El Despertar - Adrinette

Capítulo 3

 ❝Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón.❞ 

−Gabriel García Márquez

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Lo mire como si estuviera hablando con un tarado y cruce mis brazos. Pero él estaba en un estado de shock mirándome con los ojos completamente abiertos.

—No puede ser —Repitió y una de sus manos me tocó la mejilla.

Yo rápidamente me eché hacia atrás con miedo, este sujeto iba a acabar con una patada en la entrepierna si volvía a tocarme y creo que mi mirada se lo dijo por que retiro mi mano.

—Marinette, soy yo —Murmuró con una voz completamente diferente —En verdad soy Chat Noir.

—Ya basta! No eres él -Se acercó tanto hasta que acabó por abrazarme fuertemente. Me retorcí como lombriz pero no cedió —Juro que te puedo dejar estéril de por vida...

—Eres una idiota! —Si mis oídos no fallaban podría haber jurado que estaba llorando pero no me atreví a verlo —Como es que estas viva? —Volvió a preguntar separándome apenas para observarme.

Con un manotazo lo alejé y me pegue a la pared con miedo, ese hombre comenzaba a asustarme.

—Pregúntame lo que quieras —Dijo sin acercarse —Algo que solo tu y yo sepamos.

—Yo no se...—Me interrumpió nervioso.

—Recuerdas...recuerdas ese dia en que el Sr. Damoclesfue akumatizado? —No llegue siquiera a responder que continuó —Ese dia fue la primera vez que nos quitamos los miraculous...nadie podría saberlo ya que estábamos solo nosotros dos.

—Y dejame preguntar algo —Respondí a la defensiva —Si eres Chat, por que te ves tan...

—Demacrado? —No quería asentir pero así era —Pasaron casi cinco años desde la ultima vez que te vi...estuve allí —Murmuró acercando una mano que nunca llego a tocar mi piel —Todos estuvimos en tu funeral...me quedé hasta que todos se fueron.

Sus cejas bajaron con duda mientras tocaba una de mis orejas.

—Donde están tus miraculous? —Llevé mi mano sorprendida y cuando quite el arete note que eran unos completamente comunes —Yo me aseguré de que estuvieran contigo hasta el ultimo momento —De pronto su voz se torno llena de ira.

—Me estas asustando —Dije con la voz temblorosa nuevamente —Quiero irme a casa...

Me dio una mirada triste y algo dentro mio se revolvió con pánico. Que quería decir esa mirada? Que es lo que me estaba diciendo este tipo?

—Tu familia se mudo a Shangai cuando moriste...—Lo interrumpí poniéndome de pie.

—Yo no morí! —Grité histérica —No te atrevas a hablarme como si me conocieras tu solo eres...—Él saco de su bolsillo un brazalete que reconocí con facilidad.

—Si todo esto fuera una mentira como es que tengo esto? —Murmuró poniéndose de píe.

—Como es que lo tienes tu? —Mire ingenuamente mi muñeca donde debería estar aquel accesorio.

—Se que debe ser difícil de entender esto pero tu madre me lo entrego en tu funeral —Su voz era suave y cálida al igual que sus dedos mientras mientras se deslizaban por mi muñeca para devolverla a su lugar.

—Y por qué te la dio a ti? —Estaba tan centrada en aquellas diminutas piezas que no noté mis palabras

—Tu madre creyó que seria mejor si me lo quedaba para recordarte —Se rascó la nuca notablemente incomodo —Desde ese día comencé a usar ambas.