pleasure ; johnjae

capítulo seis

El sonido de las agujas del reloj resonaba por todo el salón de clases, el castaño se encontraba trazando pequeñas líneas para formas dibujos absurdos; cuando la clase acabó, todos guardaron sus cosas y abandonaron el lugar.

Yoon Oh recorría los pasillos en busca de su compañero, no lo encontró, así que decidió ir hasta la habitación de ellos y cuando abrió la puerta, el pelinegro tampoco estaba ahí.

—¿Buscas a Young Ho? — un chico que estaba entrando a la habitación de al frente le habló. — Creo que lo ví hablando por el teléfono.

—Seguro es la chica de la otra vez. —río el compañero del chico de la otra habitación. — ¿O será otra?

—Ya cállate, Yukhei. —el chico también río.

—Ah, Jung Woo, tú también quisieras una novia.

Los dos chicos aún riendo se despidieron de Yoon Oh  y entraron a su cuarto. La imagen de Young Ho junto a YeRim se coló en la mente de Jung y éste se encerró en la habitación y no volvió a salir.

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Young Ho no volvió a ser visto hasta que llegó la media noche, cuando al abrir la puerta de su habitación despertó a su compañero.

—Young Ho...

El nombrado, que iba aún con su uniforme, se echó en la cama en la que estaba Yoon Oh y cerró los ojos.

—Estoy cansado...

el más bajo se sentó y miró al pelinegro, de verdad se notaba el cansancio.

—Es tarde, ¿está todo bien?

—Sí, me llamó mi padre, sólo eran cosas sin importancia... —suspiró y abrió los ojos. — Las vacaciones de verano ya están cerca.

El castaño se resignó a volverse a acostar ya que Young Ho no mostraba indicios de quererse cambiar de cama.

—¿Vas a regresar al instituto? —preguntó Yoon Oh.

—Sí, ¿qué hay de tí?

—No tengo opción. —al decir esto se giró dándole la espalda al más alto y se estremeció cuando sintió que Young Ho pasaba un brazo por su cadera y olió su nuca.

—Voy a extrañarte...

Yoon Oh giró de nuevo sobre sí mismo y miró a Young Ho a los ojos

—De verdad... ¿está todo bien?

—Sí, no pasa nada. —le acarició la mejilla.— No te preocupes por mí.

Young Ho se acercó y de una manera tan delicada, le besó la frente, su nariz y al fin sus labios, el beso fue calmado y perezoso, tomándose su tiempo para poder disfrutar la sensación tan maravillosa que estaba viviendo. En un punto las lenguas se encontraron y aunque Yoon Oh no supiera lo que estaba haciendo se dejó llevar por el pelinegro, mentiría si dijera que no estaba disfrutando.

El tiempo pasó y el más alto ya se encontraba encima del castaño, besando y chupando su cuello, Yoon Oh gemía mientras sus manos se colaban por el cabello de Young Ho. No podía fingir más que no le gusta.