|15. Adara mía...|

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¡Al fin había llegado el día!, ¡era el fin de semana mas esperado!, ¡aquel baile tan repentino que prometía ser inolvidable!.

Desde que salió el sol aquel bello día de sábado, las jóvenes princesas realizaban sus rituales de belleza, ya saben, mascarillas, largos y olorosos baños florales, cuidar de su cabello y no comer ni un solo gramo de harina para entrar en sus vestidos. Los galanes caballeros ensayaban frente al espejo una y otra vez como decirle un cumplido a su pareja, y por supuesto, iban en busca de las mas hermosas flores para obsequiarlas a su princesa.

Evie tenía un día bastante ocupado haciendo entregas de los veintisiete vestidos que le habían pedido, claro que tenía muchos mas pero fueron imposibles de realizar tantos en tan poco tiempo. Doug le ayudaba con las cuentas y los nombres.

-Evie, solo faltan tres vestidos por ser pagados y faltan quince por ser entregados, Lonnie llamó para decirte si podías entregarle su vestido antes de las tres, ya que tiene una sesión de fotos. Audrey anoche me dio el dinero de su vestido y me dijo que no olvides agregarle una ultima pizca de brillos rosados a la falda. -decía Doug con una libreta con mil anotaciones.
-El vestido de Jane esta listo, ¿puedes entregárselo junto al de Lonnie?, cuando vuelvas te daré el de Audrey, necesito agregarle el brillo. -dijo Evie entregándole una raca con vestidos-. Aquí van siete vestidos, todos tienen su nombre, ah, y el traje de Gil es ese de ahí. -besó la mejilla del muchacho y Doug salió de la habitación.

Mal había salido a tomar aire fresco, al bosque encantado al que Ben la había llevado en su primera cita. Ensayaba una y otra vez como hacer una reverencia adecuada. No dejaba de pensar en lo mucho que amaba a Ben, y todo lo que la hacía sentir. Ben era un encanto que hacía a Mal una mejor persona, el siempre fue detallista y respetuoso, ¿por que Mal no podía ser igual?, no quería perderlo.

-Le voy a demostrar a Ben cuanto lo amo, y que pase lo que pase, siempre estaré para el. -dijo para sí misma, tomó una gran bocanada de aire y miró el anillo que Ben le había dado.

Por otro lado, Ben veía los últimos detalles del baile con Jane, cosas como el color de la iluminación y los aperitivos. Jane era excelente en lo que hacía, los mejores eventos fueron organizados por ella.

-Muy bien, iluminación turquesa, dorada y rosa algodón de azucar. -Jane tomó nota en su libreta.
-Que la música durante las primeras dos horas sea tranquila, no aburrida, pero guarda la mejor para la mitad hasta el final del baile. Ah, y no olvides las flores azules que, ¿como se llamaban?. -dijo Ben.
-No me olvides. -dijo Jane con una ligera risa.

(Este ejemplar de flores llevan por nombre No Me Olvides, son pequeñas y delicadas flores azul celeste)

Ben estaba nervioso y ansioso, quería que todo fuera perfecto. Todo conforme al plan.

Y por ultimo, Addy recién se levantaba a las diez de la mañana. Se estiró y bostezó, se sentó sobre la cama y vio alrededor, al levantarse, abrió las cortinas dejando entrar la luz del día.

-¡Hoy es el baile!. -reaccionó.

Comenzó a reír con emoción. Preparó la ducha y se bañó rápidamente, se puso unos shorts azul marino y una blusa sin hombros de color celeste, y obvio, sus fieles zapatos plateados. No se peinó ni maquilló y salió corriendo de su habitación. Llegó al comedor.

-Buenos días bonita. -hablo la mujer de la cafetería.
-Buenos días señora, ¿que tal su mañana?. -dijo amigable.
-De maravilla cariño, tu desayuno princesa. -dijo con amor aquella mujer.
-Gracias, ¡buen día!. -a Adara la comía la emoción.
-¡Suerte en el baile preciosa!.

Adara se sentó sola en una mesa y empezó a comer sin preocupaciones ni molestias.

-Si me engañaran mis ojos, juraría que veo a un pequeño lobo hambriento. -Gil se sentó frente a ella.
-¡Gil!. -dijo Addy cubriendo su boca.
-Tranquila, eres la única aquí que come sin importarle cuantos gramos sube o baja. -habló con gracia y llevó un trozo de manzana a su boca-. ¿Por que estas sola?. -dijo después de tragar la manzana.
-Suelo sentarme sola. -Addy bebió de su jugo de naranja.
-¿Por que?, eres linda. -Gil no miró a Addy, estaba enfocado en su comida.
-Quizá les doy miedo. -dijo Adara entre risas, Gil rió.
-¡Oh vamos!, eres una criatura encantadora. Dan mas miedo mis pantunflas de conejo que tu.
-¿Tienes pantunflas de conejo?.
-Son secretos que debo revelar. -dijo Gil cómicamente, Adara rió.
-Oye que divertido eres. -dijo Adara después de reir.
-Meh, un don. -Adara rió de nuevo.
-Quisiera tener un don así.
-Tienes uno. -dicho esto, se llevó un bocado de omelette a la boca.
-¿Cual?.
-Ya te lo he dicho, eres preciosa. -dijo Gil masticando y sin importancia alguna.
-Eso no es un don, la belleza se va.
-Pero tu eres divina por dentro y por fuera, te juro que si una persona que conozco no muriera por ti, probablemente estaría enamorado de ti.

Harry, y la pesadilla de Auradon《HarryHook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora