A las dos de la mañana subimos a su pieza. Prendimos el aire porque estaba insoportable, el viento no era lo suficientemente fresco. Nos quitamos la ropa en medio de besos, caricias y sonrisas.
De fondo se escuchaba Passenger.
Quedamos en ropa interior, tomados de la mano porque no era una noche para dormir abrazados. Por la ventana entraba la luz clara de la luna. Sonriéndome, me retiró un mechón de pelo de la cara.
- Sos hermosa, piba.
Me sonrojé y tuve que desviar la mirada. Quería dar una respuesta ingeniosa, pero no se me ocurría nada.
Puso su mano sobre mi mejilla y se acercó para besarme.
Me desperté a eso de las once con los pasos acercándose de Bruno. Traía una bandeja llena de tostadas, mermelada y jugo de naranja. Pasamos el resto del día en la cama, él estudiando y yo leyendo a Elvira Sastre.
Mamá y Osvaldo llegaron a la noche. Pedimos pizza nuevamente y nos fuimos a acostar temprano.
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The boy next door
Literatura FemininaJanna tiene dieciséis y una madre que volvió a enamorarse luego de un devastador divorcio y que ha decidido vivir con su nueva pareja. Ella está siendo empujada a dejar atrás su hogar y mudarse a otra ciudad, a una nueva casa, una nueva escuela y un...