mi primera... mi primera... ¿"aparición"?, y ese rastro llamo la atención de ambos. Mario se asustó, yo, en cambio, sentí lo mismo que sentí aquella noche tan extraña acompañada por eso a hermoso ojos brillantes que brillaban como estrellas y que recordaban a los de mi padre. De modo que, alterada aúnque no más que Mario, agarré con fuerza el cuchillo y a continuación grité. Grité de tal forma que hasta Mario se puso nervioso. Se notaba que estaba sufriendo. Pienso que le da terror la sangre...  tal vez tenga hemofobia... Pero eso ya es otro tema... ¿cuántas veces habré cambiado hoy de tema? ¿4 o 5 o quizás 6?
En fin, con aquel gritó ahogado que salió vibrando y con dificultad de mi voz, llame la atención de "eso", o más bien "ese" intruso que samblaba que pretendía entrar en la casa.

Derepente, Mario se asomó por mi ventana para asegurarse de estar a salvo y parar de temblar, y sí, eso pasó, pero no se si para bien porque al mirar los ojos de aquella persona, ufff..., calló desmayado al suelo, y en efecto, paró de temblar al momento.

Lo primero que hice fue recoger a Mario del suelo y acostarlo cariñosamente sobre mi cama. A continuación, actúe sin dudarlo un segundo. Me asomé, y cuando estaba dispuesta a lanzarle el cuchillo cerca para auyentarlo,... Mi mirada fue más rápida que mi brazo y me dirigió hacia sus ojos... hacia los ojos de aquel intruso... hacia los ojos de mi padre.

Estaba herido, chorreaba sangre y por ello, supongo, Mario se desmayó.

Él se fue corriendo al verme. De sus ojos caían brillantes gotas de agua.
Recuerdo que llevaba un cuaderno de dibujo o de notas, o tal vez un librito infantil pequeño que parecía un cuaderno de dibujo, lleno de hojas sueltas, páginas arrancadas y otras páginas doradas en su interior. También recuerdo que vi como una foto de su interior caía lentamente sobre el suelo rojizo, y que en ella se podía observar un coche que me resultó familiar roto en pedazos y una mujer pálida tumbada en el asiento del piloto.
Todo eso que vi borroso en esa pequeña foto me llevó a un pensamiento. Después vi como Mario despertaba. Y... Y caí desmayado sobre él mientras todos mis pensamientos invadían mi cabeza.

¿Acaso mi padre me había abandonado y se había metido en temas sospechosos y complejos con tal de investigar el asesinato de mi madre?

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2018 ⏰

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