Poco a poco baja y se oculta ese sol nuestro, único para nosotros, único para mi... las terrazas son siempre lugares multi-emocionales, en ocasiones alegrías, en otras tristezas, pero bajo este atardecer de este tercer piso que hace mucho no pago, se hace escuchar el silencio, la soledad, una mesa para cuatro con solo una silla, una brisa tenue que se lleva el tiempo, te has perdido como acorralan las nubes y las montañas a ese ya invisible sol.
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Trasfondo sublime.
De TodoLo que se calla y se traga siempre termina magullándonos el interior. Sobra decir algo sobre esto, el titulo habla por si solo. Quien aun no lo comprenda, necesita arriesgarse a leer.
