En ocasiones uno simplemente se sienta en la sala, mientras suena una maldita gaita y te arde esa sensación de felicidad ficticia, acomplejada, que hace que todos olviden su vida de mierda, sus desamores distantes, sus familias decepcionadas de ellos, ellos mismos decepcionados de ellos... Y se acoplan como un engranaje entre todos con consignas de "el año que viene sera todo mejor"; ¡Silencio!, no me interesa escuchar sus aspiraciones de mierda, sus fraudes de mierda... sus mentiras recicladas, solo quiero seguir solo en mi sala con mi blues y mi luz apagada.
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Trasfondo sublime.
AléatoireLo que se calla y se traga siempre termina magullándonos el interior. Sobra decir algo sobre esto, el titulo habla por si solo. Quien aun no lo comprenda, necesita arriesgarse a leer.